¡Hola! Soy West/Westy
Traigo algunas historias cortas con algunos personajes de el anime Kuroko No Basket
¡Espero que lo disfrutes!
Mis portadas son un asco, pero las historias valen la pena, lo juro 😭
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—A veces dudo que seamos hermanos
Kyoko soltó una risa antes de darle un golpe juguetón en el hombro a su hermano
—Si, ya quisieras que hubiera una melliza mas linda que yo—le sacó la lengua en un acto infantil
Pero aquello hizo sonreír a Kuroko, quien continuaba caminando junto a ella para llegar al gimnasio donde se reuniría de nuevo toda la generación de milagros
Al entrar, todos los presentes se quedaron observando a ambos chicos. Quedaron atónitos de ver a una ya conocida copia femenina de su antiguo compañero
La chica primero fue a saludar a Momoi, con quien habló unos segundos que aprovechó también para conocer a la chica castaña que estaba con el entrenador del nuevo equipo y decía ser el padre de esa chica
Parecía entretenida charlando con el señor hasta que una voz interrumpió el ambiente y la hizo voltear
—Estoy viendo doble o acaso es que Kyokocchi por fin vuelve a visitarnos—canturreó con una sonrisita antes de correr hacia ella para abrazarla
—¡Kise Ryota!—saludó ella, dejándose abrazar antes de tomar su celular para sacar un par de fotos de ambos
—Que gusto volver a verte, Kyoko—la firme voz de Akashi la llamó antes de asentir levemente
—Hola, Seijuro, tanto tiempo sin vernos—sonrió acercándose para abrazarlo también
Aquel chico no opuso resistencia, pero tampoco correspondió el acto. Aunque eso no le molestaba a la chica porque sabía muy bien la forma de ser de ese peli-rosa
—Tetsuya...
Soltó un chillido suave al sentir como unos brazos la levantaba en el aire hasta ponerla a la altura de un chico de cabellos morados
—Atsushi, que gusto ver que ya no has crecido más—sonrió divertida—Otro poco y atraviesas el techo
El chico sonrió levemente y enrolló en brazos para darle una bienvenida cálida, pero la melliza entrecerró los ojos cuando sintió las manos de él chico removiéndose sospechosamente
—Traigo galletas esta vez—dijo mientras Murasakibara la dejaba en el suelo suavemente
—Sabía que traías algo bueno, siempre tienes comida cerca de ti—comentó mientras abría el paquete que ella le había tendido
