Capítulo sin corregir
BeomGyu estaba loco y eso Yeonjun lo sabía perfectamente. No le importaba. Verdaderamente nunca le había prestado atención al extraño comportamiento de su compañero de piso y estaba decidido a dejar pasar sus raras conductas si BeomGyu seguía provocando y tentando su cordura de aquella manera.
En más de una ocasión, BeomGyu se pasaba en poca ropa o incluso desnudo, dejando ver su vientre plano y el culo respingón que muy orgulloso lo restregaba delante de Yeonjun. Movía sus caderas, se agachaba a recoger pedazos insignificantes y demasiado pequeños de basura o no recogía nada del suelo. Se recostaba en el sofá, dejando su pecho pegado al colchón y el trasero al aire.
BeomGyu normalmente frecuentaba la cocina y preparaba deliciosos manjares y mientras comían ambos sentados en el comedor, BeomGyu chupaba y lamía la cuchara y el cuchillo que llevaba en manos, rodaban los ojos y ponía una expresión de placer sólo para provocar a Yeonjun. En una ocasión, incluso llegó a esparcir el cuchillo lleno de su saliva por su cuello y clavículas.
Pero Yeonjun no pensaba que eso fuera lo más loco que BeomGyu ha hecho ni que por esos simples y provocativos actos, estuviera chiflado. Yeonjun estaba seguro que aquel muchacho sufría de una doble personalidad drástica. Fuera de su descarado coqueteó, BeomGyu a veces se comportaba como un completo niño pequeño en busca de mimos y juegos inocentes, otras veces dejaba que la ansiedad y la depresión lo carcomiera, llorando a gritos con su cuerpo temblando, llegando al punto de arañar sus brazos y piernas. Por última estaba la personalidad que menos le gustaba a Yeonjun (aparte de la depresiva y ansiosa); BeomGyu tenía arranques de ira y solía tirar las cosas del apartamento, gritando como loco mientras descargaba su ira con el pecho de Yeonjun, soltando puño tras puño hasta calmarse.
Yeonjun quería llevarlo a terapia, pero BeomGyu se había negado múltiples veces a su sugerencia y ayuda. Reclamando que él estaba en perfectas condiciones como para recibir tratamiento de un médico que no le ayudaría en nada. Yeonjun en algún punto dejó de insistir y prefirió crear un mecanismo para evitar detonantes. Entre ellos estaba no caer ante los encantos de su dulce Gyunnie.
Estaba enamorado de su compañero de piso y haría lo que fuera para ayudarlo así esté no se lo haya pedido. A su propia manera lo ayudaría.
Pero su paciencia y cordura iba desapareciendo de a poco. Yeonjun juraba cada día resistirse, pero él mismo sabía que prontamente cedería, aunque se negara.
Aquel día, Yeonjun se levantó despacio de la cama. Sus huesos crujieron al estirarse y estaba a punto de recostarse nuevamente en su cama cuando la alarma sonó, recordando que hoy era una fecha muy especial y por ello debía levantarse temprano.
Soltó un bostezó y con más motivación se dirigió a la cocina, dispuesto a dejarle el desayunó a BeomGyu antes de irse, pues sabía de antemano que el muchacho debía de haberse quedado despierto tarde para terminar sus proyectos de la Universidad.
Tomó los huevos y la sartén, prendió el fogón y esparció la mantequilla por la sartén. Partió ambos huevos y esperó pacientemente a que terminarán.
BeomGyu de repente apareció en la cocina, con los cabellos revueltos, la camisa blanca arrugada y los shorts formando un pequeño hilo entre sus nalgas.
—Pensé que seguirías durmiendo, Gyunnie —dijo Yeonjun mientras cogía un plato de la alacena.
—Mi alarma sonó hace poco, aún no he terminado mi último proyecto pendiente.
Yeonjun asintió y tomó el plato con los huevos para pasársela a BeomGyu. Tomó nuevamente otros dos huevos para hacerse así mismo, e iba tan concentrado en preparar su desayuno que no se dió cuenta cuándo BeomGyu se posicionó enfrente de él y pegó su trasero al de Yeonjun.
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yg ★
FanfictionSerie de One Shots del YeonGyu, inspirados en canciones o situaciones random. ★ yj top¡ bg bottom!