28| Ser valiente

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28| Ser valiente

*Mucho cuidado con sus pensamientos cochinos 🙈🔥*

Maddison.

— Creo que voy a vomitar —me dice Stef al otro lado de la línea.

— Oye, tranquila, estarás bien —le hablo mientras me coloco mi pijama— Ya verás que les vas a encantar.

Ella suelta un gemido de dolor y yo casi quiero reír.

Hoy mi mejor amiga va a conocer al fin a los padres de Víctor y no es difícil de saber que está terriblemente nerviosa al respecto.

Aunque no sé por qué tiene tanto miedo si en realidad no es una persona tímida. Estoy casi segura de que les agradará apenas la conozcan. Es algo que tiene ella.

— Es que no lo sé, Maddy, ¿Qué tal si me odian?

— No seas tonta, nadie podría odiarte.

— Puede que ellos sí… ya sabes, soy diferentes a mi…

Pillo al instante de lo que habla y tengo ganas de abrazarla. Sé que los prejuicios de Stef mayormente vienen de su ex quien la trató horrible y la humillaba por sus raíces, era un imbécil.

Y aunque ella se siente orgullosa de el hogar donde creció al final siempre está esa pequeña parte de ella que piensa que es inferior de alguna forma. Yo me he encargado de recordarle que no es así, Stef es de las mejores personas que conozco y tanto yo como mi familia la adoramos.

— No tienes de que preocuparte, Stef, siempre conquistas el corazón de todos. Mírame a mí, que era un témpano de hielo y ahora no puedo vivir sin ti.

— Aaw, es lo más bonito que me has dicho.

— Lo sé, puede que no te lo diga muy a menudo pero estoy muy agradecida de tenerte como amiga, Stef. —se que ella está sonriendo.

— Te quiero, Maddy, y estoy orgullosa de que estés sanando.

Hace unas semanas le conté sobre mis citas con Amelia y aunque me costó horrores abrirme con ella se sintió bien decírselo. Stef lloró conmigo y no paraba de decirme que estaba orgullosa de mi por buscar ayuda.

Creo que mi vida no sería tan buena si no la hubiera conocido.

— No vamos a llorar ahora ¿Si?

— De acuerdo —la voz le sale un poco ronca por lo que deduzco que tiene el mismo nudo en la garganta que yo.

— Bueno, ve y haz que tus suegros te adoren.

— Si, eso haré.

Nos despedimos y luego dejo el móvil sobre la cama donde también está el manuscrito que estaba leyendo.

Ya llevo una semana trabajando en la editorial después de clases y ya estoy con mi primera tarea: diseñar la portada del primer libro de una escritora. Al principio me había sentido terriblemente nerviosa al respecto pero luego de hablar con la chica —que resultó ser monísima— quedamos en algo que creo saldrá muy bonito.

Y como he estado trabajando en eso tanto en la mini oficina que tengo y en casa, no he tenido mucho tiempo de salir —mas que todo porque estoy emocionada por mi primer trabajo—. Así que no he visto mucho a Dereck.

Últimamente no ha sido el mismo y eso me tiene preocupada. Me contó sobre lo que pasó con la bebé al día siguiente de venir a verme y aunque me dijo que estaba bien yo sé que es mentira, no puede negar lo cansado que está.

El amor y las constelaciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora