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Es un nuevo día en el Hotel, uno que parece ser alegre por como el sol brilla a pesar del nublado cielo. Para la pequeña Charlie Morningstar supone ser un día divertido como cualquier otro ya que tiene muchos amigos con los que jugar.

Cuando se levantó le hizo feliz ver que el demonio radio, también conocido como "ma" estaba a su lado durmiendo aunque se le hizo raro no ver a su papá, por lo que se acercó a la cama con su peluche de pato en sus manos y vio que su padre se veía muy mal. La pequeña no podría ponerlo en palabras por su corto vocabulario, pero si supiese lo que son los zombies, hubiese dicho a su papá que tenía cara de muerto.

En la hora del desayuno,su "ma" le sirvió jugo y unos panqueques, eso le resultó raro ya que no siempre le permitía comer dulces en las mañana, pero se los comió rápido antes que se los pudiese quitar. Algo extraño y fuera de lugar en esa mañana fue que un poco de la comida se quemó durante la preparación. Alastor se excusó diciendo que estaba distraído porque aún tenía sueño

La pequeña rubia se sintió mal por eso, veía a su "ma" triste mientras botaba los restos ya imposibles de digerir. No quería que su madre esté triste por lo que se acercó y abrazó sus piernas, tomó un patito que le había hecho su papá y se lo dejó en las manos.

Recibió una caricia en su rostro, Alastor tomó de sus mejillas para jalarlas, este le decía que eran muy suaves que podría comérsela, Charlie solo reía ante eso.

Después de ese incidente la pequeña Charlie sintió que había arreglado las cosas, su inocente mente lo creyó arreglado por lo que fue a la sala donde encontró al huésped raro que usaba una máscara, era extraño pues apenas hablaba. Charlie le ofreció un muñeco y este la ignoró.
No contenta con esto, se subió al sofá y se sentó a un lado del enorme demonio, este la miraba de reojo y se alejaba, para que la pequeña se acercara más estando sentada.

—Oye tú, ¿no quieres ir a jugar con otra persona?— la pequeña negó con la cabeza — y si juegas con la cabeza de televisor ?

La pequeña volvió a negar y es que a ella no le agradaban esos otros huéspedes, el señor alto y brillante le resultaba aterrador y muy entrometido cuando quería jugar con Alastor, pero eran interrumpidos por él quien solo la apartaba para estar a solas con el pelirrojo.

Por otra parte, la chica nueva era mucho más divertida cuando ponía música y empezaba a bailar, pero luego soltaba comentarios "te pareces a la princesa mhm" "eres muy adorable, tu rostro me traería muchos likes" y después de eso era alejada de la chica para cuidarla de "la exposición pública" como decía Angel , bueno, tampoco es como si ella le interesara el cuidarla.

Aún así, la pequeña prefería al otro inquilino que se sentaba en el sofá frente al televisor, sin ánimos de nada productivo, por lo que la pequeña aprovechaba para jugar. A Veces se le subía a la gran panza pero era bajada y regañada por el mayor, otra cosa que le gustaba era agarrar los cabellos castaños y ponerle moños y brillos. También había pensado en ponerle maquillaje, pero la máscara no le permitía hacerlo.

Era un tipo muy raro

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El día transcurre perfecto para ciertas pequeñas que solo se preocupan de que sus amigos jueguen con ella, dibujar, pintar y dormir si se sienten cansadas, sin embargo, en otra parte del hotel alguien empezaría a tener serios problemas.

—Parece que no pasaste en tu habitación toda la noche, ¿no quieres explicarlo? — Para Alastor es terriblemente molesto que algo con lo que tenga que lidiar en su día sea la presencia de Vox, sobre todo apenas cuando abre la puerta de su habitación— o quieres explicarlo a todo el infierno?

¡Devuelve a mi hija! ; appleradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora