Aromas del Destino - Kakairu

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La luz del amanecer se filtraba a través de las cortinas de mi apartamento, pero en lugar de un despertar revitalizante, me sentía como si hubiera corrido una maratón. La pesadez en mi pecho y la falta de energía eran como una niebla espesa que se negaba a disiparse. Con gran esfuerzo, me levanté de la cama, cada movimiento un recordatorio de la carga invisible que llevaba.

Caminé pesadamente hacia la cocina me moria de hambre. Mientras preparaba el desayuno, mi perro Pakkun se acercó con su habitual entusiasmo. Su presencia siempre lograba arrancarme una sonrisa, incluso en los días más oscuros.

-Buenos días, Pakkun. Parece que hoy será otro día con la misma rutina-le dije, tratando de sonar más animado de lo que me sentía.

Pakkun me miró con esa expresión que siempre parecía decir más de lo que las palabras podían transmitir. "¿Otra misión peligrosa, Kakashi?"

Me reí, rascándole la cabeza. -Algo así, amigo. Pero primero, sobrevivamos el desayuno-

Después de desayunar, me duché y me alisté para dictar mis clases de karate. La rutina de la mañana en la academia siempre me ayudaba a despejar la mente. La sala de entrenamiento estaba llena de estudiantes entusiastas, y me sumergí en las lecciones, corrigiendo posturas y demostrando técnicas.

Al terminar las clases, Naruto se me acercó, su energía contagiosa como siempre-¡Oye, Kakashi-sensei! ¿Puedo hacerte una pregunta?-

-Claro, Naruto. ¿Qué pasa?-respondí, curioso por su tono.

-¿Podrías acompañarme a explorar un poco? Quiero preguntarte algunas cosas sobre técnicas de karate mientras caminamos-dijo, sus ojos brillando con emoción.

Asentí. -Claro, Naruto. Será un buen cambio de ritmo. Vamos.-

Mientras caminábamos, discutimos algunas tácticas y estrategias de karate. Naruto estaba lleno de preguntas, y disfruté de su entusiasmo.

-Sensei, ¿alguna vez has pensado en usar el movimiento de sombra en una pelea real?- preguntó Naruto, con los ojos brillando de curiosidad.

-Claro, Naruto- respondí. -Es una técnica avanzada, pero muy útil si se ejecuta correctamente. La clave está en distraer a tu oponente justo en el momento adecuado-

Caminamos un rato más y llegamos casualmente a la iglesia Paz. Vimos a varios policías en la entrada, lo que hizo fruncir el ceño a Naruto. -Sensei, ¿qué crees que haya pasado aquí?-

Con un cinismo bien practicado, respondí-Ni idea, Naruto. Tal vez solo es un día agitado-

Continuamos nuestro camino y pasamos por un mercado concurrido. Fue allí donde vimos a Iruka. Naruto, emocionado, se abalanzó sobre él.

-¡Iruka!- gritó Naruto, abrazándolo con fuerza.

Iruka levantó la vista, y al ver a Naruto, su rostro se iluminó con una sonrisa cálida. Luego, sus ojos se encontraron con los míos, y se notaba la sorpresa en su mirada - ¿naruto que haces aqui?-pregunto volviendo a ver a naruto

Naruto intervino rápidamente. -¡vine con mi sensei a explorar el vecindario ! No sabía que te encontraría por aquí siempre estas en tu floreria-dijo apartandose del abrazo

Iruka sonrió, un poco desconcertado pero amigable al parecer se animo a hablarme-Vaya sorpresa. Tu nombre es Kakashi, ¿verdad? El que vino a comprar tulipanes ayer.-

Me acerqué y asentí.-Sí, soy yo. Es una coincidencia interesante encontrarte aquí-

Hubo un momento de incomodidad mientras intentábamos encontrar algo más que decir. Finalmente, decidí romper el hielo-Entonces, Iruka al parecer tambien conoces a naruto ¿como lo conociste?-dije de manera animada 

Iruka sonrió, mirando a Naruto con cariño-Lo conocí cuando solo tenia 4 años...desde entonces casi siempre paramos juntos mi casa es su segunda casa practicamente-

Naruto, con su típica energía, intervino nuevamente. -si , ¡Iruka siempre me ha apoyado, incluso cuando los demás no lo hacían! Le tengo un gran cariño siempre me ah cuidado desde pequeño-

Sonreí, viendo la conexión entre ellos. -Eso suena a un buen padre y hijo-

los dos sonrieron.Naruto, curioso como siempre, preguntó-a todo esto , ustedes se conocen?

Iruka y yo intercambiamos miradas y decidimos ignorar la pregunta de Naruto claramenta con las justas sabiamos nuestros nombres -Kakashi, ¿cómo es que te convertiste en su sensei de karate? que casualidad- preguntó Iruka, tratando de cambiar de tema.

-Bueno, necesitaban a alguien con experiencia y tiempo libre. Y resultó que yo cumplía con esos requisitos- respondí

Naruto se rió. -¡Y además es muy bueno en lo que hace!-

La conversación continuó, y aunque Naruto intervenía a veces de manera cómica, no podía dejar de pensar en lo lindo que era Iruka. Sus gestos, su voz, todo parecía captar mi atención.

Iruka sonrió, sus ojos brillando con calidez.-Ha sido un día bastante tranquilo, encontrarte aquí lo ha hecho más interesante.-no pude evitar que mi corazon latiera de manera rapida , que Iruka me encuentre interesante hace que sienta cálido mi pecho entonces respondí

-Lo mismo digo , por cierto ¿Me darías tu número ? Siempre llevo conmigo el número de los encargados de mis alumnos , ya sabes por si pasa algo - pregunté , obviamente también era una excusa para poder hablarle

Irika se sonrojo un poco creo que sí se dio cuenta de mis intenciones y me alegra

-claro que si - dijo , me pareció un poco cómica la cara de Naruto al ver que iruka si accedió a darme su número se veía un poco celoso

Le extendí mi teléfono para que iruka registrara su número
El lo hizo y me devolvió mi teléfono

-por cierto como va el avanze de naruto- pregunto

-va bien pero si se concentrar más y no sería tan energético o como yo le digo "torbellino" avanzaría mucho más rapido-respondi , Naruto se quejo lo cual los dos nos reímos seguimos hablando pero de repente, noté algo por el rabillo del ojo. Una figura conocida se movía entre la multitud.

Me detuve, tratando de no parecer demasiado obvio. -Lamentablemente, debo irme. Ha sido un placer, Iruka-

Iruka parecía un poco decepcionado, pero asintió. -Entiendo, Kakashi. Espero verte pronto- nos despedimos moviendo las manos a lo lejos sin duda iruka es un encanto

Mientras me alejaba, seguí a la figura entre la multitud del mercado. Las calles estaban llenas de gente, y avanzar se volvió una tarea difícil. La tensión aumentaba a medida que me acercaba. Finalmente, alcancé a la figura y reconocí a Yamato, mi informante.

"¿Yamato? ¿Qué pasa?" pregunté, mi voz baja pero urgente.

Yamato me entregó unos papeles rápidamente. "Tienes una nueva misión. Lee esto cuando estés solo."

Antes de que pudiera decir algo más, Yamato desapareció entre la multitud. Me quedé allí, sosteniendo los papeles, sintiendo el peso de otra misión sobre mis hombros. Mientras regresaba a casa, los pensamientos sobre Iruka y la nueva misión se entrelazaban en mi mente, dejándome con un sentimiento de incertidumbre y expectación.