Capítulo 18

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Los personajes de Naruto no me pertenecen.

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Entonses los dos se unieron en un suave beso que terminaría cuando este la cargaría, Hinata posó sus brazos al rededor del cuello del azabache y las entrelazo, los ojos luna veían a su esposo quien la estaba llevando a su nueva habitación, al entrar este vio un futón matrimonial en el suelo, este era de color blanco, la ventana estaba cerrada pero dejaba ver la luna la cual iluminaba el las colchas y el suelo de madera, no se molesto en prender las luces y dejo a su esposa sobre la colcha, Hinata lo miró estando sentada, Sasuke aún permanecía parado dándole la espalda, se vio como este desató su kimono negro para sacárselo de forma lenta, al hacerlo miró de reojo a la peliazul, Hinata desvío su mirada nerviosa entrelazando sus manos encima de sus piernas, el Uchiha dejó el kimono en el coladero, ahora solo vestía ese pantalón negro ancho, su torso estaba descubierto dejando ver uno de sus brazos vendados por la prótesis que usaba tras su batalla con Naruto, el mismo se sentó frente a su esposa, la mirada de este se posó en los ojos luna que brillaban, llevó una de sus manos hacia la mejilla de la peliazul así acariciarla con delicadeza, Hinata disfruto el tacto, entonses la misma mano que la acariciaba fue bajando hacia el kimono de esta así desatarlo con una sola mano, Sasuke no miraba el nudo al igual que la Hyūga quien miraba los oscuros ojos de él, su respiración se hacía pesada a medida que se aproximaba a desatarlo. Ella sabía muy bien lo que iba a pasar.

El kimono se soltó, ahora Sasuke bajaría la vista y usaría sus dos manos para ir desvistiendo a su esposa, Hinata solo lo observaba, finalmente el contrario posaria sus manos sobre los hombros de esta y bajaría dejando a la misma en desnudez.

— Hinata.. —murmuró el Uchiha, la oji perla lo miró.

— Eres hermosa —confesó el azabache haciendo sonreír levemente a la halagada. El hombre no tardaría en acercarse posando sus labios en el blanco cuello de la peliazul quien miraría a un costado acostándose en el futon pues su esposo prácticamente ya estaba encima de ella, lo único que se escuchaba eran sus respiraciones y sus movimientos provocando un leve cosquilleo en la zona, Sasuke la miro contemplando a su esposa a la luz de la luna, Hinata levantó una de sus manos para así colocar el mechón de cabello del Uchiha tras su oreja dejando ver aquel ojo violeta al cual llamaban rinnegan.

— Estos ojos solo te miran a ti, Hinata —confesó este mirándola desde arriba para, Hinata en ese momento sintio el nerviosismo y la tension, este volvió a besarla pasando una de sus manos sobre el torso de esta hasta llegar a uno de los pechos, la Hyūga se estremeció ante el tacto dejando escapar un suspiro, Sasuke sonrió tocando la punta del mismo haciendo que la contraria suelte jadeos, este se impaciento para posar sus dos manos en cada pecho, le parecía increíble los suaves que eran, estos sobresalían de sus manos, los apretó y la misma dejo escapar un gemido arqueando su espalda tratando de no ser evidente, pronto esta sentiría una corriente correr por su cuerpo, sentía como se estrubaja algo dentro de su abdomen deseando al Uchiha frente a ella, este la miro un momento dejando escapar un suspiro, los sonidos que provenían de su esposa lo estaban excitando, tenía ganas de volver a escucharla por lo que volvió a apretarlos obteniendo los mismos, los párpados de la peliazul se cerraron  sintiendo la sensación, este volvió a besarla siendo correspondido, el beso no fue suave y lento, fue un un beso anhelado y apasionado donde sus salivas se mezclaban e intercambiaban roces de lengua, en eso la mano del Uchiha fue bajando deshaciéndose de la ropa interior de la peliazul, mientras que Hinata posaria sus manos en las mejillas disfrutando el intercambio, el azabache con el dedo del medio fue frotándolo en el clitoris de esta de arriba hacia abajo, las piernas de esta intentaron cerrarse  pero fue detenida por la izquierda del Uchiha quien dejaría de besarla para bajar hacia su intimidad posando sus manos en cada muslo de esta colocándolos sobre su hombro, Hinata intento levantarse avergonzada por la posición.

Volviendo al pasado | SASUHINA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora