18 (final)

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Le es extraño estar a solas con Lucifer en su habitación, sin que la pequeña Charlie interfiera y juegue con las almohadas, le resulta mucho más grande de lo que era. Unas cuantas muñecas seguían en el suelo, para pasar su nerviosismo decidió recogerlo mientras esperaba que el rey terminara de bañarse. Siente su corazón incontrolable de solo pensar que habría tras la puerta, es algo obvio, Lucifer desnudo. Mueve sus manos por la cama, liándola por una cuarta vez.

Cuando puso las condiciones del trato pensó en todo lo que podría pasar, la cosas más pecaminosas pasaron por su cabeza y aceptó que ese podría ser su destino al pasar la noche con el mismo señor del pecado original, el mismo que tuvo una vergonzosa erección cuando lo llamó "papi" y disfrutaba de molestarlo con sus bromas.

Si lo piensa, jamás ha estado con alguien, pero cree que no puede ser tan malo, Vox siempre tenía esas insinuaciones con él, pero claramente no es un fanático del placer corporal como el soberano de la televisión.

—Pareces perdido — no quiere saltar asustado, pero lo hace cuando escucha al rubio a un lado suyo. La vista es impresionante, es desvergonzado por cómo sus ojos viajan por la piel húmeda de Lucifer— ¿te encuentras bien?

—Si, estoy bien. —Es refrescante la mano en su rostro, debería apartarla, pero no lo hace. —Vamos a dormir...

Se queda en la cama, Lucifer se encarga de apagar las luces, aún puede distinguir la figura del rubio por la tenue luz que entra por la ventana. Suspira nervioso, se acurruca en su lado de la cama y espera con los ojos fuertemente cerrados algún movimiento que vaya a dar inicio a la noche.

—Buenas noches, Al —dice Lucifer, se escucha lejano como para estar a un lado suyo.

—Eh...? — se sienta rápido, no está a su lado sino que se encuentra acostado en el sofá de la habitación —¿Qué haces allá?

—Voy a dormir — dice tranquilo, con su sonrisa para nada convincente adornando su rostro.

—Debes estar bromeando...

—No, tengo sueño. Buenas noches — Lucifer le da la espalda dando por terminada su animada conversación, gesto que resultó fastidioso a Alastor que no pierde el tiempo el levantarse y encarar al rey quitándole la manta de encima y sentándose a su lado—¡Hey!

—...Entonces por qué no vienes a la cama? — no sabe qué más decir, actúo por impulso y la molestia de ser dejado solo, no imaginaba que su trato con Lucifer terminaría de esa manera. —pensé que te gustaría la idea de tenerme aquí, ya sabes, nos odiamos, podrías hacerme vestir un traje de pato y que yo sea tu bufón quiero decir, tengo un trato contigo, ¡no puedes despreciar esta oportunidad con tu enemigo!

Y ahora estaba divagando, soltando excusas y palabras sin sentido.

—Tienes una mente muy creativa, cervatillo —su voz suena mucho más profunda, no controla el escalofrío que baja por su espalda, la emoción es visible en su mirada,  sus ojos brillantes de expectativa, Lucifer siente que no puede seguir ocultando lo inevitable—Alastor, quiero hablar contigo sobre nosotros, es algo que he pensado desde hace un corto tiempo ..., puede ser una tontería, no es... no es algo que debas aceptar.

Y ahora era el turno de Lucifer de divagar con sus palabras, su tono es mucho más serio, deja la broma de lado y se sienta frente a Alastor. ¿Confesarse a alguien había sido tan difícil antes? Ciertamente no recuerda haber tenido problemas antes, es cierto no había tenido otra pareja que no haya sido su ex esposa.

—Mis sentimientos hacia ti han cambiado, estas semanas he podido conocerte más de lo que habría imaginado en algún momento, no creo odiarte o la disposición de pelear contigo ... —comienza a hablar, el contrario lo escucha atento. En algún punto se concentró en las orejas del ciervo que se hallan atentas.

¡Devuelve a mi hija! ; appleradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora