Capítulo 5

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En la cárcel el tiempo pasaba lento, los días eran eternos y le recordaban sus días de colegio, no tardo en reconocer las costumbres y rutinas de los guardias, en la segunda semana había confeccionado una llave maestra, aprovechando que todas las rejas tenían la misma cerradura y los guardias mostraban con múltiples copias de una sola llave, a demás no se fijaban de usar la misma llave en una celda determinada. Para escapar necesitaba ayuda, él solo no podría, los tres afortunados eran: Julian Garmandia, un falsificador de dinero no muy famoso; "Pablito", un hombre tristemente casado que había tenido una amante a la que había amado hasta el asesinato; y Manuel "el llavero", un guardia de seguridad inconforme con la justicia colombiana. El llavero había sido un policía sin mucho que hacer, requisaba a personas que vestían diferente, conversaba con las personas a cerca de las ventajas y desventajas de diferentes trabajos, por las noches fumaba la marihuana que por el día y tarde había quitado a adolescentes curiosos, pero nunca había usado su uniforme para golpear a alguien en un mal día o disfrutar los placeres de una mujer, él se consideraba un buen policía.

Un día dos adolescente furiosos por la confiscación de varios alucinógenos que usaban y vendían cometieron un acto cruel y despiadado, habían asesinado a la mujer a la que el había dado todo su amor, golpearon a su hijo de tres años y acabaron con la vida de su pequeña hija, él mismo los capturó y esperó que la justicia les diera una pena ejemplar por los actos cometidos y que ellos mismos habían confesado, con un poco de orgullo, pero en vez de eso, y por ser menores de edad, recibieron una pequeña multa y algunas pocas semanas en una correccional de Bogotá en las que varios de sus amigos ya se encontraban. Él no toleraría que ese fuera el castigo impuesto a los asesinos de su familia, a los dos días su hijo murió en en hospital al que había entrado por la golpiza que los adolescentes iracundos le habían proporcionado, al día siguiente tomó la decisión de empezar a laborar como carcelero. Su primer lugar de trabajo fue una correccional donde encontró unos conocidos, tras que ellos murieran en una pelea la cual los oficiales no pudieron detener y a la cual nunca se pudo vincular a el "llavero " con ella fue trasladado a una cárcel no tan concurrida y de media seguridad en la parte sur de Leticia.

El "llavero" nunca había tenido intención de ayudar a nadie en la cárcel, pero la historia que le contó Alberto, de la cual todo era una farsa, lo había convencido de corroborar en su fuga; mientras que los otros dos lo hacían por en deseo de ver a sus familias y salir de la prisión, Alberto tenía otros planes.

Anti HomoSapiensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora