Narra AlisonDomingo, ya era hora de volver a casa, las maletas ya estaban en la parte trasera del auto y mis tíos se despedían de nosotros con miradas tristes.
Eran casi las 19:00pm cuando salimos, el día había estado tranquilo en general, sin contar la parte en la que estuve evitando a Billie toda la mañana, bueno, algo así, por lo menos no habíamos peleado, tanto. No mas que miradas y muecas de asco.
Aun seguía todo en mi mente, no es que haya estado tan ebria, pero es una buena excusa para justificar el porque. Estaba avergonzada. No me había controlado y ahora cada vez que me veía se burlada con su estúpida sonrisa de superioridad, aunque no decía mucho por que seguramente sabia que ella también había caído.
El fin de semana me había revuelto las ideas.
No eran posible todos los cambios de humor que había tenido en un solo día, como pasé de odiarla tanto a desear tener sus manos encima. Que estupidez.
Me había negado a irme en su auto por el bien de mi salud mental, pero antes de que pudiera quejarme ya todos estaban en los mismos puestos en los que llegamos.
Me aproximé hasta la puerta del auto negro con algunas prendas, mi bolso y teléfono en la mano, tratando de que las cosas no se me cayeran. Billie ya estaba dentro cuando me senté, había tardado en salir por que mi mente paranoica no me dejaba irme sin antes haber revisado si algo se podría haber quedado bajo la cama o en algún cajon.
- Porfín. - Se quejó cuando entré al auto. - Te estaba por dejar aquí.
- Estaba revisando, ¿pensabas dejar esto? - Extendí mi mano para mostrarle mis dedos, uno de ellos era adornado por uno de sus inconfundibles anillos. - Debería quedármelo, por descuidada.
Billie lo mira por unos segundos y luego desvía la mirada hacia el frente subiendo sus hombros.
- Deberías, te queda. - Soltó arreglando su cinturón y metiendo las llaves para partir el auto. - Te lo regalo.
- ¿Eh? no, solo bromeaba. - Me quité el anillo con el ceño fruncido, pero ella ignoraba mis intentos de entregárselo, por lo que termine dejándolo en uno de los compartimientos del auto.
Billie levantó una ceja pero no dijo ni hizo nada hasta que el auto se detuvo gracias al trafico de la carretera, ni siquiera noté cuando volvió a tomarlo, pero sin decir una palabra también tomó mi mano y volvió a poner la pieza esta vez en mi dedo anular.
- ¿Que haces? Estas loca, no lo aceptaré, se ve carísimo. - Solo pasaron unos segundos hasta que me negué. A Billie se le escapa una media sonrisa al escuchar mi tono alterado.
- Combina con tu estilo de niñita creída. - Se burla. Le doy una mirada de seriedad y ella vuelve a levantar sus hombros mirando hacia en frente. - Ya quédatelo, te luce mejor, no es para tanto. Ademas, es el mas feo que tengo.
- Umh.. bien, gracias. - Volteé la mirada, puse mis manos sobre mi regazo y las miré, realmente el anillo lleno de diamantes lucia bonito, no era demasiado pequeño ni demasiado grande, seguramente era uno de los mas sutiles en su colección.
Cuando llegamos de vuelta a casa me dedique a ordenar las cosas para el día siguiente y a llamar a mis amigos, los había extrañado mucho.
Les conté sobre el viaje, exceptuando algunas partes para no arruinar mi imagen, claro. Y ahora estaba acostada en mi cama intentando dormir, maldecía su nombre de vez en cuando, Billie volvía a mi cabeza una y otra vez y no entendía la curiosidad y atracción que estaba creciendo, me asustaba. Incluso pensar en lo molesta que es solo me hace tener mas ganas de tocarla. ¿Que? Me estaba volviendo loca.

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Fuego - Billie Eilish
FanfictionDonde Billie y Alison han intentado ocultar la chispa de deseo durante mucho tiempo bajo un supuesto odio, pero esa chispita resultó convertirse en un incendio al pasar el tiempo y se volvió imposible de ignorar