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You and I we don't want to be like themWe can make it 'till the end

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You and I we don't want to be like them
We can make it 'till the end

Jay y Soleil habían pasado unas vacaciones de ensueño en el castillo familiar de la chica entre tardes en la piscina, paseos en el pueblo pero sobre todo, el festival de las linterna, la festividad favorita de Soleil.

—La mejor manera de verlo es aquí.— Dijo Soleil entusiasmada mientras Jay dirigía la pequeña barca un poco más adentro del lago.— O al menos eso me han dicho mis padres.

Empezaba a oscurecer y los padres y abuelos de Soleil no tardaban en salir al balcón del castillo para dar inicio a la ceremonia.

—Siempre ha sido mi festividad favorita.— Explicó Soleil.— Antes tenía un significado algo triste pero cuando mamá volvió a casa decidieron seguir con la tradición para enseñarnos a todos que nunca es tarde para encontrar nuestro hogar.

—¿Fue aquí en donde tus papás se enamoraron?.— Preguntó Jay que ya sabía la historia de los padres de la chica al derecho y al revés pues el matrimonio solía contarla muy seguido.

—Si, algo así.— Contestó la princesa.— Me pregunto si las linternas pueden verse hasta Auradon, me gustaría que Carlos estuviese aquí, le encantaría. ¿Las linternas pueden verse hasta la Isla?

Jay negó.— Es difícil, en ocasiones ni siquiera se puede ver el Sol en la Isla.

—Debió ser difícil crecer allí.— Soleil tomó su mano en forma de apoyo.

Jay había aprendido a aceptar su pasado, después de todo era una parte de él que nunca podría borrar pero trataba de recordarlo lo menos posible ahora que se encontraba en Auradon, sobre todo porque sabía que a Soleil le causaba pesar ese tema.

—Bueno, nunca es tarde para encontrar nuestro hogar, ¿cierto?.— Dijo acariciando la mano de la chica sobre la suya.— Auradon ahora es mi hogar y tú eres mi Sol.

Soleil sonrió enternecida ante las palabras del chico acercándose a él para depositar un tierno beso en sus labios.

—Tengo un regalo para ti.— Dijo la chica.— Aunque dejaste la vara muy alta con la Flor del Sol que me regalaste.

—¿Y qué es?.— Preguntó Jay entusiasmado.

—Pensaba que podríamos ir de viaje solo tú y yo terminando la escuela.— Anunció Soleil.— Tu sueño ideal es viajar por el mundo y este es el primer paso para conseguirlo. Podríamos ir a Agrabah, DunBroch, a donde tú quieras.

—Es una idea genial.— Aseguró el chico.— Me encanta.

Eugene y Rapunzel salieron al balcón encendiendo su linterna y lanzándola al cielo siendo seguidos por los habitantes de Corona, ambos veían a la joven pareja en el lago lanzando sus linternas como ellos lo habían hecho años atrás y no podían dejar de pensar qué tal vez su hija había encontrado su felices para siempre.

What A Time || Descendientes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora