Ꜥꜥֶָ֢🪷ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O1

2.8K 227 7
                                    

⠀⠀⠀𐙚 koo top! tete bottom!
⠀⠀⠀𐙚 soft. fluff. romance.
⠀⠀⠀𐙚 etéreo gráfico © hooneily_
⠀⠀⠀𐙚 adaptación © theaarcher_

TaeHyung caminaba por los interminables pasillos de la empresa que pertenecía a su familia, sus pequeños pasos resonaban ligeramente en el mármol pulido mientras observaba cómo las luces navideñas adornaban cada rincón del edificio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

TaeHyung caminaba por los interminables pasillos de la empresa que pertenecía a su familia, sus pequeños pasos resonaban ligeramente en el mármol pulido mientras observaba cómo las luces navideñas adornaban cada rincón del edificio. El espíritu festivo inundaba el lugar, y aunque todos estaban ocupados con los preparativos de fin de año, el ambiente se sentía acogedor y lleno de calidez. Las ventanas altas dejaban entrever el exterior donde la nieve caía suavemente, cubriendo el mundo con un manto blanco que parecía sacado de un cuento.

El frío de diciembre ya se hacía notar, y TaeHyung estaba bien preparado para enfrentarlo. Llevaba puesto un enorme suéter de un azul profundo, tan grande que las mangas se extendían más allá de sus pequeñas manos, las cuales estaban enfundadas en guantes de lana gris. Una bufanda esponjosa rodeaba su cuello, subiendo hasta tapar la punta de su nariz, la cual estaba rojita por la fría brisa invernal. Sus pantalones térmicos blancos contrastaban con las botas de nieve negras que se hundían ligeramente en la alfombra mientras caminaba. Un gorrito de lana adornaba su cabeza, protegiendo sus orejitas del viento helado que se colaba por las rendijas de las ventanas.

A pesar de la fría jornada, TaeHyung no podía evitar sonreír al verse reflejado en uno de los grandes espejos del pasillo. Se consideraba realmente bonito, y no era para menos. Sus ojos, de un azul intenso, parecían capturar el cielo en un día despejado, con un toque de profundidad que recordaba al océano. Sus pómulos definidos brillaban con un resplandor natural, dándole un aire casi etéreo, mientras que sus labios rosados y llenitos contrastaban con la pálida suavidad de su piel. Su cabello, lacio y castaño, caía en un flequillo que enmarcaba su rostro con delicadeza, otorgándole una apariencia juvenil y fresca.

Aunque su cuerpo era delgado, no poseía la musculatura de alguien que se ejercitara regularmente. Su vientre, plano la mayor parte del tiempo, adquiría una ligera curva después de una comida abundante, algo que no le preocupaba en absoluto. Sus piernas regordetas y cortas, junto con sus brazos pequeños, le daban un aire adorable e inocente, haciendo que pareciera aún más joven de lo que realmente era. Sus manitas, delicadas y pequeñas, apenas podían rodear por completo un vaso de vidrio, lo que solía provocar sonrisas en quienes lo veían.

Diciembre siempre había sido su época favorita del año, no solo porque coincidía con su cumpleaños, sino también porque le encantaba la magia que traía consigo. El aire se llenaba de expectativas, de sueños, y de esa indescriptible emoción que parecía florecer con la primera nevada. No importaba que ya tuviera dieciséis años; la idea de construir muñecos de nieve en el jardín de su casa seguía siendo uno de sus pasatiempos predilectos. Cada muñeco era una pequeña obra de arte, una representación de su felicidad invernal.

Finalmente, llegó a la oficina de su padre, una puerta robusta de madera oscura que abrió con suavidad, revelando el interior cálido y bien iluminado. Allí, sentado detrás de un escritorio, estaba su papi, Kim EunSeom, un hombre Omega de estatura media, apenas alcanzando el metro setenta. Su mandíbula perfilada y su cabello castaño, liso y cortado a la altura de las orejas, le daban un aire refinado. Sus ojos grises, serenos y profundos, parecían capaces de ver a través de cualquier mentira, mientras que su nariz respingada y sus labios gruesos completaban su rostro con un equilibrio perfecto. Su cuerpo, aunque delgado, mostraba una firmeza que hablaba de disciplina y cuidado.

— Hola papi — Saludó TaeHyung con su vocecita suave, mientras se quitaba la bufanda y los guantes, los cuales dejó sobre una de las sillas cercanas. Se acercó a su padre con pasos ligeros y, sin dudarlo, comenzó a plantar pequeños besos en su mejilla, como solía hacer desde niño.

— Hola cielo — Respondió el Omega con una sonrisa, acariciando los sedosos cabellos de su hijo, disfrutando de su cercanía.

— ¿Y papá? — Preguntó TaeHyung mientras se sentaba en una de las sillas frente al escritorio, acomodando su mochila en el regazo y apoyando los codos en la mesa con una expresión curiosa.

— Está por llegar, cielo. Hoy conoceremos al nuevo arquitecto que se unirá a las construcciones — Explicó EunSeom, su voz siempre calmada y llena de ternura.

— ¿Y Jongie? — Volvió a preguntar, frunciendo ligeramente los labios en un pucherito que lo hacía ver aún más dulce.

— Hyun-Ah está a punto de dar a luz, y él debe ayudarla con los bebés. Por eso le hemos dado a Kim unas vacaciones paternales de dos meses — Respondió el Omega, su tono lleno de comprensión.

— ¿Y quién es el nuevo? — Insistió TaeHyung, mientras sacaba un paquete de galletas de su mochila. Sin esperar respuesta, comenzó a morderlas, dejando pequeñas migajas en las comisuras de sus labios rosados.

— Es un estudiante, parte de un grupo de pasantes. Aún no sé su nombre, pero es una recomendación del señor Kang...

Antes de que pudiera continuar, la puerta de la oficina se abrió con un suave crujido, y un Alfa alto entró en la habitación. Su cabello rubio caía con naturalidad sobre su frente, y su estatura imponente destacaba aún más en el entorno elegante de la oficina. Su cuerpo fornido y bien definido se movía con la gracia de alguien seguro de sí mismo, y su piel blanca contrastaba con el oscuro abrigo de lana que llevaba sobre una camisa de manga larga. Sus ojos esmeralda, claros y profundos, capturaban la luz de la habitación, mientras que sus labios finos y su nariz respingada completaban una apariencia casi perfecta.

— Buenas tardes, señor Kim — Saludó el Alfa con voz firme pero cortés — Soy Jeon JungKook, estudiante recomendado por el señor Kang.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
just let me adore you 𐙚 kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora