La llegada a América fue tranquila para Stephen, en la multitud paso desapercibido y estuvo varias horas esperando a Mery, pero ella nunca llegó. Stephen se empezó a preocupar y a perder la paciencia, al anochecer Stephen fue a buscar un lugar donde pasar la noche y comer un filete con arroz y tomar un vino tinto, el hotel en el que se encontraba era bastante lujoso y bello, el servicio a la habitación era eficiente, cuando término de cenar tocó el único botón de un contestador al lado de su cama y cuando la joven re cepcionista preguntó que necesitaba Stephen se quedó callado, la única mujer con la con la que quería hablar y escuchar si voz era la de Mery. Después de un rato llegó un joven vestido de bleiser negro y corbatín rojo a recoger los restos de su cena, el joven con un acento colombiano empezó a hablar con Stephen
-Señor ¿qué es lo que le ocurre?
-Me han dejado plantado, venía con una chica en el mismo vuelo, ella en primera clase y yo en corriente pero ella nunca llegó.
-Sabes que los de primera clase bajan primero ¿verdad? Tal ves alguien de la universidad halla ido a recogerla.
-Si, tal vez, creó que mañana iré a buscarla... Por el momento deseo estar sólo.
-De acuerdo sir, recuerde que el hotel Palace esta para servirle- esta últimas palabras las dijo con un tono publicitario memorizado lo que e hizo que sonora vacío y son sentido.
Stephen se dejó caer en la cama y cerro los ojos para poder descansar, por primera vez en su corta vida el estaba actuando como un humano común y corriente, uno más del montón.
Al poco tiempo la bocina de el contestador empezó a sonar, Stephen dejó sonarla varias veces, luego preguntó de mal humor "que quieren" la recepcionista con la poca amabilidad que le quedaba después de seis horas de trabajo y recibir una respuesta como esa dijo "una persona desees hablar con usted" una pequeña sonrisa se desprendió de sus labios, lo primero que paso por su cabeza fue que Mery lo había encontrado, no era muyf difícil encontrar a alguien que se regisrraba sin apellido, pagando en efectivo y con una forma tan particular de vestir. Pero en su habitación entró alguien diferente
-Hola Stephen- dijo él- soy un gran admirador tuyo- extendió su mano a lo cual Stephen la rechrechazo.
-¿Quién es usted?- Preguntó Stephen.
-Un delegado de la universidad, Mery esta conmigo, si desea estar con ella venga con nosotros, ella ya se instaló en la U.
-De acuerdo ire.
Stephen entró a un escarabajo de finales de los años noventa de color rojo, Stephen empezó a adormecerse. Al llegar se dio cuenta de que no estaba en una universidad sino en una base militar, el delegado se había cambiado con un uniforme militar, el estaba esposado en un cuarto de interrogación con Adonais, vio en una silla con las manos atadas y la boca rapada con cinta gris a Mery, lo que le impulso una gran ira que término matando a los dos guardaespaldas de Adonais y estuvo a punto de hacerlo con él también, pero algo lo detuvo.
