Adonais acaban de llegpecho lugar, por la mañana había recibido una carta de parte de Darwin, dándole unas coordenadas y una hora la cual el no había cumplido, a varios kilómetros pudo divisar a las personas que quería ver, Lucy y Stephen, el creía que ellos estarían ahí, asi que llevó a Mery para protegerse de la fuerza y furia de Stephen. Al que no podía ver era al que había enviado la carta, no había rastros de Darwin. Al primero que encontró fue a Alberto quien lo recibió con un puño en la cara y con varios insultos que no podía entender por la furia que sentía frente e al hombre que tenía al frente. Al final logro darle otro puño que lo voto al piso, Alberto puso su cuerpo sobre el de Adonais.
-¿Qué hace acá? ¿A qué ha venido?
-Sueltame idiota- con un sólo movimiento logró liberarse de la presión que Alberto le ponía- no es a usted quien me ha citado a este maldito lugar.Adonais saco una pequeña cuchilla con la que hirió a Alberto, en ese momento la tormenta finalizó y Stephen cayó bruscamente contra el piso inconsciente y al bordo de la muerte, además de tener la punta de sus orejas, en donde se hallaban sus electrocorporeos completamente destrozados, sin ninguna forma de que volvieran a funcionar. Lucy en cambio bajo lentamente hasta que la punta de sus pies tocaran en suelo cual bailarina de ballet, inmediatamente tras descender buscó a su padre entre los escombros que ella y su hermano habían provocado, cuando lo encontró tirado en el piso, respirando con dificultad y sangrando por el costado derecho se su abdomen corrió para ayudarle, pero apenas llegó recibió una patada en su cara, quedó tirada en el suelo.
-Hola Lucy- dijo Adonais, quien se acercó a ella lentamente, Lucy se sentia inferior a él ya que ella estaba tirada en el suelo y él parado muy cerca y con una sonrisa siniestra plasnada en su rostro.
-¿Qué ha pasado? ¿Cómo se ha herido mi padre?
-En tu batalla con Stephen lo has herido ¿no lo recuerdas?- ha Adonais lo sorprendió bastante la ingenuidad de Lucy, él esperaba librar una gran batalla con ella.Lucy empezó a llorar mientras abrazaba a su padre herido, puso la mano en su herida. Stephen empezó a moverse así que Adonais se dirigió hacia él y después de darle una patada mientras se arrastraba, luego hizo una seña a la policía para que lo llevarán a la camioneta en la que había llegado.
En la camioneta se encontró con Mery, quien empezó a llorar al ver a su enamorado sangrando y destrozado, lo dejaron ahí y después se fueron, Adonais quería asegurarse de tener a la mujer susdos colegas y él se dirigieron hacia Lucy quien aun lloraba y abrazaba a su padre "Corre" dijo su padre "Corre lo más lejos que puedas hija, yo estaré bien, Adonais fue quien me hizo esto". Las mismas palabras las repitió Stephen en la camioneta antes de caer desmayado como ya le había pasadoba Lucy con los pensamientos de Stephen.
-Padre no te dejaré sólo?- dijo Lucy sin soltar a su padre.
Ella se paro y se preparó para pelar contra Adonais y sus secuaces, pero ella no era Stephen, sin importar la malas o crueldad de aquel humano, ella era incapaz de dañar a otro ser viviente inferior.Lo único que pudo hacer Lucy fue lanzar una ráfaga de aire la que alejó varios metros a Adonais y compañía y después salir volando sin rumbo. Pero a Adonais pareció no importarle, tenía a Stephen, pero no debió descuidar la camioneta, Mery había salido de ella con Stephen a las espaldas, al volver a ella con Alberto como reen y ver la celda vacía una cólera lo inundó.
La suerte de Mery terminó cuando Adonais levantó la mirada, la vio a ella y a él. Se acercó pero las siguientes palabras que escuchó dio fibba su celebración
-Stephen esta muerto- Mery no podía contener las lágrimas al no sentir los latidos en su fornido pecho.
Su plan de obtener las armas más fuertes del mundo había fracasado. Todo el mundo estaba sorprendido y atónito y en pocas horas llegó la ayuda médica, mientras las personas presentes eran atendidas Adonais desaparicia entre la muchedumbre y Alberto regresaba a Bogotá, aún melancólico, por la pérdida de sus dos hijo, Stephen muerto; y Lucy, seguro de que nunca la volvería a ver. Ella no podría vivir con lo que había echo