Epílogo

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Waiver
Los personajes de Naruto no me pertenecen.

Después de su aventura, Sasuke y Hinata regresaron a su época y su relación floreció. La nueva pareja fue aceptada por todos en la aldea, y aunque Sakura y Naruto no estaban emocionados al principio, con el tiempo aprendieron a convivir con la situación.

Hinata descubrió que estaba embarazada solo dos semanas después de casarse con Sasuke, lo que hizo que el Hokage le pidiera que se quedara en la aldea. Naruto, aunque renuente, aceptó la decisión.

Sasuke se convirtió en Capitán de la Policía Ninja, responsable de garantizar la seguridad de la aldea. Aunque no era un trabajo que le permitiera demostrar su habilidad en batalla, prefirió quedarse cerca de su familia.

La relación entre Sasuke y Boruto se estrechó, y aunque no compartían sangre, Sasuke lo consideraba como uno de sus hijos. Hinata insistió en que Boruto hablara con su padre, con el cuál estaba sumamente molesto tras la traición hacia su madre.

Después de un mes de silencio, Boruto finalmente aceptó hablar con Naruto y perdonarlo. A partir de entonces, Boruto pasó un mes en casa de Hinata y otro en la casa de Naruto.

Mientras tanto, Sakura y Naruto se casaron dos semanas después, con la intención de dar celos a los recien casados. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que su matrimonio fue más que una fachada y se enamoraron verdaderamente. Su unión dio fruto a un nuevo ser.

Sarada, hija de Sakura, aceptó la nueva familia de su padre y visitaba frecuentemente a Sasuke y Hinata. Hinata la trataba con cariño y gentileza, lo que hizo que Sarada se sintiera cómoda en ambas casas.

La vida en la aldea continuó con sus altibajos, pero las dos familias encontraron la felicidad en su nuevo orden. Sasuke y Hinata disfrutaban de su vida juntos, con sus dos hijos y la tranquilidad que les brindaba la aldea. Naruto y Sakura construyeron una vida juntos, con su nuevo hijo y la aceptación de su pasado.

La historia de amor y redención continuaba, con sus personajes principales encontrando la paz y la felicidad en un mundo lleno de desafíos y aventuras.

7 años después.

Sasuke saltaba por los tejados de la aldea, estaba muy nervioso y asustado, ignorando las protestas de su pequeño hijo de tan solo siete años, Izari. Ese día, Sasuke había cedido a que su hijo lo acompañara a su trabajo, como Capitán de la Policía Ninja.

Izari era un niño muy mañoso y testarudo que vivía persiguiendo a su padre, y ese día había conseguido convencerlo de que lo llevara con él. Sin embargo, cuando Sasuke estaba en el trabajo, arrestando a un ladrón, la alarma sonó, alertando a los dos Uchiha de que Hinata estaba en trabajo de parto.

— ¡Izari, vamos! Mamá está en el hospital. —Exclamó Sasuke a su hijo menor.

— ¡Papá, mamá está teniendo al bebé! ¡Quiero ver al bebé! —Expresaba el niño con una mezcla de emoción y energía infantil, tratando de llevarle el paso a su padre.

El mayor no pudo evitar sonreír al imaginar a su esposa y a su nuevo hijo o hija. Su corazón palpitaba fuertemente, llenándolo de nerviosismo.

— Lo verás pronto, Izari. Pero primero debemos asegurarnos de que mamá esté bien. —Le dijo Sasuke a su hijo.

— Papá, creo que no debimos dejar a mamá sola hoy... culpa mía... quizá yo si yo hubiese estado allí la hubiese ayudado. —Dijo Izari, sintiéndose culpable.

Sasuke lo tranquilizó, cargándolo en sus brazos dado a que corria lento.—Tranquilo hijo mío, no fue culpa tuya. Nuestra madre estará bien, ya lo verás.

Volviendo al pasado | SASUHINA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora