TaeHyung suspiro y se acomodo mejor en su asiento para poder responderle correctamente al hombre que deliberadamente había tomado asiento a su lado. Acomodando sus pies encima de la pequeña mesa donde reposaba un florero y varias decoraciones más.
— ¿Por qué más estaría aquí si no es por que me invitaron? Obviamente que tenemos baños, es usted muy grosero, eso ya me queda claro. — El mayor dejo salir una carcajada dándole un trago a su vaso de whisky. — Además, ¿como iba yo a saber que usted estaba ahí dentro? Si lo hubiera sabido ni siquiera me hubiera acercado a esa habitación, para que lo sepa. — JungKook sonrió ladino apoyando el peso de su cuerpo en el apoya brazos.
— Ya veo, me parece perfecto que usted no quiera acercarse a la habitación en mi presencia, no me gustan los donceles descarados. — Informó dando otro trago a su vaso.
TaeHyung abrió un poco su boca ofendido. ¿Como se atrevía? Ese hombre era un completo idiota.
— ¿Por qué cree usted que me importaría si le gustan o no los donceles descarados? — El pelinegro se río nuevamente. Le gustaba la manera de responder de ese castaño. Era afilada pero sin llegar a la ofensa, sin mencionar que en todo momento estuvo hablándole con respeto, incluso si saber la edad, eso le parecía atractivo. Su forma de defenderse y el bonito color que tomaban sus mejillas cuando hacía un comentario.
— Solo decía. — TaeHyung bajo la mirada a sus manos, sin poder soportar la mirada que el pelinegro estaba dándole en ese momento, con una sonrisa burlona y una expresión tranquila. Sus ojos eran más rasgados que los suyos, haciendo ver su mirada caída, como si estuviera cansado.
Antes de que la conversación pudiera seguir la puerta de la casa se abrió dejando ver a la pareja. La mujer entró primero y sonrió en grande al verlos sentados juntos.
— Mi amor, que bueno que viniste. Justo estaba por ir a tu casa por ti — TaeHyung le sonrió y camino con ella. La mujer camino hasta el y le dio un abrazo, para después acariciar sus mejillas. A TaeHyung le llenaba el corazón cuando la mujer hacia eso. — ¿Ya conociste a mi hijo?
— Madre, ¿a mi no me recibes? — Cuestionó el pelinegro caminando hasta la fémina y mirándola desde arriba, la diferencia de altura si que era mucha, con ambos.
— Te salude esta mañana, hijo. Tae, este es mi hijo, JungKook, es de quien te he estado hablando. — La mujer miró a su hijo y sonrió. JungKook extendió su mano hacia el doncel y este la tomó, estrechandala.
— Un placer, soy JungKook, aunque ya nos conocemos un poco. — TaeHyung soltó la mano contraria con las mejillas tibias después de que este besara el dorso de su muñeca.
— Soy TaeHyung, Kim TaeHyung. — El castaño sonrió levemente. — Un gusto. — La mujer los miro y sonrió satisfecha. Ambos se veían muy lindos juntos. TaeHyung era todo lo contrario a su hijo y eso los hacía resaltar a su manera, muy lindos.
— Bien, vayamos a comer antes de que se enfríe la comida. — La mujer camino tomando al doncel del brazo. TaeHyung miró a sus espaldas y el peliengro estaba ahí, sonriendole. Algo en su pecho se movió, porque no pudo evitar sentirse bien.
La mujer sentó al doncel justo al lado del pelinegro. TaeHyung aún estaba nervioso por la situación pasada, pero algo dentro de él se sentía diferente. SeoRi camino a la cocina para traer la comida. TaeHyung también se levantó de su silla para ayudarle, se sentía raro si no hacia nada.
— Por favor, déjame ayudar. — Habló el castaño. La mujer sin poder negarse a sus peticiones, acepto sin rechistar. Quería que TaeHyung en su casa se sintiera atendido, cómodo y libre de responsabilidades, pero era como hablarle a las paredes cuando le decía que no tenía que limpiar, el doncel siempre buscaba algo en lo que ayudarle, por instinto y no solo a ella.
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𝗧𝗼𝘄𝗻 𝗟𝗼𝘃𝗲. ะ❀;|KookV
FanfictionTaeHyung vivía una vida monótona en un pequeño pueblo a las afueras de Seúl, pero eso cambió cuando ese fuerte hombre peliengro apareció frente a él. JungKook un abogado recién titulado llega al pueblo de vacaciones para visitar a sus padres, sin co...