¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Leandro Paredes —
***
—Leandro —Fede llamó su atención—, ¿te vas ya al entrenamiento? —preguntó.
La relación entre ambos se había enfriado, apenas se hablaban, y si lo hacían era para hablar de los papeles de divorcio.
Federica ya no sentía que Leandro la quisiera y decidió cortar su relación por lo sano. Pero esta vez quería hablar de otra cosa, algo incluso más importante.
—Federica mi abogado ya tiene los papeles, en cuanto los lea te los firmo —agarró su bolsa para el entrenamiento y siguió caminando por el salón.
—No es eso —lo agarró del brazo—. Tengo que hablar con vos de algo importante —lo miró seriamente.
—Decime —la animó a hablar.
—No, necesito tiempo para explicártelo —negó.
—¿Estás bien?
—Sí, luego hablamos, no tardes en llegar —le pidió.
Leandro se fue al entrenamiento y ese tiempo que Fede estuvo sola no pudo dejar de pensar, tanto que la dejó agotada.
Se tumbó en el sofá para descansar un poco, pero sin darse cuenta se quedó dormida. Cuando Leandro llegó le pareció algo raro, Federica era una chica enérgica, y tampoco necesitaba muchas horas de sueño, así que simplemente se sentó a su lado en el sofá a esperar que se despertara.
Mientras Fede disfrutaba de su siesta se estiró y sus piernas quedaron sobre las de Leandro, pero no le tomó importancia, él estaba en su teléfono.
A decir verdad, que Federica quisiera terminar con él lo tomó por sorpresa. Él no sentía esa distancia que ella le dijo y la verdad no estaba dispuesto a dejarla ir tan fácil.
—Perdón —se disculpó Federica quitando sus piernas de cerca de Leandro cuando se despertó.
—No me molestaba —negó tranquilo.
Ella asintió y se quedaron en silencio.
—¿Qué me querías decir? —preguntó girándose hacia ella.
