¿Podremos ser felices? Joniel

Último capítulo parte 3

1 de enero del 2006

Hospital

Habían pasado unas horas y todos se habían dirigido al hospital, ya que ahí se encontraba Joshua. Sus amigos habían entrado a la habitación donde se encontraba y vieron que se encontraba completamente en blanco; no reaccionaba con nada. Ahí fue cuando los doctores le dijeron que era por el shock traumático que había pasado y eso sumándole a lo que todavía estaba tratando de sanar. Sus amigos no podían creerlo, sobre todo Dani; no podía con el dolor que estaba sintiendo dentro de su corazón. Se había olvidado ya por completo que había sido secuestrado por Andrea y ahora solamente le importaba que Joshua volviera en sí.

Afuera, en la sala de espera, había llegado la policía, quien habló con los padres y dijeron que ya habían encontrado el cadáver de Ana y Joaquín, y en un estado bastante espantoso, y que no era recomendable para nada que Joshua llegara a ver a su madre en esas condiciones, y, por otro lado, que también ya podían estar tranquilos porque Andrea ya había sido detenida y, aunque aún sea menor de edad, será castigada severamente por sus atroces crímenes.

Días después

Narra Joshua

Se preguntarán como al final no me volví loco con todo lo que me paso, pues les digo la verdad, ni yo mismo tengo esa respuesta, ya todo había terminado, pero aun así no me sentía en paz, la mayoría me dice por qué ahora tengo una herida abierta demasiado grande, y que solo con el paso del tiempo iba a poder sanar, pero el problema fue justo ese, que cuando pensé que estaba por fin sanado, una nueva tragedia sacudió mi vida, casi llevándome a la locura, empecé a de verdad odiar mi existencia a pesar de que con eso hice enojar a todos sobre todo a Dani, pero a pesar de todo me parecía increíble la paciencia que me tuvo al principio, la misma paciencia que tuvo con el trauma que me dejo la violación, yo estoy casi seguro que si no tuvieras a mis amigos ni a Dani, yo ya estaría muerto.

Pasaron muchas cosas, y entre una de esas fue el entierro de mi madre, a pesar de que yo suplique que me dejaran verla, no pude hacerlo porque de lo contrario me iba a dejar un shock aún más fuerte, no me quedo otra opción que aceptarlo a pesar de que eso, igual me dejo muy destrozado, no solo a mí, sino a todos, hace poco habíamos enterrado a nuestro amigo Cyrus, luego a sus padres y ahora por último mi madre, yo lo único que pido en el fondo es que el maldito monstruo de Joaquín se esté pudriendo en el infierno, acabo con la vida de 3 de mis seres queridos, mi padre, mi hermanastro Eliot, y ahora por último mi madre, solo Dios sabía si al final iba a lograr recuperarme de todo esto que me está pasando.

A pesar de que todo el mundo intento ocultármelo, al final no pude evitar enterarme de que antes que arrestaran a Andrea, ella había secuestrado a Dani y estuvo a punto de matarlo, eso me enfureció tanto que me dirigí al tutelar de menores a encarar a Andrea, y cuando me admitió todo con un cinismo total, trate de matarla con mis propias manos, estaba de verdad a punto de ahorcarla si no hubiera sido porque los guardias lograron frenarme, le dije en su cara que maldigo el día en que te cruzaste en mi camino, que ojalá no volviera a ver la luz del mundo, y que sea esta la última vez que nos veamos, mientras yo rehago la vida al lado de la única persona que amo, que es Dani, y cuando me estaba yendo podía oír sus gritos diciéndome que iba a regresar, que siempre sería una sombra en nuestras vida, que tarde o temprano iba a salir para acabar con nosotros, yo solamente seguí mi camino y rogando que eso nunca llegara a pasar.

La verdad me saqué un gran peso de encima en ir a ver a esa psicópata y decirle todo lo que tenía que decirle, y por supuesto, también agradecer que no llegue a cometer una locura, pero en mi visita, también decidí ir a ver a José Luis, y decirle que para mí ya estaba todo olvidado lo que nos había hecho, pero sobre todo le di las gracias, porque sin su ayuda no hubiéramos podido desenmascarar a Andrea, le dije que ya estaba encerrada y que empezaría a pagar por cada uno de sus crímenes, vi que eso también le dio un sentimiento de tranquilidad a José Luis, porque en verdad se arrepentía de haber caído en sus garras, y que solo esperaba que algún día pudiera levantarse de esa silla y volver a empezar una vida nueva.