Luke
Era de tarde y Luke ya había regresado a su sitio.
- El chiquillo te ha venido a buscar - dijo Calum mientras miraba sus uñas. - No le ha gustado para nada que te hayas ido.
- No veo el porque le importaría - se encogió de hombros - No tengo nada que ver con él.
- Pues diselo, ahí viene.
Luke empalideció y su pequeño corazón comenzó a latir a tal punto en el que sentía que se le saldría del pecho. En cuanto llegó, lo tomó por el brazo y lo llevó hacia otro lugar más apartado.
- Hola, ángel. ¿Que haces aqui? - Preguntó lo más dulce que pudo - Te he dicho ya que no vinieras.
- Y-Yo sólo quería verte, quería saber que estabas bien, eso es todo.
Luke sintió ganas de abrazarlo y llorar en sus brazos, pero resistió el impulso y un gran nudo se formó en su garganta.
- Le conte a mamá sobre ti, Lukey. - hablaban casi susurrando - Dijo que estaba bien si querias vivir en nuestra casa, que un chico como tu no merece lo que le esta pasando.
No resistió mas y se lanzó a los brazos de Michael, con lágrimas en sus ojos y sollozando fuertemente. Recibió el abrazo de regreso y sintió pequeños círculos en su espalda.
- E-Es horrible, ángel, todo el tiempo me siento sucio, y roto.
- Tranquilo, Lukey - le dijo en tono cálido - Te sacare de aquí, lo prometo.
Y, por primera vez, Luke se sintió amado.