El puente estaba recién inaugurado, y muchas personas lo visitaban, por la simple razón de que para la inauguración el alcalde del estado. y por influencia de su mejor amigo de nacionalidad colombiana, decidió celebrar un festival "a lo colombiano" con lechona, tamal y cerveza. Pero el festín término con la llegada de Alberto y Lucy, apenas ellos pisaron el lugar una fuerte ráfaga de aire hizo que la gente se oviera a los extremos del puente, sólo quedaron Alberto, Lucy en un extremo y Stephen en el otro, el silencio se rompió muy pronto con la temida voz de Stephen
-Hola padre, hola hermanita, que ingenuos han sido al venir aquí, esperaba que fuera más difícil encontrar Lucy, pero sólo eres una humana más- el odio que Stephen sentía hacia esa raza humana que tan inferior consideraba se sentía en cada palabra que decía, de la nada un gran temblor apareció lo que hizo que Alberto callera al piso y Lucy y Stephen empezaran a flotar, el terremoto había sido una prueba de la gran fuerza de Stephen, pero aunque lo acabó pronto ellos dos no bajaron de los cielos.
-Recuerda que tú fuiste creado por uno también - dijo Lucy con una voz de rabia y cólera combinadas- además yo a ti no te tengo miedo.
-¡Eso esta a punto de cambiar hermanita! Desgraciada hermana ¡Te mataré!
Los ojos tanto de Stephen como de Lucy se pusieron en blanco, y el hermoso y caluroso día que había estado haciendo se convirtió en una feroz tormenttormenta, el agua empezo a caer a montones y los relámpagos iluminaban las grises nubes, la fuerza de los dos homo perfectus era incontrolable, no había forma de describirlo con palabras humanas. Ellos se golpeaban sin ninguna piedad no sólo con los fuertes puños que hacían que el otro retrocediera varios metros, sino con rafagaz de aire que anulaban la vista y dificultaba la respiración, la fuerza de ambos habían destruido los pequeños puestos de comida que habían colocado para el eventoby varias personas se encontraban heridas, a la vista no había ningún muerto, pero los heridos pasaban inadvertidos, todas las miradas estaban fijadas en lo más alto, en el cielo, en donde la pelea se hacia cada vez más fuerte. Pero Alberto si vio la llegada de un hombre que había estado esperando, esperando a que no llegara.