¡Hola! Soy West/Westy
Traigo algunas historias cortas con algunos personajes de el anime Kuroko No Basket
¡Espero que lo disfrutes!
Mis portadas son un asco, pero las historias valen la pena, lo juro 😭
Personaje: Kuroko Tetsuya Pronombres: Femeninos Nombre del OC: Oyuki Stanford
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Ella era extranjera
Ella era una chica morena preciosa
Oyuki era la chica que siempre tenía algo positivo que decir sobre alguien más
—¡Buenas, buenas!
Todos en el gimnasio se giraron para verla
Debías vivir debajo de una roca para no conocerla, o más bien para que ella no hubiera intentado hablarte antes
En el equipo no había integrante al que no le agradara Oyuki, pues había logrado vencer los prejuicios de Kise, el ego de Midorima e incluso los caprichos de Murasakibara entre otras cosas
Todos se acercaban a saludarla o le sonreían apenas lograban verla
—Momoi, te queda espectacular esa falda—dijo con una sonrisa genuina al ver a la peli-rosa
—¿Tu crees, Oyu-chan?—sonrió un poco apenada
—Claro, las faldas tableadas definitivamente te quedan muy bien—asintió dándole un pulgar arriba
Siempre era directa al decir las cosas y se aseguraba de que todos supieran lo bien que les sentaba algún color o algún corte de cabello, no importaba si era mujer o hombre
Así era ella
Oyuki era una chica que además de hermosa, también era increíblemente inteligente
—¡No puede ser!—chilló enfurruñada
—Yo nunca pierdo, Stanford
Creo que estaba un poco ciego, pero podría jurar que Akashi había sonreído con diversión al volverle a ganar en el Shogi
—Nunca digas nunca, Akashi—puntuó en advertencia
El nombrado solo rodeó los ojos mientras ella volvía a acomodar las piezas para una nueva partida
—Nadie le gana a Akachin, ya deberías saberlo, Oyuchin—murmuró Murasakibara con una voz pastosa, comiendo una barra de chocolate
—En realidad ella es buena—interrumpió Akashi—Es muy inteligente y una excelente estratega
Todos lo observaron con atención para escuchar lo que tenía que decir
—Pero yo soy mejor—concluyó
—¡Akashi Seijuro!—chilló incrédula por el tremendo ego que se cargaba mi amigo
Lo curioso es que todos sabían que lo que había dicho era cierto; nadie de nosotros había podido ganarle jugando, incluso los de tercero habían jugado contra ella en el torneo escolar, y la única persona que le quitó el invicto había sido Akashi
Yo solo pude reír cuando la escuché apostar una comida completa, pues su competitividad muchas veces la hacía tomar desiciones apresuradas
Así era ella
Oyuki era el tipo de chica que siempre podías ver priorizando el bienestar de sus amigos
—Debiste traer paraguas
Aquella frase acompañada de una risita jovial me ayudaron a identificar de quien se trataba
—Es que salí rápido de mi casa—murmuré apenado
—Está bien, a veces a todos se nos puede olvidar—su sonrisa resplandeciente casi me hace olvidar que mi uniforme estaba mojado
Ella estaba a mi lado en la misma parada para tomar el autobús
Yo no sabía que más decir. Su simple presencia me causaba un desequilibrio donde solo podía pensar en su bella sonrisa y sus ojos que tenían un brillo precioso
—No en realidad—contestó mientras sacaba algo de su mochila
La vi extendiendo un paraguas que después me tendió suavemente
—No creo que debas mojarte más—declaró insistiéndome con la mirada al ver que yo no reaccionaba
—P-pero es tuyo y...—apenas pude reaccionar cuando ella tomó mi mano para que agarrara el paraguas
—Puedes devolvérmelo luego, fantasmita—rió, recordando la breve conversación que habíamos tenido cuando en un entrenamiento me había preguntado sobre mi habilidad
Apenas pude concentrarme en responder, pero ella ya había salido corriendo debajo de la lluvia después de levantar un poco el saco del uniforme para tapar su cabeza
Oyuki era la chica de la que estuve enamorado durante toda la secundaria, siempre viviendo con la esperanza de que ella me notara un poco más que al resto
Siempre esperando a ser lo suficientemente bueno para ella
Nunca lo logré
Así que cuando todos nos separamos en preparatorias diferentes, me dolió en el alma escuchar que ella regresaría al Reino Unido para continuar con sus estudios
Todos nos despedimos de ella y la vimos entrar al andén donde se encontraba el avión que la alejaría de su vida en Japón
Y en el abrazo que yo le di, silenciosamente le entregué mi corazón en espera de que ella regresara algún día
