5.

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Alex

Estoy colocando la sombrilla con Bella cuando veo a mi hermana corriendo como un zepelín por la playa, la miro extrañado, ¿qué está haciendo?

Noah debe percatarse de mi confusión porque se acerca a mí y me explica. Me rio al entenderlo y me rio mas cuando Sarah se acerca a un chiquillo y lo abraza por detrás, este empieza a gritar y llorar, cosa que tampoco me sorprende la verdad, cuando el padre se acerca con cara de mala hostia y mi hermana se da cuenta, ya estoy riéndome a más no poder, sale corriendo rapidísimo, en serio, ni en clase de educación física la había visto correr tanto, llega roja, no se si del esfuerzo o si de rabia a nuestra altura. Por la mirada infernal que le dedica a Noah me decanto por la segunda opción.

Se enfada durante un rato, pero al poco se le pasa y vuelve a la normalidad, así es ella, apasionada, de extremos, impulsiva, impredecible... Puede ser tanto un tornado feroz que arrasa con todo a su paso, como un mar tranquilo que solo transmite paz y calma.

Pasamos la mañana en la playa, el cielo está completamente azul, sin una sola nube, el agua transparente y la arena blanca como solo se encuentra en Byron Bay, puede parecer un rincón perdido del mundo, pero es nuestro rinconcito.

Pasamos una muy buena mañana, nos bañamos un buen rato, cogemos sol, jugamos a volley y almorzamos entre risas y anécdotas.

Al entrar la tarde recogemos todo y vuelven a casa, yo me excuso diciendo que voy a pasar por el supermercado, pero en verdad voy al local donde trabaja una amiga mía un poco especial.

—Hola, guapo— saluda y me lanza una mirada que haría que se caliente incluso el polo norte—. En 10 minutos termina mi turno, puedes esperarme en una de las mesas libres.

—A sus órdenes mi capitana.— Digo haciendo el saludo militar para hacerla reir.

Me siento en la mesa que está más cerca de ella, me pongo a ver el móvil y de vez en cuando nos lanzamos miradas cómplices que dicen todo.

Cuando finalmente veo que se quita el uniforme sonrio y grito de alegría en mi interior.

—Odio ser camarera– dice con una mueca de hastío—. La gente es insoportable, el uniforme horrible y el sueldo una mierda, apenas me da para el alquiler.

—Sé que es difícil, pero podrás con ello, tu puedes con todo.— Le respondo y a continuación le doy un abrazo, cosa que le saca una sonrisa.

Me agarra de la mano y vamos caminando hasta su piso, hasta donde se, tiene mala relación con sus padres y por eso decidió independizarse muy pronto. Por el camino nos robamos varios besos y cuando está abriendo la puerta, me acuerdo de un detalle importante.

—¿Están tus compañeros de piso?

—Enseguida lo descubriremos...— Dice mientras tiene la lucha diaria con el cerrojo—. ¡Eureka! —Grita al ver que no hay nadie.

Me agarra de la muñeca y con una mirada pícara, me lleva hasta su dormitorio, allí nuestras bocas colisionan y las ropas vuelan, mi corazón late frenético mientras recorro su cuerpo con mis manos y un deseo intenso me llena, nuestros cuerpos se funden, convirtiéndose en uno, somos excitación, calor y ferocidad en estado puro. Es intenso y puramente físico, sin ataduras, ni sentimientos de por medio, simple y sin complicaciones. Justo como me gusta.

Abro los ojos extrañado, giro la cabeza y veo un reloj que no es mío marcando las 19:15, giro la cabeza al otro lado y veo a Chloe dormida a mi lado, entonces me doy cuenta, mierda, me he dormido, agarro mi ropa y salgo corriendo a mi casa, la cena es en menos de medio hora.

Varios minutos más tarde y cubierto de una capa de sudor llego finalmente a mi casa, abro la puerta sigilosamente y trato de subir las escaleras sin que nadie me vea. Cruzo el pasillo lo más rápido posible sin hacer ruido, estoy llegando a mi habitación, mi mano está rozando el pomo de la puerta. Casi llego y nadie me ha pillado, pienso que lo he conseguido, pero un carraspeo suena a mi espalda y suelto una maldición. Me doy la vuelta lentamente y me encuentro con la mirada inquisitiva de Bella, ¿pero que diantres hace ella aquí?

The summer of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora