¿Cómo logras que una persona se sienta segura a tu lado aún sin hablar?
Tal vez simplemente la presencia transmite la agradable sensación de seguridad.
Jamás había hablado de sí mismo como si desahogarse fuera una necesidad. Pero quería que ella tomara todo de él.
—No tuve el mejor ejemplo. Mi papá tenía problemas de ira y crecí viviendo entre esa clase de comportamientos. Aunque lo único que me hacía sentir seguro era mi hermano mayor, Tommy.
La mujer estaba a punto de sonreír por la mención de un familiar pero la invadió un gesto preocupado en cuanto vio la tensión en el rostro del Ghost.
— Él siempre se llevaba la peor parte por mi culpa; los golpes, los castigos y todo lo que nos hacía lo corrompieron más a él. Tanto que recurrió a las drogas.
Se detuvo unos segundos para respirar.
— Durante unos años decidí prestar servicio militar poder ayudar a mi hermano a buscar un tratamiento a escondidas de mi padre. Hablaba con él por medio de cartas y me contaba que todo estaba bien, que se encontraba estable y ya no tenía que preocuparme más. Estaba feliz, yo quería ver a mi hermano.
Un nudo de formó en su garganta y sentía sus ojos arder. Él no quería llorar frente a ella, no quería que pensara que era débil, que no era el hombre que tanto lucho para ser.
— Simon..
— Cuando regresé él.. mi padre se había enterado de todo, corrompió tanto a mi hermano hasta que tuvo una sobredosis. Yo solo quería poder estar ahí para apoyarlo, lo abandoné, lo dejé solo.
— No es cierto. No digas eso.
__________ lo abrazó con fuerza acariciando su espalda en un intento de brindarle consuelo.
— En ese momento perdí el control, en una discusión quiso matarme y yo estaba cegado por la rabia. El único camino que encontré fue dispararle.
Ella boqueó y Ghost se alejó poniéndose de pie, como si no quisiera ser visto o tocado.
— Pensé que el único modo de sobrevivir, de que pudiera vivir en paz era deshaciéndome de todo el que estuviese mal. Pensé que el rumbo de mi vida era asesinar gente. Y en las misiones el único plan era matar.
Se giró a mirarla, sus ojos estaban rojizos.
— He matado gente inocente, gente que también se sentía igual que yo. — Su expresión decayó y dos gruesas lágrimas escaparon de sus ojos. — Soy un monstruo.
La mujer intentó tomar sus manos siendo rechazada.
— No me toques, no toques mis manos manchadas de sangre.
Ella se acercó para envolverlo entre sus brazos, apretando su fornido cuerpo mientras él intentaba contener sus sollozos.
No podía apartarla, no quería hacerlo.
— Llora. — Susurró. — Sé que quieres llorar.
Escuchó el suspiro pesado de Simon.
— Estoy acostumbrado a ser un hombre fuerte, a protegerme y proteger a mi equipo. — Habló temblorosamente. — Pero cuando estoy contigo quiero poder ser vulnerable. Quiero sentir que alguien puede verme, mirar mis emociones.
— Quiero darte la seguridad que estás buscando.
Cuando se separó de su abrazo, soltó una risa nasal de ironía.
— Luzco patético.
— No es así, a mí me gusta. Me gusta el Simon que se permite ser débil.
— Nunca me he sentido tan vulnerable cómo lo estoy contigo.
— Quiero que te sientas amado. Que sientas mi amor y el de la niña de la que te ganaste el derecho a ser padre.
— No deberías decirme eso para hacer que me sienta mejor.
— ¿Aún no lo entiendes? — Ella tomó sus manos, entrelazando los dedos mientras sus miradas se mantenían enfocadas mutuamente. — Me haces sentir tantas cosas, tantas emociones donde me doy cuenta lo mucho que me gustas.
— Solo intenté ser bueno para ti.
— Es otra clase de gustar.
Tomó una de sus manos para ponerla en su pecho cerrando los ojos.
— Simon, los latidos de mi corazón van al ritmo de tu nombre.
— Si es así como se siente entonces creo que.. yo siento eso por ti.
— Me has hecho amar la vida que tengo ahora.
Ambos se sentían como dos adolescentes que acababan de declarar su amor.
En la placidez del silencio podían ver en los ojos del otro la profundidad del sentimiento que compartían y que, sin buscarlo, había terminado siendo el pilar que los ha mantenido con vida este último tiempo.
— No puedo decirte lo que mi corazón quiere. — Dijo él. — Pero quiero que sepas que yo me siento.. que yo siento muchas cosas.
— No tienes que hablar, yo tampoco lo haré. Que mis acciones sean las que muestren cuánto te quiero.
Se acerca para subir su pasamontañas y dejar un casto beso en sus labios que lo hace aturdir.
— No importa lo que hayas hecho, no importa lo que hayas pasado para vivir. A mí me importa más lo que tú eres ahora Simon, y eres una buena persona, lo sentí desde el primer momento en que te vi.
Aquellas dudas que tuvo con respecto a ambos empezaron a disiparse.
¿Cómo no lo había notado antes?
Ella se sentía igual cuando estaba con él.
Con cuidado envolvió su rostro entre sus manos y sintió que flaqueaba de nuevo al verla cerrar los ojos. Era tan receptiva con él y su piel era tan suave.
Si ella era su recompensa entonces se sentía orgulloso de haber trabajado tanto.
No sabía que podía sentirse así, amado por alguien. Pero mucho menos que hubiera podido amar a alguien como la amaba a ella.
Sus labios se unieron en un paciente beso, dónde ambos permitieron obtener la mayor cantidad de sensaciones del otro.
Cómo si intentaran de algún modo tatuarse el contacto del otro.
Sin saber que lo que esperaban ahora se había convertido en su acción más codiciada.
No estaban solos.
Dos almas tristes que en el camino se encontraron y decidieron caminar de la mano para que los pasos se sintieran más livianos.
Dos almas que encontraron su complemento, aquel que no sabían que les hacía falta.
En la tranquilidad de la noche se dedicaron a disfrutar de la compañía mutua y los tiernos besos que se proporcionaban.
N/A: Lo iba a subir desde hace varios días pero me dió pereza corregir DVJDK.
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Sweetness | Simon Riley
Roman d'amourNo le gustaban las vacaciones, todo era tan aburrido cuando no estaba trabajando, lo único que hacía era visitar a Soap en el hospital. Pero constantemente coincidía con una mujer embarazada que siempre estaba sola, hasta el día en que le habló. ︿︿︿...