ESCENA EXTRA

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—¡Eres un bastardo!

Entrando en su tienda de guerra, Nut se congeló cuando oyó el tono furioso de Ping. No era nada en comparación con la bofetada que le dió tan pronto como cerró la distancia entre ellos.

El demonio en él se alzó, exigiendo su sangre por el asalto. Pero lo sofocó, por una sola razón.

Se lo merecía.

Sus ojos oscuros brillaron cuando Ping lo miró con la furia de todo su panteón. Su respiración entrecortada, luchaba por controlarse.

Él lamió la sangre en los labios debido a su golpe.

—¿Supongo que estás molesto conmigo, amor?

—Ni lo digas... —gruñó en advertencia mientras caminaba alrededor de él, arrastrando las pesadas faldas de brocado en sus puños fuertemente apretados.

Nut arqueó una ceja, todavía sorprendido de que Ping estuviera en su tienda en medio de la guerra que asolaba en el exterior. Más aún...

—Pensé que juraste que nunca respirarías el mismo aire que me rodeara. —Esa fue la versión educada de sus palabras, en todo caso.

Hace dos meses, después de haberse enterado de quién y qué era en realidad, Ping le había roto el corazón, pateado de su cama, y desterrado de la única felicidad que realmente había conocido.

—¡Estoy embarazado!

Nut sintió que el color se drenaba de su rostro cuando esas palabras le golpearon incluso más fuerte que su mano.

—¿Qué?

Por un latido increíblemente estúpido, casi le preguntó quién era el padre, pero su furia le respondió eso lo suficientemente bien. Era su descendencia lo que Ping llevaba. La alegría le atravesó ante la perspectiva. Ni una sola vez había considerado la posibilidad de la paternidad.

Pero esa felicidad se vio truncada el momento que Ping habló de nuevo.

—¡Lo has hecho a propósito! ¿Qué? ¿Tienes planes para ofrecerlo a tu padre como un regalo?

Nut lo miró boquiabierto ante su insinuación.

—Tú no crees eso sinceramente, ¿verdad? 

—¡Eres un demonio! ¿Qué más debo creer? La razón por la que te acostaste conmigo era llegar al escudo de mi padre.

Totalmente falso, pero ellos ya habían tenido esta discusión. Ping se negaba a verlo como algo más que una herramienta de su abuelo. Y no era por eso que lo había seducido.

Durante un tiempo, entre sus preciosos brazos, casi había sido normal.

Se limpió sus labios inflamados.

—No fue la única razón. Eres bastante impresionante cuando no me estás golpeando. 

Ping lo miró.

Nut se preparó mientras consideraba las implicaciones de lo que habían hecho.

—Entonces, ¿qué estás planeando hacer con el bebé?

—Quería arrancarlo de mi vientre en el momento en que supe de él, pero me han dicho que el proceso podría matarme. Por ser de sangre demonkyn, tengo que tenerlo.

Esas palabras le dolieron hasta la esencia de su alma. Sólo una vez, daría cualquier cosa por ser algo más que la despreciada descendencia de su padre.

—Él sólo va a ser un cuarto demonio.

—Una sola gota es suficiente.

Nut hizo una mueca. Por supuesto que lo era. Debería saber eso a estas alturas.

˗ˏˋ 25 PavelPoohˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora