El instinto de supervivencia del ser humano es como un fuego eterno que arde dentro de nosotros, impulsándonos a persistir y encontrar soluciones incluso en las situaciones más adversas.
¿A dónde llegarías tú por sobrevivir?
El sonido ensordecedor del disparo retumbó por todo el bosque.
-¡No! ¡No, no, no! -Grité horrorizada. Vi a Marc caer de rodillas al suelo; antes de que su cuerpo se desplomara por completo, me coloqué delante de él sosteniéndolo por los hombros. Con cuidado, lo recosté boca arriba y acuné una de sus mejillas con mis manos-. ¡Marc! ¡Marc, por favor!
Él hizo una mueca de dolor.
-Corre, Ann -Mascullo débilmente-. Salvate.
-Marc, no me dejes -Suplique-. Debes ver a Emma, ella te espera.
-Lo siento, preciosa.
-¡Marc! ¡Marc, abre los ojos! ¡Por favor!
Percibí nuevamente como unos brazos me tomaban de la cintura, alejándome bruscamente del cuerpo ya sin vida de mí amigo.
-Er ist weg, du musst ihn gehen lassen.
<<Se ha ido, tienes que dejarlo ir>>
-¿Qué mierda pasa contigo? -Intente alejarme pero no pude, me sostuvo con aún más fuerza-. ¡Sueltame! ¡¿Acaso no te parece suficiente haberme quitado todo lo que tenía?! ¡Ellos eran mí familia!
-¿Tú familia? -Su acento era extrañamente familiar-. Deine echte Familie ist tot, sie war nur ein Ärgernis.
<<Tu verdadera familia está muerta, ellos solo eran una molestia>>
Me quedé completamente perpleja, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.
-¿Tú... cómo sabes eso?
Él solto una carcajada. Hizo voltear mí cuerpo hacia él y pude ver su rostro completamente tapado por un pasamontañas. Lo único a la vista eran sus ojos y su boca.
Sus ojos... eran grises.
-Te conozco, Anya.
-¿Qué?
El hombre se arrancó el pasamontañas y se dejó ver.
Su rostro era una obra maestra de contrastes. Sus ojos, profundos y penetrantes, reflejaban un misterio cautivador. Su nariz, ligeramente respingada, añadía un toque juvenil. Su semblante se adornaba con una sonrisa cínica. Pero lo más fascinante eran las marcas en su piel, testigos silenciosos de las aventuras y desafíos que había enfrentado en su pasado, la más llamativa de estas era una cicatriz que atravesaba parte de su cara.
Era un rostro que contaba historias sin palabras, una esencia extrañamente familiar y una que sin dudas era muy peligrosa, y repugnante.
-¿Adler? -Pregunte atónita.
El aire dejo mis pulmones por un momento, el impacto me hizo retroceder a torpes pasos.
Todo mí alrededor se detuvo por un instante, y él sonrió con suficiencia.
-Me recuerdas.
-¿Qué...? ¿Qué haces? ¿Por qué todo esto?
-¿De verdad lo preguntas? ¿Es que acaso no recuerdas haberlo abandonado todo? ¿Haberme abandonado?
Guarde silencio aún impactada.
-Dime Anya, ¡¿es que acaso no recuerdas haberte ido sin decir nada?! ¡Me abandonaste!
-Yo no... yo no te abandoné.
-¿No? ¿Y entonces qué hiciste?
-No quise hacerlo, Adler. Perdóname, por favor.
Tomo mi rostro entre sus manos y acarició mis mejillas con una suavidad que contrastaba con la crudeza de mis recuerdos.
Sentía náuseas ante su tacto, las imágenes de mis amigos muriendo a causa de sus manos venían a mi mente como un recuerdo imborrable, una pesadilla que se negaba a desvanecerse.
La sensación de sus dedos en mi piel me hacía estremecer, y revivir el dolor y la impotencia que había sentido en aquellos momentos.
Sentía la imperiosa necesidad de correr lo más lejos posible de él, de escapar de sus manos como ya había hecho en el pasado, pero mis piernas parecían clavadas en el suelo, incapaces de moverse.
-Yo se que no, Anny -Susurro inclinándose hacia mí cuello, rápidamente sentí el tacto de sus labios depositar un beso allí.
Me tomó del brazo con fuerza y comenzó a arrastrarme hacia la Jeep, me removí con la intención de liberarme de su agarre pero me fue imposible.
Antes de que me adentrara a la fuerza en esta, logré zafarme de sus manos.
Fue un movimiento rápido y preciso, utilizando la fuerza de Adler en mi contra. Roté mi brazo hacia afuera, utilizando la palma de mi mano para presionar su muñeca y desbloquear su agarre. Al mismo tiempo, giré mi cuerpo hacia un lado, utilizando mi cadera para generar torque y liberar mi brazo, escuché el sonido de su brazo torserse y al chico gemir de dolor.
Me di la vuelta y corrí hacia la Jeep, me adentré rápidamente en ella y cerré las puertas con el seguro automático, asegurándome de que estuvieran bien cerradas. Luego, encendí el vehículo con las manos temblorosas, escuchando los gritos de Adler y los golpes que propinaba a los vidrios, tratando de romperlos.
El sonido de los golpes y los gritos me hizo acelerar el corazón, pero me enfocé en poner el vehículo en marcha y alejarme lo más rápido posible de él. Mientras maniobraba para salir, pude ver a Adler a través del espejo retrovisor, su rostro distorsionado por la rabia y la frustración.
Aceleré con fuerza y avancé sin mirar atrás, dejando que la adrenalina me llevara lejos de la escena. El bosque se desvaneció en la distancia, y la carretera desolada se extendió ante mí como una línea interminable.
Cuando estuve lo suficientemente lejos, detuve la Jeep a un costado de la carretera, en un lugar donde la soledad era casi palpable. Apoyé la cabeza en el manubrio, sintiendo el peso de la tensión en mis hombros, y cerré los ojos, soltando un gran suspiro que pareció llevarse consigo toda la ansiedad acumulada.
El silencio que me rodeaba era casi surrealista, un contraste absoluto con el caos que había dejado atrás.
Levanté la vista rápidamente recordando la estación de servicio que se encontraba a unas horas de aquí, aún me quedaba el suficiente combustible para llegar a esta y ahí pedir ayuda.
Avance aún con el ligero temblor en mis manos pero sin mirar atrás.
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The Forest
Mystery / ThrillerUn grupo de amigos excursionistas se adentran a un bosque sin estar preparados para lo que les espera. Alguien los acecha, esperando poder tomar cada cosa de ellos. Un misterio. Un juego macabro. No lo olvides, solo eres su presa...