Agora Hills
Una vez, BeomGyu le dijo que quería mostrarlo al ojo público.
«—Quiero mostrarte, Junnie. Que se den cuenta quien es mi dueño».
Y por más que él estuviera algo interesado en la idea, aún no se sentía completamente listo.
Dos años de relación y aunque BeomGyu juraba que en su trabajo solo era él y nadie más, Yeonjun no estaba completamente seguro. No lo malentiendan, él ama con locura y pasión a su precioso chico, pero le era inevitable el sentimiento de angustia que sentía en el pecho.
Se sentía inseguro de sí mismo. Sabía que su novio a lo largo de los años había conocido a un montón de chicos pues BeomGyu llevaba una larga carrera en el mundo pornográfico; cinco años para ser exactos, y dos de ellos Yeonjun estuvo ahí para apoyarlo y ayudarlo, consumido por la ansiedad (y los celos) de todos aquellos chicos que le escriben al privado a su novio para una colaboración o aquellos que llegan al pub dónde ocasionalmente BeomGyu se presenta como bailarín.
Perfiles anónimos o jóvenes millonarios con musculosa carne que de seguro rebasaban el metro noventa, y aunque él era alto y corpulento con grandes músculos en su abdomen, piernas y brazos, claramente no era igual a ellos por más que se esforzará. Él simplemente era un mortal cualquiera, enamorado de un ángel como lo es BeomGyu.
Su ángel y salvador. Yeonjun no se sentía merecedor de BeomGyu.
Normalmente lo acompañaba al club cuando no estaba siendo sofocado de trabajo en su empresa y BeomGyu lo prefería de esa manera, amaba tener la completa atención de su Yeonjunnie. Y para aquella ocasión, Yeonjun observaba el delicado cuerpo de BeomGyu dar piruetas, saltos y giros con la barra en el centro de la pista; sus ojos fijos en la multitud, pero su extrema atención era para Yeonjun.
Movió sus caderas y restregó su trasero con el tubo, imaginando que aquel tubo caliente era el miembro de su novio. Lamió sus labios cuando una idea se le ocurrió y bajó del escenario luego de dar unas cuantas vueltas. Se acercó contoneando las caderas hasta Yeonjun y se sentó sobre su regazo. De manera inmediata e inconsciente, Yeonjun tomó posesivamente sus caderas y guío los movimientos de BeomGyu al ritmo de la música.
De arriba a abajo, moviéndose de lado a lado como si estuviera cabalgando su pene, BeomGyu respiraba profundamente, yendo más rápido cuando sintió el contorno de la polla bajo la delgada tanga.
—Oh Yeonjunnie, espero llegues a casa y me folles como nunca.
Yeonjun asintió sin encontrar palabras para afirmar lo desesperado que estaba por tomarlo ahí mismo. BeomGyu se levantó de su regazo y continuó su baile con el tubo.
—Joder chico. Que suerte la tuya que el rey de este lugar haya decidido bailarte. Nunca lo hace —dijo una voz a su lado.
Yeonjun volteo la mirada y contempló el atractivo rostro del hombre, sentado en la mesa contigua a la suya.
—¿En serio? —pregunto Yeonjun.
—Hermano, ¿Nunca has venido a este sitio? —El hombre parecía desconcertado—. El muchacho es el chico más aclamado del club. Todos quieren, aunque sea un baile, la mayoría saben que una follada es imposible. El hombre que esté con él tiene suerte.
Yeonjun volvió a mirar a BeomGyu, y por primera vez deseó que todos supieran de su relación y desearan jamás intentar acercarse con otras intenciones a su novio.
BeomGyu termino de bailar y se dirigió a los camerinos, pero Yeonjun ya se había levantado para acercarse hasta él y formularle un pequeño: "Te necesito, Gyunnie".
Después de dejar sorprendido a BeomGyu, pidió reservación en una habitación exhibicionista y al llegar pensó en sus propias acciones muy tardíamente.
Por su parte, BeomGyu sabía que lo había logrado. Él más que nadie conocía a Yeonjun, y estaba más que consciente de la inseguridad del mayor, por ello BeomGyu le mostraba su contenido en su Only Fans y sólo iba al club, si Yeonjun lo acompañaba.
Para BeomGyu, Yeonjun era el indicado desde que este lo salvó de un corazón roto. El único chico en su vida y al único que no perdería jamás; BeomGyu amaba a su hermoso chico tatuado y tímido.
Una emoción recorrió su pecho e inmediatamente cambió su ropa, tomando el enorme suéter que originalmente era de Yeonjun y que le cubría el trasero y le llegaba a las rodillas; cubrió sus redondas nalgas con una pequeña tanga que irónicamente no cubría casi nada de su cuerpo.
Al llegar a la zona de los cuartos, le indicaron los datos necesarios que Yeonjun había rellenado y cuando entró en la habitación, Yeonjun ya lo estaba esperando, sentado en el sillón con las piernas abiertas en una clara invitación para sentarse encima ellas.
BeomGyu no dudó en sentarse, y apenas su trasero hizo contacto con el miembro cubierto de Yeonjun, sus labios fueron atacados. Ambos estaban perdidos intentando profundizar más el beso que no se dieron cuenta de las miradas expectantes a través del vidrio.
Las tatuadas manos de Yeonjun agarraron las nalgas de BeomGyu, apretando y amasando hasta dejar sus dedos marcados en la piel, y BeomGyu sólo pudo pensar en el hombre bajo su cuerpo.
Por un momento, Yeonjun cortó el beso y dio una vista rápida a las personas que los veían. BeomGyu se percató al instante y le robó un tierno beso.
—Acostúmbrate a qué mis fans te miren. Están enojados porque no follo con ellos, pero a la mierda, yo no jodo con ellos, tú eres el único. Se estarán preguntando, ¿Quién es ese hombre de manos grandes y fuertes? Bebé ese eres tú, el único al que pienso chuparle la polla en el baño y en cualquier lugar.
Sus palabras habían causado efecto cuando Yeonjun desesperadamente tomó el cierre de su pantalón. BeomGyu empezó a mover sus caderas y gimió cuando el miembro duro de Yeonjun quedó al descubierto.
Frotó ambas pollas y chupo tres de sus dedos, y cuando estuvieron lo suficientemente empapados de su saliva, penetró dentro de él con Yeonjun mordiendo su cuello. Preparó su entrada para la polla de Yeonjun y cuando estuvo listo, alzó sus caderas, alineó el pene de Yeonjun y bajó de una sola estocada.
Yeonjun soltó un grave gruñido y BeomGyu grito el nombre de su novio. No espero a acostumbrarse y empezó a saltar ansiosamente sobre el regazo de Yeonjun, pues amaba el dolor que se creaba en su interior. Yeonjun azotaba sus nalgas y de vez en cuando le ayudaba con las embestidas. BeomGyu aferró una mano al hombro de Yeonjun, arañando la camiseta y el cuello, su otra mano en cambio impactó el frío vidrio para poder estabilizarse así mismo. Las embestidas aumentaron de velocidad y cuando menos BeomGyu se lo esperaba, chorros de semen cayeron sobre las prendas de ambos. Yeonjun en un momento rápido, cambio de posiciones y ahora la cabeza de BeomGyu se encontraba sobre el espaldar del sofá, con su cuerpo levantado y siendo nuevamente embestido.
De arriba abajo, BeomGyu parecía un muñeco manipulable, con las mejillas sonrojadas y cubiertas de lágrimas, una total obra de arte que sólo él quería apreciar. El suéter se había subido hasta su entrepierna y Yeonjun tomó los bordes del suéter y cubrió lo que más pudo el cuerpo de su novio. Dejando una mano en el borde del suéter y otra en la cadera, Yeonjun llegó hasta el orgasmo, quedando completamente exhausto.
—Te amo, Yeonjun —dijo BeomGyu
Yeonjun sonrió y dio un pequeño pico en la nariz de su novio.
—Yo también te amo, Gyunnie.
Lamento la demora en publicar este O.S pero el día de hoy amanecí bastante enferma de un ojo (me ha salido un orzuelo y se me dificulta ver) por lo que hoy no he tenido tiempo de modificar los capítulos ya escritos o escribir uno nuevo.
Dear
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yg ★
FanfictionSerie de One Shots del YeonGyu, inspirados en canciones o situaciones random. ★ yj top¡ bg bottom!