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All that you ever wanted from me was sweet nothing

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All that you ever wanted from me was sweet nothing

Soleil se vio al final espejo una vez que estuvo lista, hace meses se había imaginado como sería este día, que Ben y ella se encontrarían en la entrada del castillo subiendo al carruaje rumbo a su coronación, estaría al frente observando todo y sintiéndose orgullosa del chico.
Ahora la realidad era alejada a su imaginación pues nunca habría podido siquiera sospechar que en algún punto de la historia Ben y ella dejarían de ser lo que sea que habían sido y que en su lugar Jay ocuparía un importante puesto en su corazón.
Soleil miró la Flor del Sol que había puesto en su mesa de noche junta a su cama, como brillaba con intensidad y recordó la noche anterior cuando Jay se la había regalado, entonces pudo comprender que esta realidad era la mejor que podía estar viviendo y no la cambiaría por nada del mundo.

Tocaron a su puerta, sabía que sería Jay.

—¡Ey!.— Saludó Soleil con una sonrisa.

Jay se quedó impactado al verla, no sabía que podía verse más hermosa que todos los días.

—¿Te comieron la lengua los ratones de Cenicienta?.— Bromeó al ver la reacción del chico.

—Te ves hermosa.— Halagó en cuanto pudo articular palabra.

—Gracias.— Dijo Soleil.— Y tú muy guapo.

El chico sonrió y ofreció su brazo para empezar a caminar juntos.
No era un experto en citas, de hecho la primera que había tenido había sido con Soleil la noche del museo pues en la Isla todos están demasiado ocupados tratando de subsistir como para poder tener un interés amoroso.
Soleil era la primera chica que despertaba su interés de una manera diferente, desde que llegó a Auradon y se unió al equipo de Tourney muchas chicas habían declarado su amor por él pero a él no le importaban, la única que tenía en la mira era Soleil sin embargo, esta parecía estar totalmente flechada por el futuro rey.
Cuando Mal hizo de su plan separar a ambos príncipes para tener mayor posibilidad de obtener la varita vio una oportunidad de ser él quien consolase a la princesa y cuando Mal dio la posibilidad de también hechizarla a ella entonces tuvo un gran debate interno, quería que Soleil se fijase en él pero no por un hechizo sino por quien realmente era.
La noche anterior cuando Soleil había confesado que sus sentimientos eran reales y no producto de algún hechizo sintió una gran alegría y quería con todo su corazón que durase para siempre, así que se había hecho una promesa consigo mismo, cuando los villanos se apoderaran de Auradon no dejaría que nadie tocase a la chica ni a su familia, no le importaba qué riesgos implicaba o con quienes tenía que luchar, jamás permitiría que alguien dañase a su Soleil.

—El Hada Madrina luce radiante.— Dijo Blancanieves que era la encargada de televisar la coronación.— Pero ¿qué sucedió con el cabello de Jane? ¡Y ahí está la varita del Hada Madrina!

What A Time || Descendientes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora