One shots || Selección argentina

03-. Otamendi (pt.2)

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— Nicolás Otamendi —

(+18)

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Estaba llegando a mi casa después de una sesión de fotos en la que nada más me hacían cambiarme de ropa.

Y justo cuando entré por la puerta Otamendi me llamó.

—¿Qué pasa Nico? —saludé.

—¿Cómo estás linda? —me preguntó.

—Bien, acabo de llegar a casa de la sesión que te dije esta mañana —le conté.

—Uh, ¿tanto rato te tuvieron allá? —se escuchaba bulla de fondo.

—Sí, estoy agotada, me iba a duchar y comer algo rico. ¿Qué es eso que se escucha de fondo?

—Ah no, estoy saliendo del entrenamiento, ya sabés cómo son de ruidosos los chicos —noté su voz nerviosa.

—Sí ya, bueno te dejo, se te nota ocupado con cosas que quizá no me quieres contar —le dije con un tono cortante.

—No seas así.

—¿Y cómo eres tú Nicolás? Me estás mintiendo, y espero que no sea por lo que estoy pensando —murmuré con ganas de llorar.

Había rumores que me hacían dudar de él, aunque solo eran eso, rumores.

—Carla, pará y dejá de pensar solo cosas malas.

—Los rumores llevan saliendo dos meses Nico, desde que me fui, ¿acaso estabas esperando a que me fuera?

—Carla no, no estoy con nadie, la última chica con la que estuve fuiste vos la noche que ganamos el mundial, allá tú si me querés creer o no —bufó.

—No estoy segura de querer hacerlo —colgué ante su indiferencia.

Me sequé las lágrimas traicioneras y me metí en la ducha obviando los constantes mensajes de Nico.

Nico

Carla, llamame por favor.

Enserio, no quiero que estés enojada, por favor.

Dale, ya, mi amor contéstame el teléfono.

Dejé el teléfono y al terminar de ducharme me vestí y cogí su llamada.

—¿Qué?

—Abríme —me contestó.

—Nico déjate de tonterías.

—Estoy abajo, abrime —sonó el timbre.

Dejé el teléfono sin colgar y bajé corriendo a abrir.

Y ahí estaba él, sonriendo y con una maleta.