¡Hola! Soy West/Westy
Traigo algunas historias cortas con algunos personajes de el anime Kuroko No Basket
¡Espero que lo disfrutes!
Mis portadas son un asco, pero las historias valen la pena, lo juro 😭
Personaje: Aomine Daiki Pronombres: Femeninos Nombre del OC: Yuko
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Estaba poniéndome la bata de baño para entrar un rato a la tina pues hoy había sido un día muy pesado entrenando con Kise
Regularmente era yo quien ayudaba a Momoi en los entrenamientos, pues sus habilidades muchas veces dejaban de lado datos importantes. Además que físicamente era muy buena jugando contra la generación de milagros
Tomé la botella de sake que había sacado de una gaveta en mi cocina y la coloqué junto a la bandeja de fresas con chocolate para llevármela hacia el baño
Estaba amarrando mi cabello cuando escuché como llamaban a mi puerta con urgencia
Suspiré y tomé la perilla antes de abrir
Fruncí el ceño al ver una cabellera alborotada de un tono azul intenso
—¿Que haces aquí?—pregunté arisca
—¿Te divertiste mucho coqueteando en el entrenamiento con Kise?—siseó molesto
Abrí la boca en signo de sorpresa pero rápidamente me recompuse
—Solo hicimos eso; entrenar. Y si me hubiera besado con él ahí mismo, ¿a ti que te importa?—fruncí el ceño
—¡Eres una...!
—¡No vas a venir a insultarme a mi hogar!—grité antes de que terminara su frase. Tomé la puerta con fuerza dispuesta a cerrarla y comencé a empujar
—No he terminado—gruñó impidiendo que le cerrara la puerta en la cara
—Pues yo si, ¡jodete!—chillé empujando con todas mis fuerzas
Sentí como su fuerza se multiplicaba hasta que logró empujar la puerta lo suficiente como para entrar a mi casa antes de que azotara la puerta al cerrarla
—Lárgate de mi casa—chisté
Lo vi apretar la mandíbula
Y en un abrir y cerrar de ojos, me había estampado contra la pared, haciendo que soltara un quejido doloroso
—Vi como te sonreía... como te miraba mientras jugaban—susurró gravemente—Vas a terminar de volverme loco
—Aomine, no entiendo a que viene todo esto—intenté guardar la calma y no dejar que me afectar su cercanía
—Tú eres mía—su tono de voz grave dejó en claro que no estaba feliz
—No, tengo que corregirte. Fui tuya, estuve a tu disposición durante meses... ¿y que hiciste tu?—recriminé—Me dijiste que no sabías si querías una relación.
—Te dije que necesitaba tiempo para pensarlo—corrigió
—Y te dije que te fueras al diablo. Yo te esperé durante semanas y después de todo lo que pasamos y el tiempo que compartimos, decidiste que no era lo suficientemente buena para tener algo serio conmigo—reí amargamente—Eres un completo idiota
—Tenía miedo, Yuko...—susurró mirando al suelo, aún teniéndome apresada entre sus brazos recargados sobre la pared—Yo no quise lastimarte
—Pues vaya intento de mierda
La mirada del peliazul que alguna vez fue mi amante me buscó. Yo intentaba mantener mi fachada dura, fingiendo que había superado completamente todo lo que habíamos pasado
—Tienes razón...—suspiró tomándome del rostro—Solo... solo mírame a los ojos y dime que ya no sientes nada por mi. Te juro que después de eso te dejo en paz para que seas feliz con Kise o con quien tu quieras
Tragué saliva al ver sus bonitos ojos azules mirándome con intensidad, buscando indicios de una última oportunidad
—Yo...—susurré perdiéndome en el mar de sus ojos—desearía ya no sentir nada por ti—desvié la mirada con dolor
Pero entonces, nuevamente siendo más rápido que yo, me tomó de la mandíbula y estrelló sus labios contra los míos. Solté un jadeo sorpresivo, pero como en los viejos tiempos, yo apoyé mis manos en su pecho mientras él me tomaba de la nuca para profundizar aún más el beso