Kakashi se encontraba en su garaje, un lugar sombrío y casi estéril, donde la luz apenas penetraba, El único sonido que rompía el silencio era el chasquido metódico de un cuchillo afilado y el goteo lento de "liquido rojo" sobre el metal. La tarea de hoy era particularmente desagradable, incluso para alguien tan experimentado como Kakashi. El cliente había sido muy específico en sus demandas: la "materia" debía ser "desarmado", cada parte separada con precisión quirúrgica. No había lugar para errores.
Con un semblante frío y calculador, Kakashi se movía con una eficiencia aterradora. Sus manos, expertas en este macabro arte, se desplazaban con una precisión que solo la práctica infinita podía otorgar. La hoja cortaba la "carne" con una facilidad inquietante, como si la materia no fuera más que un objeto cualquiera, sin alma ni historia. Pero mientras sus manos trabajaban, su mente estaba lejos de allí.
Sus pensamientos se desviaban constantemente hacia Iruka. La sonrisa cálida de Iruka, su risa contagiosa, y esos ojos que parecían ver a través de todas las máscaras que Kakashi llevaba consigo. Recordó la suavidad del abrazo de Iruka y besos en la mejilla que le había dejado una sensación tan agradable.
Un sentimiento de culpa comenzó a crecer en su pecho. Aquí estaba, cometiendo uno de los actos más atroces, mientras su corazón anhelaba algo tan puro como el amor que estaba empezando a sentir por Iruka. La dualidad de su vida era abrumadora: por un lado, un asesino a sangre fría capaz de "desarmar una materia" sin inmutarse, y por el otro, un hombre que se estaba enamorando, sintiendo cosas que nunca antes había experimentado.
Cada corte, cada movimiento preciso con el cuchillo, se volvía más pesado, cargado de la contradicción interna que lo consumía. "¿Cómo puedo seguir haciendo esto?" se preguntaba "¿Cómo puedo acercarme a Iruka sabiendo que esta es mi verdadera realidad?"
La sensación de pertenecer a algo más que la oscuridad, de poder tener una vida que no estuviera definida solo por la muerte y la violencia. A pesar de "el liquido rojo" que cubría sus manos en ese momento, Kakashi sabía que también estaba buscando redimirse, aunque fuera solo un poco, aunque fuera solo por una persona.
Finalmente, cuando el último corte fue hecho, se detuvo por un momento, respirando profundamente. La frialdad de la tarea completada chocaba con el calor en su pecho, ese que Iruka había encendido sin siquiera intentarlo. Sin embargo, la realidad volvió a golpearlo cuando escuchó el timbre de la puerta. No se asustó, pues sabía que podría encargarse de cualquier situación que se presentara. Se limpió las manos lo mejor que pudo y abrió el aplicativo en su celular para revisar quién estaba en la puerta.
Cuando vio a Iruka en la pantalla, casi dejó caer el teléfono de los nervios. Iruka estaba afuera. En cuestión de segundos, Kakashi metió todas las partes de la "materia" en el refrigerador, cerró la puerta del garaje con llave y corrió hacia el baño para lavarse a fondo y cambiarse de ropa. "Tenía que actuar con naturalidad," pensó mientras trataba de controlar su respiración.
Al abrir la puerta, trató de sonreír.
—Iruka, ¿qué haces aquí? Ven, pasa— no terminó de hablar cuando Iruka lo jaló de la camiseta y lo atrajo hacia sí, besándolo con una pasión que Kakashi no había anticipado. El beso era urgente, cargado de desespero y necesidad, como si Iruka hubiera estado conteniendo esos sentimientos por mucho tiempo.
Kakashi quedó momentáneamente aturdido, pero solo le tomó un segundo responder. Correspondió al beso con igual fervor, sus manos firmemente en la cintura de Iruka, sosteniéndolo como si fuera la única cosa real en su mundo. La sorpresa se desvaneció, reemplazada por una oleada de emoción intensa. El frío asesino de minutos antes se desintegró, dejando al descubierto a un hombre que, aunque no lo había admitido abiertamente, se estaba enamorando profundamente.

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Aromas del Destino - Kakairu
FanfictionEn una ciudad moderna y bulliciosa, Kakashi Hatake es un asesino a sueldo conocido por su eficiencia y su misteriosa identidad. Vive una vida solitaria y peligrosa, siempre en la sombra, llevando a cabo misiones para los clientes más poderosos. Iruk...