Swim pt1

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Capítulo sin corregir

Al anochecer recibió una pulcra carta, envuelta en un fino papel de seda con bordes dorados en cada esquina. Beomgyu detallo en sus manos las líneas en dorado, y al abrirla y leer su contenido soltó un sonoro suspiro.

Él no era mucho de desobedecer órdenes, mucho menos de su padre. Pero le era inevitable cuando su futuro dependía de sus acciones de esta noche.

Vio la oportunidad cuando HueningKai lo invitó a dar un dulce paseo por la playa, como último encuentro antes de que esté mismo regresará a su hogar y ocupará el puesto como próximo rey; no tuvo más remedio que acceder a la invitación de su mejor amigo, sintiéndose fatal por utilizarlo de esa manera.

Dejando la carta en un rincón oscuro, donde Heeseung - su prometido - no pudiera encontrarla, y así tampoco ser descubierto de sus verdaderas intenciones.

Y desobedecer las órdenes del rey.

Se escapó de los brazos de Heeseung a altas horas de la madrugada y se encontró al rubio afuera del castillo esperando por él. Caminaron siendo guiados por el ruido de la marea, riendo por el sarcasmo del mayor y las botellas de cerveza en sus manos.

Llegaron a la orilla luego de un largo paseo. La marea daba su curso tranquilo y al sentarse en el borde de la playa, el agua rozó sus pies y calmó los nervios de ambos, llevándolos a recostarse en el otro.

—Kai... ¿En verdad quieres ser rey y casarte con Kang?

HueningKai suspiró.

—No estoy del todo seguro, solo cumplo la orden de mi padre. Tampoco creo que casarme con un alfa de otra manada sea tan malo, es atractivo y en los pocos encuentros ha sido un caballero.

Beomgyu asintió, intentando no desviar sus pensamientos a su racional miedo; el agua junto a la arena colándose en sus dedos, haciéndole pequeñas cosquillas y siendo un efectivo método de distracción.

No quería casarse.

HueningKai voltea la mirada a su dirección, como esperando a que Beomgyu dijera algo más.

—Conozco este silencio, ¿Ahora que tienes?

Beomgyu se acurrucó más en los brazos delgados del omega menor buscando protección.

—Yo... Heeseung es un buen prometido, bastante bueno a decir verdad, solo que... — Un derrotado suspiro salió de sus labios —. Mi lobo no acepta que sea él quien me marque o con quien me case, está renegado y buscando a su alfa.

Una leve risa vibró del pecho del menor.

—Lo entiendo, mi lobo también lo hace. Pero creo que he aceptado la realidad — dice Hueningkai mientras vuelve a observar el transcurso de la marea.

Beomgyu asiente, quedando nuevamente el lugar en un silencio calmante donde solo se escucha el fuerte sonido de la naturaleza. Transcurridos los minutos, Beomgyu empieza a olvidar la verdadera razón por la que aceptó el paseo, pues el sentimiento serenó en su pecho lo aleja del mundo, cerrando sus ojos segundos después.

Un repentino olor llena la atmósfera. El fuerte aroma a madera y licor se hace presente, Beomgyu frunce el ceño cautivado; él sabe perfectamente de quién es el aroma, y por segundos el temor abunda reemplazando rápidamente el anterior sentimiento de serenidad. HueningKai asustado se remueve, y sus grandes ojos miran al mayor con temor.

—Vámonos Gyu, ya es muy tarde.

Claro, HueningKai no sabe de su plan.

Beomgyu medita las palabras de HueningKai, el reloj en su mano indica que son pasadas de la media noche. Y por lo tanto deben de haberse dado cuenta de la ausencia del príncipe.

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