Capítulo 25.- Yunho el Beta

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Yunho tomó uno de los automóviles del Duque para dirigirse a la frontera norte, faltaban un par de horas para el amanecer,  su corazón latía con tal rapidez que lo obligó a detenerse a mitad de la solitaria carretera, colocó una mano en su pecho con temor de que su corazón fuera a salirse de él.

—Calma Yunho, el amo Jisung te necesita, tengo que protegerlo — susurró pasando las manos por su rostro — Diosa Luna ¿Cómo fue a caer en manos de ese Alfa?

Tras un fuerte suspiro retomó su camino, todavía faltaban algunos kilómetros para llegar a la frontera, debía estar ahí antes del amanecer.

—¿Por qué Lee Minho tenia que marcar al amo Jisung? — Bufó incrédulo — ¿Cómo el amo Jisung pudo caer en las redes de un Alfa como él? él, quien yo pensaba era el más inteligente de los tres hermanos, ahora solo me queda suplicarle a la Luna que ese Alfa sepa valorar y respetar al Omega que tiene a su lado, tal parece que los miembros de esta familia no saben escoger a quien le darán su corazón, la familia real será la perdición de la casa Han, debe tratarse de una maldición. 

se lamentaba el beta con la vista al frente, no podía perder más tiempo.

—Minho, por favor quédate un poco más — Jisung rodeó al Alfa por detrás, se aferró a él con todas sus fuerzas mientras respiraba su aroma

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—Minho, por favor quédate un poco más — Jisung rodeó al Alfa por detrás, se aferró a él con todas sus fuerzas mientras respiraba su aroma. 

—Ya te dije que si desaparezco por mucho tiempo sospecharan que algo va mal, Hyunjin es más inteligente de lo que parece — Acarició las pequeñas manos de su Omega disfrutando de la suavidad y calidez de estas. 

—Alfa, no me dejes — susurró pegando su rostro en la espalda del Alfa, necesitaba más de su aroma, más de él.

—Jisung...

—No me abandones Alfa, sigo en celo y te necesito conmigo. 

El Alfa se dio vuelta para ver a su Omega a los ojos, acarició su rostro con ternura, jamás pensó ser capaz de amar tanto a alguien — si dejamos que nuestros lobos tomen el control no podremos parar, recuerda que estamos en casa de tu Padre.

—Pero yo no quiero detenerme — susurró sobre los labios de su Alfa.

Ambos corazones latían en sincronía debido al lazo, Jisung lo podía sentir claramente, al igual que podía sentir la excitación en el lobo de Minho, el Alfa continuaba en celo como él, motivando al lobo dentro de Jisung a tomar el control. 

—No me dejes así Alfa, por favor — Rodeó el cuello de Minho con sus brazos para atraerlo aún mas cerca de él, un suave ronroneo vibró en el pecho del Omega.

El Alfa suspiró dándose por vencido — Me quedaré hasta el amanecer, al salir el sol tendré que irme ¿entiendes? 

Jisung no esperó más y se lanzó a besar los labios de su Alfa con necesidad, rápidamente abrió paso con su lengua, haciendo más profundo y húmedo el beso.

En medio de gemidos y jadeos el Alfa logró cargar a su Omega para llevarlo a la cama, él también se encontraba igual o más necesitado que Jisung.

Alfa, alfa — Llamaba Jisung con su voz de Omega, una más suave e hipnotizante para el Alfa — No te apartes de mi lado nunca.

—Nuestro lazo nos unirá para el resto de nuestras vidas Omega, jamás me alejaré de ti. 

Con el Omega recostado sobre la cama, comenzó a retirar su ropa con delicadeza, se tomaría su tiempo para disfrutar de su Omega, todo el tiempo que la noche les obsequiara. 

Los lobos de ambos aullaron a la Luna agradecidos por su regalo. 

—Mi Omega — susurró Minho antes de darle vuelta y apreciar la vista que tenia del trasero de su Omega, gustoso se adentró a saborear el lubricante natural, un dulce sabor a Vainilla que encantaba a su lobo, recorrió lentamente con su lengua la entrada de Jisung provocando jadeos que eran ahogados por la almohada.  

Una pequeña mordida hizo respingar al Omega, lo había tomado por sorpresa, nunca se imaginaria que a su Alfa le gustara dejar marcas por su cuerpo, tras la mordida Minho separó las nalgas de su Omega para adentrar su dedo anular en él, lo prepararía lentamente y con cuidado para asegurarse de no lastimarlo. 

— Alfa, más, necesito más — Gimió alto después de sentir otra ola de calor provocado por el celo, se retorció desesperando en busca de más. 

—Quieto Omega— Con su mano libre detuvo sus bruscos movimientos sosteniéndolo de la cadera  — Tendrás más si te portas bien. 

El Omega asintió sin poder pronunciar una sola palabra, su lobo comenzaba a tomar el control, llevándose su lado racional. 

Minho aprovechó para introducir dos dedos más, su intención era ir lentamente, pero su Omega tenia otros planes y él siempre complacería los deseos de su Omega. 

Los fuertes gemidos del Omega alentaron al Alfa, quien penetraba a Jisung con más fuerza y cada vez más rápido, se lamió los labios solo para sentir nuevamente su sabor — Eres delicioso Omega — Dijo con la voz ronca por la excitación.

Los gemidos de Jisung y el sonido húmedo que sus dedos provocaban al entrar y salir lo tenían al limite, necesitaba tomar pronto al Omega o su lobo lo volvería loco.

Retiró sus dedos de la entrada del Omega y lo giró nuevamente para verlo de frente, los ojos de Jisung brillaban por el deseo, la ligera capa de lagrimas en sus pestañas y su resplandeciente sonrisa le sacaron un gruñido al Alfa desde su interior — Mío.

Fue lo ultimo que pudo articular antes de que el lobo tomara completamente el control, ambos cedieron su lugar a sus lobos, disfrutarían de su ultima noche juntos de la forma más pura, tal y como la Diosa Luna ordenaba.

El Alfa desabotonó su pantalón y liberó su dolorosa erección, Jisung mordía sus labios impaciente viendo como su Alfa se desnudaba frente a él.

Listo para recibirlo, abrió las piernas para que el Alfa se acomodara entre ellas, rodeó su cuello para atraerlo más a él y cerró los ojos a la espera de ser penetrado por el amor de su vida, nuevamente se entregaría a él, no podía esperar más, en su nublada mente el deseo de tener cachorros lo alentaba a pedir más. 

Lentamente el Alfa se abrió camino en el interior del Omega, un jadeo salió de sus labios al sentir como este le apretaba, gustoso se adentró hasta que no pudo más, una vez dentro salió para volver a entrar de golpe, Jisung gritó complacido mientras Minho continuaba penetrándolo profundamente.

Minho hundió su nariz en la reciente marca en el cuello de Jisung, respiró sus aromas combinados, gruñó con felicidad, haciendo las estocadas más fuertes, los gemidos y gritos del Omega se podían escuchar fuera de su habitación, pero eso era algo que a ninguno de los dos les importó, tras renovar su marca mordiendo al Omega con fuerza, ambos se corrieron al mismo tiempo, con la respiración agitada y sudados permanecieron juntos, unidos por el nudo.

El Omega, completamente extasiado comenzó a cerrar los ojos, Minho lo dejó descansar un momento, el tiempo que duraran unidos por el nudo, ya que les esperaba una larga noche juntos.

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Me da risa escribir la palabra Nalgas, no se, tengo la edad mental de una adolescente. 

El Prometido del Rey (Minsung Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora