SCENERY - KIM TAEHYUNG [MONOCHROME FOUR]

009

—Muñeca.

—¿Umm? —respondió ella, dejando una caja en el suelo, exhausta.

—¿Te gustaría conocer a mis padres?

—Ah.

—¿Qué significa "ah"?

—¿Tus padres?

—Vivimos juntos, a partir de hoy.

—¿Crees que sea buena idea?

—Si, digo, te quieren conocer.

—¿Les dijiste que me mude?

—Claro, ¿Tú no le dijiste a tus padres?

—No.

—Eunjoo.

—Ni siquiera los he visto ¡En semanas!

—¿Qué hay de ver a mis padres?

—¿Qué les dijiste exactamente?

—Oh, pues, saben de ti, todos saben de ti, ¿Quién no ha visto tus películas? —sonrió —Sólo dije tu nombre y el tiempo que llevaba conociéndote, diez meses, claro que suelo —bajó la mirada —Volverme muy sensible con appa, y le dije una lista infinita de todas las cosas que me gustan de ti.

—¿Y cómo respondió?

—Está emocionado, dice que me ve tranquilo.

—Tiene razón, te ves tranquilo.

—El año nuevo —bromeó mostrando una pequeña sonrisa —Noona, por favor, cenemos con mis padres, son muy buenos, ya les agradas.

Ella se sentó en el suelo, un poco nerviosa, no entendía lo que era tener una buena relación con sus padres, como él.

—Está bien.

—¡Gracias!

—¿Qué debería usar? —cuestionó.

—Es una cena familiar, así que informal.

—¿Qué?

—Ropa cómoda, voy a ducharme ¿Quieres acompañarme?

—Si, me hace falta una ducha, estoy sudada.

—Podemos desempacar luego.

—Ujum —se levantó.

En la cabina de ducha, Taehyung acarició su cuerpo hasta traerle calma, él podía notar su tensión, pero a la vez, sabía que no había razón de sentirse así.

Entendía la mente de Eunjoo, que hubiese crecido en un ambiente tan frío la hacía pensar del mundo en una forma muy diferente y desconectada.

—Está haciendo frío, abrígate bien —pidió él con dulzura. 

—Si, cariño —respondió ella.

Taehyung sintió su corazón acelerarse con rapidez.

—¿Cariño? —sonrió.

—Cariño —respondió.

—Sigue diciéndome así ¿Si?

—Si.

—Okey.

—¿No te da nervios que conozca a tus padres?

—No.

—¿Cómo es que no?

—Sólo no —respondió colocándole una bufanda, dejando un beso en su frente —No pienses mucho.

—Pero, y si, ¿Y si me odian?

—Eso no va a pasar —volvió a besarla —¿Estás lista?

—¿No?