39 - La batalla de los mares embravecidos

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Madara observó una proyección astral de una flota de barcos que zarpaba de las costas del País del Agua. A diferencia de cualquier otro viaje, su velocidad de navegación era increíble gracias a que la Cuarta Mizukage estaba al frente de esta armada y hacía que el mismísimo océano impulsara su rápido avance gracias a su dominio sobre el estilo acuático. Algo que sus shinobi sólo podían soñar con conseguir.

Un ejército de catorce mil hombres con otros dos mil actuando como su apoyo logístico y médico.

Cuatro legiones compuestas por cuatro mil efectivos cada una.

Era el ejército más fuerte jamás reunido por Kirigakure, que había emprendido una larga y brutal guerra mundial de una forma tan grandiosa.

Si caía, también lo haría su nación, ya que la fuerza de reserva dejada atrás por su Kage no sería capaz de proteger sus tierras contra una contrainvasión en toda regla lanzada por sus enemigos en caso de que sus ejércitos principales fueran destruidos o derrotados.

"Va a por todas", comentó Zetsu con decepción,

"Esto era todo lo que podía reunir teniendo en cuenta que envió a 7.000 de sus hombres a Osaka para que actuaran como distracción. Aun así, Kumogakure sigue teniendo más hombres que él. ¿Mordió el Raikage el anzuelo?", preguntó el Uchiha,

"No del todo. Ha retirado a su hijo A junto a su regimiento y a los Kinkaku Blackops de los frentes cercanos a las fronteras de Konoha, incluso cediendo territorio crítico que habían ganado, porque se ha dado cuenta de lo grave que es esta amenaza. Ha liberado recursos bélicos críticos para que el País del Fuego lance una contrainvasión contra el País del Viento, ahora que el ejército más poderoso del mundo se ha librado de ellos", respondió Zetsu con seriedad,

"Tal y como Naruto había planeado"

"Las fuerzas de A y los Kinkaku son casi 10.000 hombres. La fuerza de distracción dirigida por el general Abe sólo cuenta con 7.000 hombres. Lo más probable es que sean despedazados o divididos en grupos de combate desesperados" advirtió la criatura,

"No es asunto nuestro, incluso el cebo conoce su destino. ¿Qué hay de Kumogakure y de las defensas de su capital feudal?" preguntó Madara con seriedad,

"El Tercer Raikage controla su aldea con una fuerza de 10.000 hombres. El nuevo Daimyo títere que instalaste le obligó a desprenderse de otros 5.000 de sus reservas para unirse al ejército real en las defensas de la capital. Es decir, casi 25.000 hombres custodiando las dos localidades en total contra el ejército de 16.000 de Naruto. No estoy seguro de cómo puede ganar esto a pesar de su brillantez militar, las probabilidades son simplemente demasiado grandes" dijo Zetsu con franqueza,

"Al igual que el Raikage, el propio muchacho es capaz de enfrentarse a todo un ejército dado lo fuerte que se ha hecho. Pero tienes razón, está muy superado en número. Un error por su parte y puede acabar en desastre. Ahí es donde entramos nosotros -aconsejó Madara con seriedad-,

Si no fuera por su terca ideología y su miopía, Madara habría elegido la Tierra del Rayo para crear su nuevo mundo. Pero los tontos nunca comprenderían el panorama general y por eso había que acabar con ellos.

"¿Por qué te gusta tanto, Madara?", preguntó Zetsu con curiosidad, haciendo que el Uchiha mirara al joven Kage que dirigía su flota.

"Me recuerda a mí mismo de antaño, también como Hashirama hasta cierto punto. A diferencia de los Kages de sillón de hoy en día, que prefieren dirigir sus ejércitos desde la seguridad de la retaguardia o de zonas de mando seguras, él siempre está ahí fuera, en el campo de batalla. Junto a sus hombres, dando ejemplo. Compartiendo cada dificultad y dolor que pide a sus tropas que soporten, sus predecesores carecían de este celo" comentó Madara con una sonrisa,

Naruto - El 7º EspadachínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora