XXVII

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Isabella

Apreté con fuerza mis ojos, fruncí el ceño con molestia al notar la vibración de mi celular, agradecí que ninguna de las chicas estaba allí, porque todas se encontraban visitando a sus familias(era una semana libre que nos dieron en la uni), ya que si hubieran estado, se habrían quejado hasta más no poder.

Tomé el celular, contesté y me coloqué el celular en la oreja.

—Bueno?... —Dije bien adormilada.

—Lo siento, señorita García. Pero aquí hay un chico preguntando por usted, su nombre es... —Pausó para volver a preguntarle su nombre, y si no hubiera escuchado el nombre, me habría dormido en la mitad de la llamada. —Rodrigo Carrera. —Cuando escuché lo último, abrí mis ojos de par en par, me levanté rápidamente de la cama, pegándome en la cabeza con el techo, bajé con rapidez de la cama y me coloqué las pantuflas.

—Ya voy por él. —Avisé y luego colgué, me peiné un poco el cabello y salí directo al ascensor, al llegar al primer piso me dirigí a la portería, y al estar allí, lo observé, se veía cansado. Me acerqué y acaricié su cabello para llamar su atención. Al verme, no sé si fue el sueño que tenía, pero podía jurar que vi un brillo aparecer en sus ojos.

Se acercó emocionado para abrazarme, y yo entre el abrazo le agradecí al guardia. Lo guíe hasta el ascensor, y cuando estuvimos allí, levanté una ceja al verlo tan apegado a mí.

—¿Qué haces aquí? —Pregunté, fruncí el ceño al sentir el olor a alcohol impregnar mi nariz. —¿Tomaste? —Se quedó en silencio, apegándose más a mí, y pensando en que decir.

—Quería verte. —Contó, jugando nervioso con sus dedos, algo que me pareció extremadamente tierno. Cuando sentí mi corazón acelerarse, me separé disimuladamente, porque sentía que en cualquier momento mi corazón saldría de mi pecho a decirle todo lo que siento.

Llegamos finalmente a la puerta, así que abrí, entramos y lo senté en una silla que había cerca.

—Tienes hambre? —Pregunté acercándome a la pequeña cocina. Lo escuché hacer un sonido de afirmación, así que me dispuse a hacer su comida favorita.

—No te duermas. —Dije. Él comenzó a moverse por todo el dormitorio, y yo tomé mi celular al ver que entraba otra llamada. De...  ¿Rodri?

—Bueno? —Contesté confundida.

—Isabella? —Preguntó una voz familiar.

—Sí? —Respondí expectante.

Soy Spreen, lo siento que te llame, pero... Rodri está con vos? —Preguntó, lo coloqué en altavoz para poder continuar cocinando.

—Sí, por? —Lo oí suspirar aliviado del otro lado de la línea.

No te preocupés, si te molesta ya mismo voy por él. —Se quedó en silencio esperando una respuesta, me giré hacía Rodri, quien simplemente estaba sentando sobre una de las camas luchando contra el sueño, sonreí de lado y suspiré.

—No te preocupes, ve mejor a descansar. Mañana te lo mando bien repuesto. —Aseguré.

Uff, me estás sacando de una... Te lo debo, ya tengo que irme, muchísimas gracias. —Se despidió.

—Dale, byee —Colgué y me apoyé sobre la barra de la cocina, tenía que prepararme mentalmente para cualquier cosa que pudiera pasar, era consciente de que estar encerrada en una habitación con él era un peligro, y más aún él estando ebrio.

—Mta, madres. —Susurré.

Aproveché que el agua estaba hirviendo y me acerqué a él.

—Vas a quedarte a dormir aquí, está bien? —Me miró, y sonrió adormilado. —Tu novia debe estar preparándome una tumba. —Dije divertida, mientras me alejaba otra vez a la cocina. Mi sonrisa se borró al darme cuenta de que no se había reído. —¿Estás bien? —Lo miré de lejos, él solo asintió con tristeza. Apagué la estufa y me acerqué sentándome a su lado, coloqué mi mano en su hombro y lo hice mirarme. —¿Qué tienes? Sabes que puedes decírmelo. Soy tu... Mejor amiga... —Dije lo último con un poco de tristeza.

—Terminé con María José. —Contó, me quedé en silencio por la sorpresa, admitía que mi corazón había saltado de alegría.

—Lo siento mucho...

—Yo no. —Lo miré confundida.

—¿No?

—No, porque gracias a eso, ahora puedo decir todo lo que siento. —Me miró, sus mejillas aún estaban rojas por el alcohol.

—¿De que estás hablando? —Fruncí el ceño, en serio no estaba entendiendo nada.

—Te amo, Isabella. Te amo como nunca he amado a alguien en toda mi vida, siempre has sido vos, vos sos mi primer amor, vos para mí no sos solo mi mejor amiga. Fui tonto, lo sé, sé que te hice sentir como una mierda, pero...—Tomó mi mano y la colocó en su pecho, dejándome sentir lo acelerado que estaba este. —¿Vos no te sentís así cuando estás conmigo? —Me miró esperanzado, sus ojos brillaron para mí, y aunque quise decir que sí, no podía.

Yo ya había seguido adelante.

—Rodri... —Me reí nerviosa. —No juegues con eso, por fa. No da risa. —La voz me temblaba.

—No estoy jugando, Isabella. —Respondió seguro. —¿Qué querés para que me creas? Ya no me puedo echar para atrás, me encantás un montón, ¿Qué querés que te diga? —Su tono de voz suplicante solo partía mi corazón en pedazos, no podía aceptarlo, no ahora.

¿Por qué cuando ya te estaba olvidando, apareces diciéndome eso, Rodri?

Por más que mi cuerpo, por más que mi corazón me pidiera a gritos que no me alejara y que le dijera que sí a todo, lo hice. Me aparté, me levanté del asiento y caminé lejos de él.

—No... No sabes lo que dices, estás borracho. —Me dirigí a la cocina, continué haciendo la cena, sabía que era lo mejor para los dos, él recién había terminado su relación con alguien más y yo tenía a Alex, quien era mi novio.

Algo en mí, me pedía a gritos que le creyera, que estaba siendo sincero, pero mi parte racional me recordó toda la mierda que me hizo sentir cuando yo volvía a caer ante él.

”Solo quiere utilizarte para olvidarse de ella.”

Abrí mis ojos de par en par. Me giré lentamente para verlo, estaba dormido sobre la cama de una de las chicas. Suspiré, guardando todo nuevamente, me serví solo comida para mí y me senté a la mini mesa que había, comí con desgana, y nuevamente dirigí mi vista hacia él.

¿En serio él sería capaz de hacerme algo como eso?

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HOLIII, ¿Cómo andan?

Perdón por haceros sufrir tanto, les prometo que ya casi se arreglan💔

Un millón de gracias por el apoyo, no saben lo feliz que me hace, nunca pensé llegar a 7k de lecturas, me alegra saber que os gusta, en serio, los quiero mucho ❤️‍🩹❤️‍🩹

Os amoo, no se olviden de votar por esta hermosa historia de amor!💕💕💕

Esa es la manera en la que te amo | Rodrigo Carrera × Tú |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora