Darwin estaba esperando una llamada en la recepción del hotel, mientras esperaba leía una vieja revista de chismes, cuando por fin escuchó el teléfono sonar y a la recepcionista descolgar el alta voz, se acercó a la recepción y esperó a confirmar que eras Adonais quien había llamado, pidió permiso para hablar desde ahí y no desde su habitación, por lo cual la recepcionista no tuvo ningún problema.
-Hola Adonais- dijo con una voz sádica y risueñas- ¿ya tienes al objetivo?
-No, lo deje ir, al parecer tu tienes alguien más poderoso, más poderoso aún que Stephen.
-¿Habla de Alberto? Claro el creador podría fabricar muchos más como él, te lo llevaré pero quiero más dinero del que me habías prometido.
-Idiota, mata a Alberto hoy mismo, Lucy es la indicada, la hembra es igual de poderosa, traenela y serás más rico que Posada Tobon o cualquiera de tu país, con drogas la haremos la más perfecta arma que el mundo podría tener, ya no serán siete potencias ni seis continentes, seremos sólo una gran nación, como la antigua Pangea.Darwin se sorprendió de las palabras que Adonais había dicho, primero decir ser el más poderoso de mi país y luego una gran nación, ¿Que estaba planeando? Se preguntó Darwin mientras volvía al sillón donde había dejado la revista. Puso sus manos sobre su cara como gesto de desesperación y preocupación "¿Sere capaz de matar a Alberto?" se preguntaba, eso le causaba intriga, matar a un ser humano bi debía ser tan difícil para alguien que tenía varios cuchillos en su maleta que cargaba por costumbre. Se paro y se dirigió a la alcoba donde Lucy y Alberto veían televisión se fijo en Darwin, sin pronunciar palabra alguna se dirigió hacía la cama y esperó a que Alberto y Lucy se durmieran, eran las dos de la madrugada cuando creyó que era oportuno, se acercó a su maleta y sacó un cuchillo de diez centímetros de filo y ocho en el mango, se encontraba enfrente de Alberto y dispuesto a hacer lo que Adonais le había solicitado cuando algo lo detuvo, pero no era nada interior, era una fuerza mayor, una vibración en el aire que impedía que sus músculos se movieran, de inmediato creyó que Lucy había despertado e impedía que cumpliera su misión, pero ella se encontraba profundamente dormida, entonces dirigió su mirada a la puerta y vio una silueta que no podía ser de nadie más que de Stephen, trató de gritar pero no pudo y tras varios minutos en la misma posición empezó a sentirse débil y somnoliento hasta caer en las manos de morfeo...
...Cuando Darwin por fin desperto ya no se encontraba en la habitación ni en el hotel, Stephen estaba sentado frente a él mirandolo fijamente con rabia en sus ojos, después de todo Stephen, al igual que su hermana, había desarrollado ciertos sentimientos a favor de su padre.
-¿Por qué intentaste algo tan arriesgado?
-Él me lo pidió.
-¿Quién? ¿Adonais? Acabas de darte una sentencia, silo responde ¿cuáles son sus planes?
-Proteger a la humanidad de criaturas como ustedes- Darwin escupió la frente de Stephen pero la saliva no llegó hasta él, se detuvo en el aire y se devolvió.
-Eres un imbécil, inútil.
Stephen se retiro, pero cuando estuvo en la puerta se detuvo y miro hacia atrás, Darwin estaba flotando, sus electrocorporeos funcionaban bastante bien, dejó escapar una pequeña risa y luego se retiro dejando la pared totalmente manchada de la sangre de Darwin, pero en la habitación no había ningún rastro de que Darwin hubiese estado allí...Al amanecer Lucy y Alberto encontraron una nota en la cama, era de Darwin y estaba escrita con tinta roja como la sangre. En ella decía:
Lamento mi remota desaparición, pero no se preocupen por mi estoy bien, debo volver a Colombia por asuntos personales, pero antes de irme deseo dejarles un obsequio como agradecimiento a todo esto que ha pasado, nos vemos a la una en el puente recién inaugurado.
Con Amor:
Darwin.-Que extraño en nunca ha sido sentimentalista.
-Padre, tal vez no deberíamos ir, tengo un mal presentimiento.
-Deja que haga algo bueno una vez por su vida.
-Padre, casi no lo vemos desde que llegamos a este país, no confió mucho en él, si nos fuera a dar algo lo habría hecho antes de irse.
-Bueno en eso tienes razón pero nada perdemos por ir, vayamos hija, tal ves no este pero igual nos divirtamos.
-De acuerdo, padre, pero sólo será un corto tiempo.