Capítulo 18 - Un desayuno familiar casi perfecto.

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POV Lisa

Después de dar vueltas y vueltas en mi cama, me quedé dormida pensando en ese encuentro tan cercano que tuve con Liam, a la mañana siguiente me desperté y observé que la pantalla de mi teléfono marcaba 06:00 a.m, y como ya no podía dormir decidí bajar.

— Buenos días! — saludé a Celia, la mujer que desde hoy trabajará para nosotros, ella estaba en la cocina terminando de preparar el desayuno.

— Buenos días señora Cooper — respondió con amabilidad y me sentí rara al escucharla usar el apellido de Liam para referirse a mí.

— Por favor, llámame Lisa o simplemente Sra. — declaré y ella asintió con una cálida sonrisa en el rostro.

— Necesita algo, Sra? — me pregunto amablemente.

— No te preocupes Celia, ya no podía dormir, así que decidí bajar para ver si podía preparar el desayuno de los niños con lo que teníamos, pero veo que ya hiciste las compras y al parecer ya tienes todo listo, aunque creo que todos siguen dormidos — expresé.

— Pasa que el señor Henry, me pidió que hiciera las compras hoy muy temprano, estoy terminando de preparar el café, pero como verás ya hice tostadas, waffles y huevos revueltos, también hay tocino y rollitos de jamón y queso, preparé un poco de jugo de naranja, y corté trozos de fruta, es que aún no sé, lo que les guste a los niños o a los Sres. — alegó, empezando a llevar las cosas a la mesa.

— Todo se ve muy delicioso — dije con una sonrisa —  pero déjame ayudarte, por favor, llevaré las cosas a la mesa — expresé agarrando la bandeja de las frutas y ella me observó atentamente — sucede algo? — manifesté confusa.

— Lo siento, sra. Lisa — se disculpó bajando la cabeza apenada — es solo que la mayoría de las mujeres como usted, jamás suelen poner un solo pie en la cocina y mucho menos preparar el desayuno para su familia — me dijo algo avergonzada.

— Pues, como verás, yo no soy como la mayoría de las mujeres — afirmé con una sonrisa y guiñándole un ojo — y mejor acostúmbrate a tenerme por aquí, por que de vez en cuando cocinaré yo misma — añadí y ella me miró con una sonrisa complaciente.

Estaba tarareando una canción, mientras organizaba en la mesa todas las delicias que Celia había preparado para nosotros, cuando de pronto oí su voz.

— Lástima que ese buen humor mañanero tuyo, no se deba al encuentro tan apasionado que casi tuvimos anoche! — bromeó sacándome de mi zona de confort.

— No sé de que hablas! — alegé girando hacia él y lo ví, ahí parado observandome con esa sonrisa descarada que tiene siempre en el rostro.

— Es una pena — añadió acercándose a mí seductoramente, quedando a solo unos centímetros de mi.

— De que noche hablan? — cuestionó Lizzy, con una sonrisa y un toque de picardía, ella estaba parada justo detrás de nosotros.

— De ninguna! — me apresuré en decir, dándole un pequeño empujón a Liam para poder alejarlo, aunque Lizzy pareció no creer para nada en mi excusa, ella no dijo nada, pero me guiñó un ojo y me miró con una sonrisa traviesa al pasar junto a mi.

— ¡Vaya!, todo se ve delicioso! — expresó para mi alivio y sin insistir con el tema, agarró un pedacito de queso y le dió una mordida.

— Celia, ella es mi hija mayor, Elizabeth — la presenté a la mujer, que traía la jarra con el jugo de naranja recién hecho.

— Es solo Lizzy, ma! — me corrigió con la boca llena, Celia bajó la jarra sobre la mesa, sonrió y le dijo cariñosamente — Es un placer conocerla niña Lizzy.

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