Capítulo 10

64 9 4
                                    

—Gracias a Dios, ¡estás bien!

Pavel frunció el entrecejo al hombre que se había lanzado sobre él y lo abrazaba estrechamente. Estaba junto a una legión entera de mujeres, que lo asaltaron con preguntas y comentarios en la más extraña gama de acentos que jamás había escuchado. Algunos tan espesos, que las palabras le parecían puros sin sentidos.

Completamente desorientado y confundido, no sabía qué hacer.

Hasta que se fijo en un alto hombre rubio, parado cerca de un espejo grande. La furia oscureció su vista mientras la sangre hervía en sus venas.

—¡Tú maldito bastardo! —Olvidando que seguía en el cuerpo de Pooh, se impulsó hacia Supanut.

Supanut lo agarró en un apriete de acero y lo sostuvo con una facilidad que fue tan exasperante como frustrante. ¡Maldita su fuerza!

—¡Hey, hey, hey! —dijo Supanut. —¿Te salvé y me atacas por eso? ¿Qué es lo que te hicieron?

—¡No es Pooh a quién salvaste, Supanut! ¡Estúpido hijo de puta! —rompió en una seguidilla de maldiciones.

Supanut lo agarró por la garganta y lo sostuvo inmóvil contra el vidrio.

—¿Pavel?

—¿Alguien sabe en qué están hablando? —preguntó una mujer de cabello oscuro.

—Seh, es galés antiguo. Pero sus acentos son tan espesos, que no puedo seguirlos. Además, tengo la sensación, dado el estridente tono de Po, que no está usando palabras halladas comúnmente en los diccionarios.

Pavel las ignoró mientras le gruñía enojado al hermano que no había visto en mil años. Un hermano que quería destripar.

—Tienes que regresarme. ¡Ahora!

Con una expresión de ira infernal, Supanut apretó su agarre hasta el punto de casi matarlo antes de lanzar a Pavel lejos.

—¿Qué le hiciste a Po? ¡Si lo dañaste, juro que te veré muerto por ello!

Pavel lo enfrentó con furia, deseando tener sus poderes para desgarrarle la garganta.

—Oh, aye, tuve que hacerle algo. Dios sabe, un demonio como yo nunca podría haber intentado protegerlo, es eso, ¡¿no es así?! Eso es todo lo que soy para ti, hermano. ¡Algo para ser odiado y despreciado porque te ves en mí y no puedes soportarlo!

Supanut lo golpeó con una descarga astral tan fuerte que lo levantó de sus pies y lo envió patinando por el piso.

Cuando Supanut tomó un paso adelante, otro hombre se paró entre ellos e hizo retroceder a Supanut.

Pavel lo observo con cautela. Como un demonio, él sabía que Mew tenía sangre parcialmente demoníaca. Pero era de una raza diferente a la suya. Y había mucho más poder en esta criatura de la que un demonio solía tener. El poder de congelar humanos estaba en el nivel de los Dioses. Así que se contuvo a sí mismo para ver, para aprender con que estaba lidiando.

—¿Qué eres tú?

—Soy uno de los que está preocupado por Pooh ¿Dónde está?—al menos Mew no lo juzgaba. Es más, solo estaba intentando llegar a la verdad del asunto.

—Mis enemigos cambiaron nuestros cuerpos así podrían torturarlo para llegar al escudo de mi abuelo. Estaba tratando de detenerlos cuando me arrastraron aquí. Tengo que volver antes de que la lastimen. Envíenme de vuelta, ¡ahora!

Supanut señaló los espejos, donde Pavel vio la hermosa cara de Pooh viéndolo.

—¡Mírate a ti mismo, hombre! ¿Cómo planeas combatirlos luciendo así? Ellos tienen tus poderes y tú te encuentras en su cuerpo. ¿Realmente crees que puedes hacerlo solo? ¿Qué vas a hacer? ¿Estornudarles encima y rogar que mueran de una infección sinusal en un mes?

˗ˏˋ 25 PavelPoohˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora