Kuroko no basket ~One Shots~

¿Te... odio? [Kise] [+18]

Personaje: Kise Ryota
Pronombres: Femeninos
Nombre del OC: Akane

—Eres fastidioso—gruñó Akane, haciéndole frente al modelo que tenía a la vista

—Tampoco eres mi persona favorita—dijo el rubio mientras botaba como balón de basquetbol el balón de vóley

—Para la otra, asegúrate de que tu maldito balón no se vaya a nuestro lado de la cancha—bramó mientras se acariciaba la zona del golpe que había recibido en la nuca

—Pensé que podías rematar todos los balones—se defendió fingiendo inocencia

—Puedo hacerlo, pero no por la espalda—le lanzó de un pase su balón con tanta fuerza que apenas y pudo tomarlo—¡Maldito idiota!

Justo cuando dijo eso, su entrenadora hizo sonar el silbato, llamándola. Ella solo le dedicó una última mala mirada antes quitarle el balón y correr a su llamado

Ambos deportistas terminaron en detención por comportamiento antideportivo, condenados a limpiar el gimnasio después de sus respectivos entrenamientos

Akane continuó con el ceño fruncido durante todo su entrenamiento, mientras Kise solo disfrutaba de hacerla enojar, pues continuaba sonriéndole "amablemente" cada que cruzaban miradas

Esos dos chicos habían chocado desde que se conocieron, pues eran tan diferentes que ni siquiera podían tolerar estar en el el mismo espacio. Una lástima si considerábamos que cada dos días tenían que compartir el gimnasio pues ahí entrenaban tanto el equipo de basquetbol como el equipo de voleibol

—Ve a limpiar—le ordenó su entrenadora con un mirada llena de desaprobación

Akane asintió con la cabeza gacha y buscó con la mirada a ese rubio odioso para ir a buscar unas escobas al armario de limpieza

Estuvo preguntando por él pero nadie lo había visto, así que supuso que se había escapado del castigo y eso de cierta manera la alegró, ya que no le importaba limpiar todo el gimnasio ella sola con tal de no ver esos irritantes ojos ámbar

Suspiró despidiéndose de algunos chicos del equipo de basquetbol y caminó hacia el cuarto del armario

Tomó el pomo de la puerta y lo giró, adentrándose. Dio un giro para cerrar la puerta y justo cuando se emparejó, dos brazos se pusieron a ambos lados de su cabeza, apoyándose en la puerta para dejarla atrapada

Akane sonrió mordiéndose el labio inferior y se giró, sintiendo en ese mismo instante como sus labios chocaban contra otros

La oscuridad abrazaba aquel lugar, pero ella había convivido tanto con aquella persona que no se molestaba en corroborar su identidad, pues algo en ella se removió al sentir su perfume y escuchar su respiración rápida

Akane lo tomó del cuello de su jersey de entrenamiento y lo acercó a ella tanto como pudo, aún besándose desesperadamente

—Eres un maldito idiota—dijo con voz desesperada

—Fue un accidente... pero sigues viéndote sexy cuando te enojas—murmuró con la respiración agitada mientras sus manos apretaban las caderas de la chica

Akane sonrió empujando al rubio, haciendo que se separara precipitadamente y dejándolo con ganas de más

—Eres un patán y una persona despreciable—recriminó mientras se limpiaba los labios e intentaba volver a su ritmo cardiaco habitual

—Eres la persona más terca que he conocido en mi vida—rió con júbilo, acomodándose el cabello con las manos—Pero me pones tanto...

—No seas guarro—chilló con un mueca de asco—Eres un asqueroso

—Me dices todo esto como si nunca te hubiera tenido en mi regazo—susurró acercándose lentamente a ella—Como si no te hubiera sentido rozándote contra mi polla, con esa mirada de lujuria pidiéndome silenciosamente que te follara

Akane sintió un cosquilleo en su vientre bajo, pero decidida a no caer ante las provocaciones de ese rubio, terminó alzando su mano y azotándola sobre su mejilla

El golpe seco le volteó la cara a su acompañante e hizo que se instalara un silencio espeluznante sobre la habitación

El rubio giró su cara lentamente, descubriendo la sonrisa que adornaba su rostro

—Más fuerte—pidió con los ojos encendidos en lujuria

—¿Q-que?—chilló escandalizada

—Por favor, Akane—suplicó emocionado—Golpéame más. Fuerte y con toda la furia que tengas

Se mordió el labio como si haber pensado en eso le hubiese generado cierto tipo de excitación

—Me calenté demasiado rápido—dijo con una emoción creciente

—¡Estas enfermo!—chilló pegándose a la puerta

—No me malentiendas—corrigió acercándose a ella—Si fuera otra persona no habría dudado en regresar el golpe... pero disfruto que tú hagas lo que te plazca conmigo—se mordió el labio volviendo a poner sus brazos entre el cuerpo de la chica, estableciendo nuevamente una prisión que no la dejaba escapar, sino que al contrario, cada vez se apegaba más a ella

—Al-lejate—ordenó intentando sonar amenazante

—¿Segura?—aquel susurro había sido producido muy cerca de su oído, haciendo que ella se tensara y sintiera un cosquilleo en la zona

Kise al notar esto, sonrió y supo aprovechar la situación pues sus labios comenzaron a repartir besos húmedos sobre la piel sensible del cuello de Akane, quien entreabrió los labios y cerró los ojos sintiendo millones de sensaciones producidas por los movimientos de ese rubio

—K-kise... no...—se quejó poniendo sus manos sobre el pecho de su amante

—Te necesito tanto...—suspiró el aroma perfumado a coco que tanto reconocía—Maldita sea... Akane, necesito sentirte apretándome—gimió antes de dar una suave mordida a su cuello

Un gemido agudo salió de la deportista, quien sintió sus piernas temblar y terminó sucumbiendo ante sus deseos después de escuchar la voz ronca de Kise

No lo podía evitar. Le excitaba que él dijera que la necesitaba

Fue entonces que Akane terminó redirigiendo los labios del chico hasta que chocaran con los de ella, creando nuevamente una pelea fogosa por el control de la situación

Aunque ambos sabían que ella terminaría ganando

Después de todo, ser enemigos que se traían ganas... no sonaba nada mal. En especial cuando los sonidos provenían de un cuarto oscuro con ambos dentro

No sé hacer estas cosas, me pongo muy nerviosa >_<
—WestyRiddle