˗ˏˋ 25 PavelPoohˎˊ˗

Capítulo 18

—¿Brit? ¿Realmente eres tú?

Pooh parpadeó ante la increíblemente hermosa pelirroja delante de ella.

—¿Perdón?

La mujer lo agarró por la barbilla inclinando su cabeza de modo que pudiera verlo detenida y profundamente a los ojos.

—¡Eres tú! —respiró con una sonrisa brillante. Las lágrimas corrieron por sus mejillas cuando tomo a Pooh en un abrazo emotivo y lo mantuvo allí.

Con los ojos abiertos, Pooh miró sobre su hombro hacia donde estaba Pavel levantándose de la cama para enfrentar a la mujer que lo sostenía.

—¡Libérala!

La mujer giró y resopló con desdén.

—¡Y tú! —ella lo jaló en un apretado abrazo. —¡Los he echado terriblemente de menos! —les gruñó sacudiendo la cabeza. —¿Por qué quisiste ser mortal? Nunca entendí tu razonamiento. Y tienes que estar reconsiderándolo, de otra manera no serías tú, ¿verdad?

Pavel intercambió una mueca desconcertada con Pooh.

—Y creo que tú eres la única quien me confunde, muchacha.

La tristeza oscureció los vibrantes ojos verdes de la mujer. Y ahora que Pooh pensaba en ello, ella se parecía mucho al hijo de Mew, Bank.

—No me recuerdas en absoluto, ¿verdad?

—¿Artemisa?

Pooh vio que la alegría regresó a su hermoso rostro.

—¡Me conoces! Lo sabía, no puedes olvidarme. ¡No después de todo lo que hicimos la una por la otra! —ella tiró de Pooh para otro apretado abrazo. —Nunca debí dejar que fueras a Gran Bretaña. Asqueroso ese lugar. ¿Por qué no regresaste a casa? —hizo un puchero hacia Po, entonces alisó su cabello. —Pero están de regreso ahora, ¿no es así? ¡Ambos!

Pooh mordió su labio, inseguro de cómo contestar.

Artemisa acarició su hombro.

—Está bien. Me recordarás. A su tiempo. Sé que me recordarás—. Ella dejo caer su mirada y enrojeció cuando se dio cuenta que Pooh estaba allí de pie desnudo y ella los había interrumpido en la cama. —¡Ah... ah! Lo siento tanto. No lo pensé. Cuando Isbank me dijo que estabas de regreso... Quería verte inmediatamente. ¡Perdonen mi intrusión!

Completamente sorprendido, Pooh miró a Pavel.

—¿Soy solamente yo, o atraigo a cada ser extraño del universo?

Él rió de eso.

—Tú me atrajiste, así que no creo que deba comentarlo.

Pooh lo besó, luego se retiró hacia atrás con el ceño fruncido.

—¿Te sientes reencarnado?

—No realmente. ¿Tú?

Sacudió su cabeza.

—¿Extraño, huh?

—¿Alguna idea de lo que quiso decir sobre la gwiddonod?

—Ingles amigo, habla inglés.

Riendo, Pavel lo besó.

—Brujas, amor. Ella habló de la maldición de una bruja.

—Ninguna idea —arrastró su mirada sobre su largo y musculoso cuerpo y sintió el calor acumulándose dentro de él otra vez. Dando un paso más cerca, alzó su mentón de modo que pudiera pellizcar la mandíbula más sexi que había visto alguna vez.