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𓍢ִ໋ 🍸 ֒

Cuando la campana sonó, me apresuré en alcanzar a Dylan, el cual platicaba con sus amigos como si no hubiese pasado nada en aquella cafetería.

- Uh, Dylan... - Hablé un poco nerviosa mientras tocaba su hombro para captar su atención, todos sus amigos me miraban un poco mal. Se volteó con una cara molesta esperando a que hablara.

- Podemos hablar? - Pregunté viéndolo a los ojos, tratando de mantener mi postura. El solo rió, se iba a dar la vuelta pero tomé su brazo bruscamente. — En serio? Tan inmaduro eres — Dije molesta, después de que tratara de burlarse de mi, sabía que el no contarle había sido un error, pero el estaba actuando muy infantil.

Sus amigos se fueron cuando el les hizo una señal, quedándose en frente de mi. — Vamos a llegar tarde, Bianca. — Dijo secamente, rodé los ojos ante su comentario. — Desde cuando te preocupas por eso? — Pregunté un poco molesta, el solo se mantuvo callado.

— Se que no estuvo bien que no te contara, pero creo que tampoco es una razón para ignorarme e irte con otras chicas porque estas molesto. — Hablé rápido, deseando no arrepentirme de mis palabras. El se quedó callado mientras miraba el piso como si estuviese pensando.

— Lo se Bianca, pero te vas en pocos días, que pensabas hacer? Irte sin decirme y que yo tuviese que construir algo de nuevo porque tu ya tienes tu vida allá?— Dijo molesto, al escuchar sus palabras pude darme cuenta de lo mal que había manejado la situación ya que el tenía un punto, tuve que haberle contado desde que lo decidí.

— Dylan... en serio discúlpame, tenía miedo de que tu reacción fuese mala — Dije, el rió de forma sarcástica. — Pues mira como acabo todo, Bianca. — Contestó mientras me veía fijamente.

— Sabes que, lo mejor es que terminemos. — Dijo secamente, hablando con rapidez, al escuchar sus palabras sentí una pequeña punzada en el corazón. — Prefiero hacer mi vida con alguien que no solo piensa en si misma. — Añadió, ahí no supe que pensar, no estaba segura si de verdad estaba siendo egoísta al tomar la decisión de volver a Roma.

Antes de que pudiese hablar, se marchó hacía su clase con velocidad. Me llevé las manos a la cara al darme cuenta como había terminado todo lo que jamás pensé que acabaría de tal manera, sentí como si todos estos meses los hubiese echado a perder gracias a mi cobardía.

Caminé por los pasillos tratando de pensar una solución, sabía que tenía que tratar hablar con el antes de que me fuera, al menos quedar como amigos o algo.

Mientras pasaban los pocos días que me quedaban me encargaba de buscarlo por toda la escuela, siempre que me trataba de acercar el solo me ignoraba, algo que me dolía sabiendo que había sido mi culpa. Sophia trató de hablar con el también pero el se negaba a saber algo de mi.

— Que voy a hacer? — Le pregunté a Sophia, la cual estaba sentada a mi lado en la cafetería, mi plato estaba lleno ya que no tenía mucho apetito en ese entonces.

— Nada Bianca, no hay mucho que se pueda hacer — Contestó sin pensar, me gustaba que fuese sincera pero a veces sentía que necesitaba un poco de esperanza. — No quiere saber nada que tenga que ver contigo, tal vez es mejor que lo dejes ir. — Dijo rápidamente.

Suspiré sabiendo que era verdad, solamente que yo tenía que aceptarlo. Mi vuelo salía al día siguiente y ya me había despedido de todos menos de el, lo peor es que no estaba segura si lo volvería a ver alguna vez en mi vida. Estuve todo el día pensando en el, me sentía culpable pero también sentía odio hacía el por ser tan orgulloso.

— Bianca lee el párrafo de arriba — Dijo la maestra, yo ni siquiera escuché. — Bianca? Bianca! — Gritó, sacándome de mis pensamientos. — Qué? — Pregunté confundida, a lo cual Sophia me miró un poco preocupada. — Lee el párrafo — Agregó la maestra irritada, abrí mi cuaderno rápidamente y comencé a leer.

Al terminar la última clase todos salían de la clase, cuando estaba a punto de cruzar la puerta, sentí un jalón suave que me arrastró al salón nuevamente. — Bianca, que esta pasando? — Preguntó la maestra, ella siempre me ayudaba cuando tenía problemas.

— Eh? De que habla — Pregunté confundida, no sabiendo porqué me hacía tal pregunta. — Vamos, no soy tonta. En toda mi clase te mantuviste callada y dispersa, es raro que no estes hablando con todo mundo. — Dijo mostrando preocupación, yo solo baje mi cabeza y miré al piso callada.

— Sabes que puedes contar conmigo, Bianca. — Habló dulcemente, ella siempre me contaba de lo duro que era ser una alumna nueva y fue la que me presentó a Sophia y Dylan. — Hice una estupidez... — Hablé rápido, ella se mantuvo callada lista para escuchar. — Mañana vuelvo a Roma, y... — Al escuchar que mañana me iba, me miro un poco triste.

— Faltaban pocos días y no le había contado a Dylan y... se enteró por si mismo, ahora ya no me habla. — Dije con tristeza, recordando nuestra plática de hace tiempo. — No lo culpo, no se que haría si alguien no me dice que se va en unos días y somos pareja — Hablé tratando de ponerme en sus zapatos.

— Mira, se que es complicado para ti pero creo que lo mejor es que lo dejes ir, si el ya no quiere tener nada que ver contigo y tu trataste todo lo posible, es mejor dejarlo ir. Te irá genial en Roma, mantén a Sophia al tanto porque le haré varias preguntas sobre ti — Dijo sonriente mientras me agarraba el hombro, sonreí ante su comentario. Después de que hablásemos un poco más, salí del salón donde estaba Dylan esperando a que la maestra se desocupara.

Pasé por su lado sin siquiera voltear a verlo, algo que al parecer le extraño ya que estaba muy acostumbrado a que todo el tiempo tratase de hablar con el y que aceptase mis disculpas, escuché que me habló pero decidí que era mejor dejarlo como estaba. Después de todo a el solo pareció importarle cuando deje de intentar.

Caminé hacía mi dormitorio para comenzar a empacar cosas, cuando abrí mi puerta vi varios regalos, cada uno de ellos tenía una carta y quien lo había traído. Sonreí al ver todas las cosas acomodadas en mi cama, me hizo sentir querida e hizo que pensara dos veces en mi decisión de irme.

girls just wanna have fun

Ame esta mini etapa! Que creen que pase cuando vuelva a Roma?

 𝓛𝓲𝐟𝐞 𝓲𝐧 𝓡𝐨𝐦𝐞 | Niccoló GovenderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora