Never Forget Love. -RadioApple-

capitulo 9.

⚠️: violencia leve.

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Alastor abrazaba con manos temblorosas, solo con fuerza en sus manos una de sus pinturas.

Lo odiaba, siempre sus más amargos sentimientos pertenecían a aquel hombre, nunca escucho sus opiniones, todo lo relacionado con él era basura, nunca logró ver su trabajo como algo valioso.

Ahora observó como su supuesto padre gritaba en alto, pero ese tono ronco aun estaba amortiguado por una fuerza que se negaba a darle claridad, ese hombre solo destrozaba todos los cuadros y pinturas frente a él. Gritando preguntas estúpidas que Alastor se negaba a darle las respuestas que sabía no necesitaba. Quería detenerlo pero no podía, temía que la única pintura que protegía con su cuerpo se viera afectada.

Un sonoro golpe cubrió esas paredes, antes de que un vaso de vidrio se quebrara en su cabeza dejando cortes y gotas carmesís para colorear el piso "¡Los malditos raritos como tú siempre pierden el tiempo en estas porquerías! ¡Solo las mujeres deben perder su estúpido tiempo pintando idioteces! ¿Una mujercita como tú no querrá también llorar por esto? ¡Tu madre debió abortarte mientras podía!" Grito mientras pateaba los estantes con pinturas y los pequeños envases y pinceles se volcaban cayendo al piso.

Alastor se negó a llorar cuando sus padres lo abandonaron.

Alastor no lloro cuando fue golpeado por los demás.

Alastor jamás lloraría cuando es insultado de esa manera tan vulgar.

Sin embargo, sus lágrimas amenazaban en salir cuando su padre pateo las flores en su departamento. Algunas apenas lograron mantenerse en su sitio cuando un boleto de avión junto un archivo de la universidad de derecho golpeo su rostro con brusquedad hasta terminar frente a sus pies. El padre de Alastor quería enviarlo a estudiar al extranjero, era eso o podría ir viviendo en la calle.

El avión partiría el día siguiente en la tarde.

Se deslizó lentamente por la pared aun anidando el único cuadro que conservaba en sus manos, lo mantuvo cerca de él. Y esa pintura, de baja calidad por sus inicios, aún conservaba su calidez por todos esos días donde la había mantenido con cuidado. Le había dedicado años para que conservara su integridad, a pesar de su calidad.

Su padre le dejo conservarlo con la promesa de que cumpliría su deber.

Luego de eso dejo de soñar una vida propia por completo.

Ese día no pudo visitar la tienda de flores.

Sin pensar que en dicho lugar, alguien lo esperaría nuevamente a la misma hora de siempre, luego la siguiente, hasta el anochecer.

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