Capítulo 23

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Aemma se encontraba en estado de shock ante tales noticias. Las piernas le fallaron y Jon la sostuvo para evitar su caída.

- Princesa - dijo preocupado Ser Jon para tomarla entre sus brazos.

- ¿Cómo te atreves a cogerla así? - inquirió el príncipe molesto ante tal visión.

- No es momento para cosas superfluas mi príncipe, su padre, el rey, ha muerto. No sé si recientemente o hace ya horas pero toda la fortaleza se está preparando para la coronación - expresó Ser Jon depositando a la princesa Targaryen en su lecho.

- Debemos enviarle un cuervo a mi madre, tras la pelea de anoche, partió hacia Rocadragón para dejar a mis hermanos - comentó Aemma que había sido advertida de la partida de su progenitora por las sirvientas.

- Me temo que no será posible - habló entonces el caballero incómodo.

- ¿A qué se refiere, Ser Jon? - interrogó con sospecha Aemond pero la conversación se vio interrumpida por la reina, ahora viuda.

- Disculpad la intromisión a estas horas pero debo de hablar con mi hijo, a solas - habló la mujer de vestido verde mirando al recién nombrado.

- No os molestéis alteza, Ser Jon ya me ha comunicado la noticia del fallecimiento del rey - dijo la princesa sin emoción desde su lecho.

- De todas formas debo de hablar con Aemond - insistió la reina.

- Lo que vayas a decirme, madre, lo podéis decir en presencia de mi esposa - indicó el del parche con tono cauteloso.

- Necesitamos encontrar a tu hermano, ha desaparecido - explicó la Hightower a lo que Aemond suspiró con pesadez.

- ¿Y yo debo de ir a buscarlo? Que vaya Ser Erryk o Ser Jon - sugirió mirando al caballero.

- Yo os acompañaré, mi príncipe - habló una voz desde la puerta de la estancia y todos miraron a Ser Criston Cole - debemos de ir a la ciudad cuánto antes.

- De acuerdo - finalizó Aemond besando la mano de su esposa y caminando en dirección de Cole.

- Tal vez la princesa necesite descansar, mandaré a que te traigan un té para conciliar el sueño - opinó la reina a lo que Aemma asintió y sin más mediar la dejaron sola en la estancia por lo que no tardó en caer dormida tras beber la infusión.

Al despertar ya era de día y Aemma no estaba segura de cuánto tiempo había transcurrido pero le extrañaba que no vinieran las sirvientas a despertarla, ¿Y Aemond? ¿Aún no volvía? Todo era muy extraño. Se levantó con cierta duda y tomó el pomo pero al tirar de la puerta, esta no se movió. Volvió a hacerlo con más fuerza pero el resultado fue el mismo, llegando a la conclusión de que la habían encerrado ¿Qué diablos estaba ocurriendo? ¿Su abuelo fallece y la encierran? Nada tenía sentido por lo que golpeó con fuerza la madera de puerta a la vez que gritaba en busca de ayuda.

- Princesa - escuchó una voz baja al otro lado.

- ¡Ser Jon! - exclamó con alegría de reconocerlo.

- Debéis de guardar silencio - indicó abriendo la puerta.

- ¿Qué ocurre? - interrogó la princesa al verlo entrar y cerrar la puerta.

- Es difícil de explicar... - balbuceó el caballero sin mirarla.

- Dígamelo sin tapujos - ordenó la princesa y el hombre tragó saliva duramente para entonces decir:

- Han coronado a su tío como rey - anunció en voz baja.

- ¡¿Qué!? - gritó Aemma y Ser Jon tapó su boca para que no la escucharan.

- La princesa Rhaenys ha escapado con ayuda de Ser Erryk... - empezó a explicar el Grover pero fue cortado por el sonido de la puerta abrirse y ambos se estremecieron para después desviar su vista y ver al príncipe tuerto.

- Te juro que no planeé nada de esto - fue lo primero que dijo Aemond casi corriendo hacia su esposa - pero me amenazaron con asesinarte y lo único que se me ocurrió fue obedecer mientras pensaba en un plan de escape para ti - hablaba mientras tomaba las manos de Aemma.

- Tranquilízate, Aemond, explícame todo - pidió la princesa intentando mantener la calma por ambos y el príncipe bajo la atenta mirada de su esposa y su guardia, les explicó todo lo ocurrido.

- Malditos traidores, usurparon el trono de mi madre y me mantuvieron dormida todo este tiempo - susurró con ira la princesa.

- Ahora debes de escapar - dijo el príncipe - aquí corréis peligro - indicó acariciando su vientre y Ser Jon miró a ambos con cierta sorpresa. No podía creer que su amor platónico esperara el hijo de otro y aunque le dolió decidió disimular y mantener la compostura puesto que no era el momento de sentimentalismos.

- El príncipe Aemond y yo hemos planeado una huida segura para vos - expresó el caballero.

- Creo que se equivoca Ser Jon, querrá decir para nosotros - indicó la princesa haciendo un gesto que englobaba a los tres presentes.

- Si huimos ambos, será más fácil que se percaten de ello, yo me quedaré en Desembarco y te cubriré lo máximo que pueda - habló Aemond y su esposa negó con la cabeza.

- Y yo la guiaré en la ciudad para llevarla hasta Pozo Dragón y allí deberé de luchar con los guardias así que tendrá que tomar a Redfyre y huir sola a Rocagradón con la reina Rhaenyra - continúo explicando el plan Ser Jon.

Aemond y Ser Jon se conocían de a penas unos meses y la relación que mantenían era todo lo contrario a una amistad pero tenían algo en común, lo que les hizo unirse, el amor que le profesaban a la joven Targaryen.

- No, me niego a dejaros - espetó Aemma con lágrimas en sus ojos.

- Si no hacemos esto, usted correrá peligro princesa, debe de ser prudente y... - habló Ser Jon haciendo una pausa - velar por su hijo - finalizó posando su mirada en el vientre de la joven intentando hacerla entrar en razón.

- De acuerdo, huyo de desembarco, ¿y después? ¿Cómo huiréis vosotros? - interrogó la princesa con preocupación.

- En cuanto podamos partiremos a Rocadragón - respondió Ser Jon aunque en el fondo sabía que difícilmente saldrían vivos de esto.

Aquella noche la princesa iba vestida como una sirvienta y sus cabellos plateados fueron ocultos en un gorro. Suplicaba a los dioses que todo saliera bien y que al amanecer estuviera sana y salva en Rocadragón.

- Estás hermosa hasta en uniforme de sirvienta - comentó Aemond acariciando su mejilla para después besarla de manera posesiva.

- Sabes que sigo enfadada por lo de ayer ¿cierto? - cuestionó la princesa y él asintió avergonzado - prométeme que irás a Rocadragón y discutiremos por esto - pidió con esperanza de que esta no sea la última vez que se vieran - quiero que nuestro hijo sepa quién es su padre.

- Nyke jāhor gaomagon ziry, issa jorrāelagon (lo haré, mi amor) - respondió el príncipe tuerto.

- Avy jorrāelan (te amo) - dijo Aemma con lágrimas en sus ojos.

- Avy jorrāelan tolī (yo también te amo) - contestó Aemond para después estampar sus labios sobre los de ella y ambos abrazarse lo más fuerte que pudieron. Aunque habían decidido que Aemond huiría más tarde no podían evitar sentir que se sintiera como una despedida final.

- Princesa - carraspeó Ser Jon - debemos partir ya.

- Haz que llegue sana y salva - ordenó el del parche mirando fijamente al caballero.

- Con mi vida si es necesario - confirmó el guardia personal de la princesa y partieron de la Fortaleza Roja con rumbo a la la guarida donde estaba Redfyre.

Dragon's  Blood [Aemond Targaryen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora