Capítulo 3.

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JungKook entro por la puerta abierta que anteriormente el doncel había dejado de esa manera. No quiso seguir discutiendo con su madre por lo que decidió ir y ayudar al castaño con lo que tenía que hacer, de cualquier manera no tenía nada que hacer ese día y para tener a su madre contenta. Sabía que ella quería emparejarlo con TaeHyung, muchas veces le hablaba de ese doncel cuando estaban al teléfono.

El pelinegro sacudió sus manos tratando de dispersar el humo que salía de la cocina, al parecer se habían quemado completamente. Toda esa cantidad de humo dejaba claro que no tenian arreglo. Sin decir una palabra camino hasta la cocina y se encontró con el doncel castaño apoyando sus manos en el mesón de piedra, mientras que observaba el bizcocho quemado, al parecer lloraba, aunque muy silenciosamente.

— ¿Estas bien, pastelero? — Cuestionó mirándolo todo a su alrededor. La casa era bonita, muy sencilla para el, pero bonita. Por lo menos tenía lo necesario. TaeHyung al escucharlo rápidamente se seco las lágrimas traicioneras que recorrían sus tibias mejillas. — ¿Necesitas ayuda?

El castaño negó levemente con la cabeza para después tomar los moldes y sacar el contenido de estos, todo bajo la atenta mirada del pelinegro, quién se sentía un poco mal, después de todo era culpa suya por haber retenido al doncel más tiempo de lo debido.

— Esta bien, no te preocupes. No es nada, haré otra vez los bizcochos, gracias por preguntar. —  TaeHyung le sonrió como forma de agradecimiento, pero JungKook sabía que había amargura detrás de esa sonrisa cuadrada suya.

El pelinegro asintió mirando el techo un par de veces. No creía que ese doncel tuviera orgullo, aunque le parecía atractiva la forma en la que no babeaba por el desde el primer instante, era más emocionante eso. Atraerlo a su red como si fuera una mosca y el una araña.

— Bien, perfecto. Entonces no lo tomes como una ayuda, te pagaré si me enseñas algunas cosas. Tengo curiosidad por aprender. — Jeon camino lentamente hasta apoyar su espalda en el mesón. TaeHyung lo miró bastante indeciso. — Vamos, no me digas que se te hace difícil enseñarme algo que parece tan sencillo de hacer.

TaeHyung rodó los ojos soltando una risita. Realmente no sabía nada de repostería. Eso no era tan sencillo, tenia un procedimiento detallado y que debía llevarse al pie de la letra si quería que las cosas saliesen bien. No era so agregar ingredientes al recipiente y batir.

— Bien, pero no aceptare dinero, no es necesario. — TaeHyung le sonrió y luego lavo los moldes y los dejó a un lado para que pudieran secarse. — Primero lávate las manos y trae el delantal que está colgado allá. — Ordenó el castaño, a lo que JungKook obedeció sin protestar, después de todo estana ahí pata hacer lo que TaeHyung dijera.

El castaño busco todos los ingredientes necesarios y los puso sobre la mesa, una vez tuvo todo lo que necesitaba volteo para ver al peliengro batallar para ponerse el delantal. El castaño aguanto una carcajada y y solo sonrió.

— Más vale que no te rias. — La formalidad entre ellos habia acabado. No veía la necesidad de ser tan formal siendo que lo vería todos los días y era mucho mayor que el. Sus padres habían mencionado que estana por cumplir los 20 años, si que era un niño. — Esto es complicado de poner, nunca lo había hecho antes.

TaeHyung sonrió y le quito el delantal de las  manos, desatando los nudos que su madre había hecho. Resulta que JungKook trataba de meter sus brazos por dónde iba la cabeza. A TaeHyung eso le parecía tan torpe y tierno, Muy lindo.

— Es sencillo. — Se puso de puntillas para poder pasar las cintas alrededor de su cuello y luego hacer un bonito lazo. Su concentración estaba en el listón, pero JungKook solo miraba sus labios. Bonitos, gorditos y colorados. Tenía ganas de chocar sus labios contra esos, quería probar suerte y ver si podían ser tan suaves como un malvavisco y tan dulces como la miel. — Listo, ahora solo falta la parte de abajo.

𝗧𝗼𝘄𝗻 𝗟𝗼𝘃𝗲. ะ❀;|KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora