Holaa, hace un tiempo que no he actualizado pero al fin pude escribir y sacar este capítulo. Estoy con exámenes y no sé cuándo podré volver a actualizar pero intentaré que sea lo antes posible.
Ahora sí, ¡a leer!
Noah
Empezar el año nuevo bailando bajo la lluvia junto a Sarah una canción de Taylor Swift no es precisamente lo que esperaba, pero no puedo negar que lo estoy pasando muy bien. Ella baila y canta de una manera casi hipnótica, puedes asegurar que realmente está viviendo la canción y eso, de una manera u otra, te arrastra y hace que quieras bailar a su lado y olvidarte del resto del mundo, al menos durante esos cuatro minutos y veinticuatro segundos.
Cuando los últimos acordes dan por finalizada la canción y mientras los fuegos artificiales estallan sobre nuestras cabezas, ella hace algo que no esperaba: me besa.
Me coge desprevenido y aunque al principio me quedo paralizado por la impresión, rápidamente mi parte menos racional toma el control y le devuelve el beso. Al instante el mundo a nuestro alrededor parece desvanecerse, los sonidos, las voces, incluso el ruido de los fuegos habían desaparecido. El aire se carga de una electricidad intensa que solo nosotros percibimos y puedo notar nuestros corazones latiendo frenéticos al unísono. Dejo de pensar, mi mente se queda totalmente en blanco, todas las preocupaciones pasan por unos instantes a segundo plano y solo soy capaz de concentrarme en ella: en lo suaves que tiene los labios, sus manos que me acarician con necesidad al mismo tiempo que con suavidad y en la forma en que mi lengua explora su boca como si fuera mi aire para respirar.
De repente escucho unos pasos no muy lejos de nosotros y alzo la mirada. Se trata de Bella y Finn, que caminan despreocupados, riendo entre ellos. Están tan cerca que puedo escuchar sus voces pero tardan en distinguirnos debido a la oscuridad de la noche, en ese instante se dan cuenta de nuestra presencia y al ver lo cerca que estamos dejan de reír y el ambiente se vuelve tenso.
Con eso ya se corta la magia del ambiente.
Vuelven a aparecer en mi mente esas imágenes que siempre están ahí para torturarme junto a todos los motivos por los que esto es una idea terrible. Los recuerdos se mezclan con la realidad y la angustia hace acto de presencia en mi pecho. No, no puedo hacer esto, la necesidad de alejarme de la situación se vuelve abrumadora, simplemente es… demasiado.
Suelto una palabrota por lo bajo y salgo corriendo por todo el jardín trasero. El aire fresco y la lluvia me golpean en la cara, pero no me detengo. Al llegar a la valla blanca la salto con una habilidad que me sorprende y entonces llego a esas calles que ya empiezo a conocer, hasta ahora me habían transmitido calma, pero en este momento me ahogan como si tuviera el peso de un elefante en mi pecho. Corro sin rumbo fijo, no sé durante cuánto tiempo ni cuanta distancia, el mundo se convierte en un borrón de luces mientras no paro de darle vueltas a mis pensamientos. Todo lo que sé es que necesito huir de ahí, porque duele demasiado.
Sarah
Dolor.
Dicen que es lo que se siente cuando te rompen el corazón, mis amigas me habían hablado de esa sensación, pero nunca pensé que fuera así de devastadora. Cualquier detalle, por insignificante que pueda parecer para otra persona que no está viviendo la situación puede romperte; se trata de un crack que te sientes en el pecho, un dolor que se expande y te consume desde dentro. Siempre pensé que eran exagerados, que era imposible que una persona con sus acciones o palabras pudiera hacerte tanto daño. Solía pensar que no sabían lo que era el dolor de verdad y exageraban la situación.
Hasta ahora que lo siento en mi propia piel. No es tan solo dolor, también hay una mezcla de vergüenza y arrepentimiento en mi interior. Además de pensamientos de “que hubiera pasado si…”. Pero lo peor de todo es no saber la razón por la que se había ido así. Esa incertidumbre se clava en mí como una espina. ¿Había sido por mi culpa? Esa pregunta me ronda la mente y aunque una parte de mi empieza a creer que sí me niego a considerar algo así. No quiero permitir que mis inseguridades tomen el control de mi mente pero es difícil.
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The summer of love
RomansaSarah aún no lo sabía, pero ese verano sería diferente a todos los anteriores. En este, ella y sus amigos además de ir a la playa, pasar horas entre las olas y coger sol, descubrirán lo que es enamorarse y también el dolor de un corazón roto por un...