Game On, Your Move (traducción)

Capítulo 1: La Vid

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Todo empezó, como suele ocurrir con los problemas, con demasiados tragos de whisky de fuego en la sala común de Gryffindor. Ignatius Prewett mantenía un suministro saludable en el dormitorio de los chicos de séptimo año, a pesar del hecho de que la mayoría de los Gryffindors eran pesos ligeros. Con Albus Dumbledore demasiado distraído por la guerra en curso en Europa como para disciplinar a su casa, las fiestas de fin de semana se habían convertido en algo habitual.

Tom nunca se molestó en asistir, preocupado como estaba con actividades más productivas como la investigación de Horrocruxes y la búsqueda de cámaras secretas. Sin embargo, Abraxas disfrutaba haciendo alarde de su popularidad con las otras casas, y pocas cosas lo deleitaban más que una mirada coqueta de una bella bruja de sangre pura. Honestamente, Tom a veces cuestionaba la membresía de Abraxas en los Caballeros de Walpurgis, pero siempre se recordaba a sí mismo que los sangre pura ricos y bien conectados eran activos, sin importar cuán insulsos pudieran ser.

Hoy era una excepción: Abraxas asistiría a la fiesta con una misión. Un nuevo estudiante transferido había aparecido el domingo pasado y había sido seleccionado en privado para Gryffindor. Mucho enigma rodeaba la verdadera identidad de Harry Evans. Los estudiantes transferidos ya eran una rareza en Hogwarts; el último documentado vino de Beauxbatons durante el siglo XVIII para escapar de la Revolución Francesa. Los estudiantes transferidos que se presentaron a principios de mayo, cuando quedaban menos de dos meses para que terminara el período escolar, eran ilógicos.

Por supuesto, Tom tenía sus propias teorías. La principal era que Evans, dado su cabello oscuro y su estructura facial, era un hijo bastardo de los Potter recientemente legitimado. Por otra parte, eso no explicaba por qué no adoptó el apellido Potter, o por qué los Potter lo inscribieron en Hogwarts como estudiante de séptimo año en lugar de contratar tutores privados.

Una teoría más interesante era que Evans era un espía de Gellert Grindelwald encargado de infiltrarse en Hogwarts. Por otro lado, a Tom le costaba creer que Grindelwald confiara semejante misión a un hijo de muggles sin nombre, en particular a uno que viviría justo bajo las narices de Dumbledore.

O no había nada que teorizar y Evans era tan aburrido como el resto de la escuela. Otra persona con la suerte de haber sido bendecida con la magia, pero totalmente indigna de dominarla.

Cualquiera que fuese el caso, Tom necesitaba averiguarlo para decidir si debía dedicar esfuerzos a hacerse amigo de Evans y reclutarlo. Después de todo, entre sus Caballeros solo había lugar para los mejores o los más útiles.

—Quiero saberlo todo sobre él —ordenó Tom—. Quién es, qué sabe y, lo más importante, por qué está aquí.

—No te fallaré, mi Señor —prometió Abraxas.

Ese intercambio había tenido lugar hacía dos horas y Abraxas aún no había dado su informe. Tom golpeó con su pluma su ensayo de Pociones. ¿Por qué estaba tardando tanto? ¿Había sucumbido a las artimañas de otra bruja antes de completar su misión?