Capítulo 19 - Quieres ser mi Amigo?

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POV Leah

— Ya terminé, puedo retirarme? — manifesté y Lisa asintió, me puse de pie en silencio y le dediqué una última mirada a Liam infle mis cachetes resoplando antes de salir muy molesta con él, ni siquiera entiendo que fue lo que hice mal para que él tuviera esa actitud conmigo, subí a mi habitación y me cambié el pijama por una ropa mas cómoda, me lavé los dientes y decidí salir a explorar el enorme jardín de enfrente, caminaba distraída, pensando, cuando de pronto me estampé contra algo o más bien contra alguien y caí sentada.

— Auch! — chillé desde el suelo.

— Lo siento mucho — se disculpó, tímidamente un niño de más o menos mi edad estirando la mano y ayudándome a que me levantára del suelo.

— No te preocupes, fue mi culpa — admití sacudiendo mi ropa — venía distraída y no me fijé por dónde iba, y tú, trabajas aquí? — pregunté, cuando lo ví regar las flores.

— No, pero de vez en cuando ayudo a mi papá con algunas tareas en el jardín, él es el jardinero de la mansión.

— Y vives por aquí cerca? — quise saber.

— Si, vivo justo por allá — expresó apuntando la dirección hacia el gran jardín de atrás.

— Vives en el jardín? — dije arrugando la frente confundida y el río por lo bajo.

— No, cómo crees que voy a vivir en el jardín! — replicó divertido — vivo con mi familia en la casa de servicio que está ubicada en el jardín, el que está atrás — aclaró — mucho gusto soy Diego — dijo estirando la mano y yo sonreí.

— Yo soy Leah, mucho gusto — respondí estrechando su mano — yo también vivo aquí en la mansión con mi familia, acabamos de llegar — anuncié y la sonrisa amigable se borró de su rostro para reemplazar a una sonrisa tímida, soltó mi mano de pronto y bajó la mirada apenado.

— Lo siento — volvió a repetir — no fue mi intención hacerte caer.

— Pero si ya te lo dije, fue mi culpa, no te preocupes — afirmé con una sonrisa amigable, le toqué el hombro y el volvió a levantar la mirada.

— Acaso, no estás molesta por haber ensuciado tu ropa? — preguntó arrugando la frente dejándome algo confundida con su pregunta, me da curiosidad saber por qué creerá eso.

— Y porqué lo estaría, si es solo un poco de tierra — respondí entre risas y el sonrió algo más aliviado por mi reacción.

— Eres rara — insinuó.

— Rara yo?, y eso por qué?.

— No lo sé, pero no pareces ser una de esas niñas mimadas — observó y yo enarque una ceja.

— Y qué? — manifesté cruzándome de brazos — crees que solo porque mi familia es rica, tengo que ser una de esas niñas frescas y aburridas? — señalé casi indignada y lo ví reír divertido por mi comentario.

— Es que, la mayoría de las niñas ricas que conozco por aquí, son unas niñas mimadas y creídas — alegó.

— Pues que creés, yo no — manifesté apuntándome a mi misma — me gusta hacer cosas normales, como jugar al fútbol, andar en bici, también me gusta ir de campamento y hacer toda clase de deportes, no me importa ensuciarme con tierra o lodo — confesé y el dibujo una sonrisa en su rostro.

— Te importa si te pregunto cuántos años tienes? — expresé y él negó con la cabeza y respondió — Cumpliré 11 en noviembre.

— Yo cumpliré 12 en octubre — respondí efusiva — escucha, te gustaría que seamos amigos? — pregunté y el solo abrió los ojos sorprendido.

— Tu - quieres - ser - mi - amiga? — sentenció asombrado.

— Sí, qué tiene de malo?.

— Es que acaso no te importa que sea el hijo de los sirvientes?.

— Y eso porqué me importaría, no tiene nada de malo que seas su hijo — señalé — además me encanta la idea de tener a alguien más en esta casa.

— Creí que tenías hermanos?.

— Sí los tengo, pero Lizzy mi hermana mayor siempre está molestándome, y todo el tiempo está de mal humor por sus dramas de adolescente — manifesté poniendo los ojos en blanco — y los mellizos, bueno tienen 4 años y un montón de amigos imaginarios para jugar — resalté y el río divertido — y tu tienes hermanos? — quise saber y el negó con la cabeza.

— Es mejor así, créeme?

— Por qué lo dices?

— Porqué como soy la del medio, a veces parece que soy invisible para mis padres, mi mamá todo el tiempo esta preocupada por los dramas de mi hermana mayor y los pequeños ocupan el resto de su tiempo y como son dos, necesitan el doble de su atención y mi papá la mayor parte del tiempo está trabajando y cuando vuelve a casa está ayudando a mi mamá con los pequeños — relaté con indignación — ya ves, porque necesito un amigo?.

— De acuerdo, desde hoy seremos amigos — afirmó — Pero ahora no puedo jugar, tengo que terminar de regar las flores del jardín, le prometí a mi papá que lo haría — explicó volviendo a regar las flores.

— Todas las flores!!! — expresé atónita mirando a mi alrededor y el asintió, el jardín era enorme y por lo tanto había muchas flores que regar — tengo una idea, déjame ayudarte, así terminamos más rápido y puedes enseñarme todo el lugar — declaré y en ese momento llegó el señor Luis, su padre.

— Diego hijo, terminaste de regar las flores?.

— Aún no papá, pero ella es mi nueva amiga Leah, y estaba a punto de ayudarme — comentó.

— Tu nueva amiga? — le pregunto.

— Si, acaba de mudarse a la mansión con sus padres y sus hermanos.

— Entonces supongo que tú debes ser la hija mediana de los patrones — afirmó y yo asentí como respuesta — esta segura niña Leah, de querer hacer ésto?.

— Si, lo estoy y no me importa ensuciarme señor Luis — señalé.

— Si no tendrás problemas con tus padres por mi está bien.

— No se preocupe, de seguro ni se darán cuenta — afirmé y después de mucha insistencia de mi parte, al fin accedió, y después de ayudar a mi amigo a terminar de regar todas las flores, pude pasar un buen rato con él, caminamos juntos por todo el jardín mientras el señor Luis, me enseñaba cosas sobre las plantas que habían en nuestro jardín, conoce mucho sobre plantas, fue muy divertido y por un momento pude olvidar lo sucedido durante el desayuno.

Una Familia Por Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora