El Prometido del Rey (Minsung Omegaverse)

Capitulo 4.- Canela y Caramelo

—¡Sunggie! — Exclamó Félix desde el interior del auto.

—¿Sunggie? — Preguntó Minho divertido.

—Es por mi nombre, me llamo Jisung — susurró avergonzado — Han Jisung.

—Pronto serás un Lee — Dijo sin mirar al Omega, escuchó un suave gruñido de su parte provocándole una pequeña sonrisa —¿No quieres serlo? 

—¿Importa lo que yo quiero? — Murmuró apretando al gato en su pecho.

Minho se detuvo haciendo que Jisung también detuviera su andar.

—Claro que importa.

—Alteza, se trata del Rey, no hay nada que yo pueda hacer para evitarlo — Jisung negó frustrado— Olvide lo que dije, debo sentirme honrado por ser escogido como omega del Rey.

—No deberías ser obligado a casarte con alguien a quien no amas, no es justo.

—Príncipe, se va a casar con mi hermano y ni siquiera sabe su nombre ¿no nos encontramos todos en la misma situación? — Inquirió caminando hacia el auto — ¿por qué habría de preocuparme por mi cuando Felix, mi hermanito está por enlazarse con alguien con su reputación?

—¿Mi reputación? — su lobo gruñó ofendido.

—Todo el reino lo conoce Príncipe Minho, no me preocupo por mi seguridad, se que el Rey Hyunjin no me lastimará, me preocupo por mi hermano, Félix no merece el destino que le tocó vivir.

—Conoces los rumores sobre mi, no me conoces en realidad — Detuvo al omega sosteniéndolo del brazo — No voy a lastimar a tu hermano, jamás dañaría, ni ofendería a un omega, sin embargo no puedo decir lo mismo de mi hermano, yo me preocuparía por mi mismo de ser tu.

Jisung permaneció en silencio y sus manos temblaron unos segundos, su mayor miedo era ser enlazado con un alfa malo, la muerte parece más prometedora para él que una vida al lado de un mal alfa.

—Gracias por la advertencia Alteza, lo tomaré en cuenta — Hizo una rápida reverencia y continuó su camino, podía sentir como su corazón golpeaba en su pecho, atribuyó tal sentimiento a la incertidumbre de lo que su nueva vida le depararía.

Minho suspiró, no quería asustar al omega pero su lobo se había sentido agraviado por sus palabras y herido por la frialdad en estas, su mano cosquilleaba y su corazón se había acelerado, había algo en ese omega que lo inquietaba.  

—¿El Príncipe se molestó porque te fuiste? — Preguntó Felix curioso después de verlos discutir.

—No te preocupes Lix, no pasó nada — Musitó Jisung.

Subió al auto sentándose al lado de su  hermano.

—¿Qué te decía entonces? — Insistió.

—Me aseguró que jamás lastimaría a un omega y que estarás seguro con él — Gruñó y giró los ojos, no quería que su hermanito  viera lo asustado que se encontraba con el compromiso, necesitaba mantenerse fuerte por ambos, su familia los habrá abandonado pero él jamás abandonaría a su hermano — Descuida Lixie, yo estoy aquí contigo, no permitiré que nadie te lastime, ni siquiera el hermano del Rey.

—No tengo miedo Jisung, seré el omega del Príncipe — Dijo con una gran sonrisa — Tel vez no se trata del Rey, pero físicamente me gusta más el Príncipe Minho, es más lindo ¿no te parece?

Jisung permaneció en silenció.

Claro que es el alfa más lindo que mis ojos han visto, pero no voy a aceptar que pienso de esa forma del prometido de mi hermano. Habló su lobo en su interior, inquietándolo.

La puerta se abrió  sorprendiendo a ambos omegas.

—Al parecer el Rey estaba muy apurado, me iré con ustedes — Dijo el príncipe entrando al auto, quedando Jisung en medio de los tres.

El par de hermanos permaneció en silencio, no habían recorrido ni la mitad del camino, era un trayecto largo y Minho comenzaba a incomodarse.

—Así que tu nombre es Felix — Musitó intentando romper aquel incomodo silencio.

Felix asintió con timidez. 

—Tienes veinte años y eres hijo de un Duque ¿qué más hay que saber de ti? — Preguntó interesado, dirigió su mirada al omega rubio pero su atención se dirigió al omega castaño que miraba al suelo— ¿Estudias Felix?

—No, nuestro Padre no lo creyó necesario, fuimos educados en casa.

—Claro — Asintió Minho— ¿Y te gustaría entrar a la universidad?

—Me encantaría hacerlo, Jisung y yo siempre tuvimos el sueño de llegar a ser médicos...

—Yo solo puedo encargarme de tu educación y necesidades, Jisung es responsabilidad del Rey, es mi hermano quien debe autorizarle el ingreso.

—Pase de ser propiedad de mi Padre a ser propiedad del Rey — sonrió incrédulo.

—¡Jisung!— Censuró Felix.

—No, no lo reprimas, permítele desahogarse, que diga lo que piensa ya que le espera una vida algo dura y muy ocupada, tal vez estos sean sus últimos minutos de paz.

—Claro — susurró el omega — Me espera ser el animal para crianza del Rey, dándole una camada de cachorros tras otra hasta que muera.

Minho evitó gruñir sin embargo su aroma delataba su estado de animo, este comenzaba a incrementarse sin que pudiera controlarlo, algo en la idea de Jisung siendo usado por su hermano para darle desendientes lo ponía furioso.

—Huele a café — susurró Felix sorprendido por lo fuerte del aroma.

—Café y canela — Dijo en alto Jisung con un pequeño temblor en su voz.

—La canela debe de ser del chofer— Felix se encontraba confundido, no había forma de que su hermano pudiera oler el segundo aroma del Príncipe, eso solo lo hacían los destinados, era imposible.

Minho negó aturdido — Es beta.

—Estoy muy cerca del Príncipe, es eso — Murmuró Jisung viendo a su hermano a los ojos,la expresión en su rostro lo decía todo, Felix no quería que ellos fueran una pareja destinada y Jisung pudo notarlo, nunca había visto a su sonriente hermano tan serio.

El roce de la nariz del príncipe Minho en su cuello lo hizo jadear por la sorpresa —Vainilla y caramelo.

Ambos podían oler el segundo aroma del otro, de ser cierta la leyenda de las parejas destinadas les esperaban años de agonía separados, enlazados con otros.

Se miraron a los ojos por largos segundos transmitiendo la angustia que sus lobos sentían, estaban perdidos y ambos lo sabían.