Capítulo 11.

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Las semanas pasaron y TaeHyung sentía que los días se hacían infinitos. No podía dejar de extrañar a su novio, quería verlo y pasar el rato con el. Últimamente hacía los pasteles demasiado rápido y ya no tenía con qué entretenerse, hasta que el doncel pelirrojo apareció en su puerta una tarde. Si había tenido un avance su amistad pero aún así no eran tan cercanos todavía.

Desde ese día los donceles se volvieron inseparables, TaeHyung se la pasaba toda la tarde en la casa del mayor, ayudándolo con sus recetas y algunas cosas más. Jimin le había enseñado a bordar y había descubierto que realmente le gustaba eso. También le enseñó a tejer. TaeHyung había comenzado a bordar cosas en sus vestidos y la verdad era que estaba satisfecho con el resultado, no podía estar más feliz y agradecido con JiMin.

El tiempo que pasaba con el pelirrojo cada vez era más y su madre se sentía tranquila de ver que por fin tenía un amigo de verdad. Una persona que no se burlaba de su hijo y que le enseñaba todo lo que podía, estaba feliz de que TaeHyung no estuviera deprimido.

— Listo, el pollo ya se termino de freír, verás que es de lo más rico con todo lo que hicimos. — El castaño tomó el tazón con puré de papas y lo puso sobre la mesa. Ese día almorzarian junto con el esposo de JiMin, quién había viajaba en tren dos días a la semana para poder estar con el. JiMin era afortunado y su esposo aún más. — Dame eso, no puedes esforzarte demasiado, ¿recuerdas?

El mayor le quito la comida de las manos al pelirrojo. No podía permitir que a su esposo le pasara algo. Después de dejar las cosas sobre la mesa regreso a la cocina por lo que faltaba. El pan que TaeHyung había preparado ya estaba listo, solo había que sacarlo del horno. YoonGi se puso los guantes del doncel y saco la bandeja del horno con cuidado.

— Uh, eres tan caballeroso. — Halago acariciando el brazo del mayor después de que este pusiera la bandeja sobre la mesa JiMin se metió entre sus brazos. — Te he extrañado mucho, no me gusta dormir sólito. — Murmuró recibiendo toda la atención del pelinegro. YoonGi abrazo la espalda baja del pelirrojo acercándolo más a su cuerpo y ambos sonrieron cuando la barriga de cuatro meses y medio se interpuso entre ellos.

— No sabes lo difícil que es para mi tener que irme, además escogimos este lugar porque es calmado y será bueno para el bebé, además mis padres vinieron aquí un largo tiempo y es acogedor. — Murmuró besando suavemente los labios de su esposo. — Solo tenemos que esperar un poco más antes de conseguir el subsidio del gobierno por trabajar 10 años en ese bufete.

JiMin abulto sus labios y el mayor no se contuvo al besarlos. Las manos del peliengro abrazaron con más fuerza las caderas del menor, inclinándose más para poder alcanzar más fácilmente sus dulces labios. Los sonidos de chasquidos llenaron la cocina, ambos estaban perdidos en el cariño mutuo.

— Mimi, ¿sabes si el pan ya esta listo-. — TaeHyung dejo escapar una risita. — Lo siento, continúen. — Se disculpó saliendo de la cocina con la vergüenza notable en sus mejillas. Le parecía tierna la forma en la que YoonGi trataba a JiMin, era como si fuera la cosa más frágil del planeta tierra, como si evitara cualquier cosa que pudiera alejarlo de su amado esposo, el quería algo así para el.

JiMin se separo de los labios del mayor después de que el doncel entrará a la cocina. Le daba vergüenza con TaeHyung porque era su invitado pero a su esposo parecía no importarle nada. Quería seguir besandolo todo el rato, así que después de un casto beso JiMin lo mando a llevar el pan mientras el buscaba los vasos y los cubiertos.

Después de un rato los tres estaban por fin disfrutando de la comida que ambos donceles habían preparado. YoonGi no paraba de recalcar lo rico que estaba todo, que era el mejor almuerzo que habi probado jamás.

𝗧𝗼𝘄𝗻 𝗟𝗼𝘃𝗲. ะ❀;|KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora