Michael
Rompió su alcancía y guardó lo que tenía en su bolsillo. Se escabulló por los pasillos de la casa y salió por la puerta sin ser visto, eran las 11 pm y Michael había ignorado la carta que Luke le había dejado a la do suyo esa mañana.
Quería verlo.
Lo ansiaba.
Camino, hacia frío y sintió un nudo en el estómago cuando pensó en el rubio parado en la esquina soportando el frío.
Sin darse cuenta, llegó al lugar con la capucha de la sudadera puesta y la cabeza gacha.
- Ni te molestes en buscarlo - Escuchó de al lado suyo - Se ha ido, volverá hasta mañana.
Michael se giro para saber quien era quien le hablaba.
Se detuvo en un chico moreno de cabello castaño y un mechón rubio, haciendo una bomba con la goma de mascar que tenía en su boca para después tronarla y hacer un ruido poco estruendoso.
- No deberías buscarlo, cariño. Sólo le provocaras problemas y el a ti. No te conviene. - Le dijo mientras se recargaba en la pared llena de grafitti sobre grafitti.
- Y-Yo sólo quería...
- Será mejor que te vayas a casa, como te he dicho, no regresara hasta mañana y de esta haciendo de noche para que sigas sólo por las calles.
- Pero...
- Haré algo por ti, cariño. - se estaba hartando de que le llamase de esa manera - Le diré que has venido a saludarle. Pero ya será decisión de el buscarte y arriesgar su bonito culo por ti. ¿De acuerdo?
Michael asintió y decepcionado, camino de regreso a su casa pensando en mil y un cosas.
Todas que ver con Luke y sus lindos ojos azules.