No le gustaban las vacaciones, todo era tan aburrido cuando no estaba trabajando, lo único que hacía era visitar a Soap en el hospital. Pero constantemente coincidía con una mujer embarazada que siempre estaba sola, hasta el día en que le habló.
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La ginecóloga analizó confundida la escena frente a ella. De todos modos estaba aliviada de que esa chica tuviera apoyo, al menos de un extraño.
Luego de haber medido la presión ella pasó a despejar la camilla.
— Puedes recostarte. — Dijo amablemente, tomando el gel. — A continuación voy a realizar una ecografía abdominal ¿De acuerdo? En esta pantallita podrás ver a tu bebé.
La mujer asintió, siguiendo las indicaciones. Luego de unos segundos soltó una risita, retorciéndose.
— Está frío.
Cuando empezó el proceso __________ mantenía la mirada fija en la pantalla. No sabía qué era lo que iba a ver pero estaba emocionada porque ahí debía estar su bebé.
Simon apretó su hombro para mostrar apoyo pero tembló un poco al ver cómo ella tomaba su mano sin vergüenza alguna.
— Observa esta parte. — Indicó la doctora haciendo énfasis en la pantalla. — ¿Ves eso que parece cómo un grano de café? Son los genitales de tu bebito.
— ¿Qué quiere decir?
— Que es niña.
Simon sonrió debajo del pasamontañas al sentir cómo ella apretaba su mano con emoción.
— Lo sabía.
— ¿Quieres llevarte un par de fotografías?
— Sí por favor.
Luego de unos minutos más desalojaron la sala, quedando pendiente el chequeo acostumbrado del próximo mes.
____________ no dejaba de ver las impresiones en sus manos mientras caminaba al lado del hombre.
— Mira. — Las extendió hacia él. — Ella es mi bebé, se llama Lyn.
— Ya veo. — En realidad no vió nada. — Se nota que será una niña.. linda.
Simon simplemente se conformaba con apreciar la emoción de ella luego de haberla visto tan triste. Así que solo se limitó a acompañarla fuera del hospital.
— Muchas gracias por todo. — Sonrió ampliamente al extender su mano con cordialidad. — Mi nombre es ___________.
— Ghost. — Dijo extrechándola.
— ¿Ghost? ¿Es un nombre o un apodo?
— Espero ahora estés más contenta que antes. — La evadió.
— Uhm... Así es. — Murmuró dándose cuenta de la obvia evasiva, pero asumió que era un hombre al que no le gustaba revelar su identidad. Además de tener la idea por el uso de un pasamontañas. — Si tienes tiempo quisiera invitarte un helado en agradecimiento después que salga la persona a la que esperas.
— Vamos ahora, ya salió.
— ¿Cómo?
— Tengo un vehículo por aquí, te llevaré.
La mujer solo lo siguió en cuanto él empezó a caminar. Pues sí era un hombre grosero pero no parecía ser malo.
Cuando llegaron al local Ghost solo ordenó un helado para ella.
— ¿No quieres?
— No me gusta el helado.
— Deberías estar preso. — Murmuró mientras caminaban para tomar una de las mesas.
— Veo que te gusta el dulce. — Dijo mirándola comer.
— Antojos... Entonces ¿Qué haces tú, Ghost? ¿Tienes mujer o hijos?
— No, nada de eso. Nunca se me dió bien relacionarme con mujeres. Tampoco tengo paciencia cómo para tener hijos.
— Yo creo que uno empieza a amar a los niños con el tiempo. Tal vez cuando tengas hijos Nazca ese sentimiento.
— No es algo que quiera comprobar. No quiero tenerlo ni ahora ni nunca. Además lo último que quiero es ser un mal padre.
— ¿Tuviste una mala experiencia? — Ella se preocupó por el último comentario.
— No tengo buenos recuerdos.
— Lamento escuchar eso. — Ella intentó sentarse más cerca de él en comprensión. — Los hijos no merecen malos padres.
— También lo creo. Pero para poder ser buen padre primero tienes que ser buena persona, y las buenas personas no viven una vida tan oscura cómo la mía.
— Pues yo creo que eres una buena persona. — Sonrió. Ella siempre intentaba sonreírle, genuinamente.
— Ni siquiera sabes qué tipo de persona soy. No me conoces.
— Lo sé porque lo siento en mi corazón.
Simon se quedó en silencio, mismo interrumpido por el grito de un hombre.
— ¡____________!
— ¿Andrew?
La mujer se puso de pie con rapidez mientras lo veía acercarse. Estaba molesto, eso era obvio.
Él le mostró el celular, pues ella siempre debía tener la ubicación activa y compartida.
— Así que eso es lo que estuviste haciendo, pequeña zorra.
Ella estaba temblando; Andrew la agarró del brazo para atraerla hacia él.
— Nos vamos a la casa, ahora.
— S... Suéltame, me estás lastimando.
Ghost intervino, empujando al hombre para alejarlo de ella.
— No la vuelvas a tocar así. — Dijo intentando esconderla detrás de él.
— ¿Tú quien eres? ¿Su amante?
— ¡No, no es así! Él solo me estaba acompañando.
— ¡Tú cállate!
Cuando intentó acercarse de nuevo Ghost lo volvió a apartar.
— ¿Quién te crees que eres, maldito imbécil? ¿No ves que está embarazada?
— Ella es mi novia y la trato cómo se me da la gana.
La mujer se acercó a él, avergonzada.
— Por favor, Andrew, vámonos ya.
— ___________ no te irás con ese tipo ¿O si?
— Lo siento Ghost. Gracias por todo.
Simon apretó los dientes del coraje mientras veía a los dos marcharse.
__________ iba haciendo oídos sordos a los reclamos de su novio. Sentía que lo que más le daba vergüenza era que todos en aquel local hayan visto el problema que tuvo.
No quería que Ghost tuviera problemas por su culpa. Sobre todo el que Andrew la haya acusado de tener un amante ¿Ahora qué pensarán ahí de ella?
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